El 5 de noviembre de 1826, Caracas fue testigo del nacimiento del Arístides Rojas, un insigne venezolano que destacó como escritor, naturalista, médico, historiador y científico; que dejó muchos trabajos que forman parte de la educación, la cultura y la historia del país.
T: Prensa MPPC
Fue registrado como Arístides Belisario Rojas Espaillat; hijo de un matrimonio compuesto por inmigrantes dominicanos, quienes llegaron a la Venezuela ya hecha república aun cuando Simón Bolívar transitaba por tierras suramericanas con su ideal libertario. Estudió en el Colegio de la Independencia, teniendo entre sus profesores al maestro Fermín Toro; en 1844 ingresó a la Universidad Central de Venezuela donde estudió Filosofía, en esos tiempos también escribía sobre las costumbres. Luego, en 1846, se registró como estudiante de Medicina allí fue alumno del doctor y luego presidente de la nación José María Vargas.
Se graduó en 1852 como doctor en Ciencias Médicas, profesión que ejerció por varios años en el estado Trujillo. Su hermano falleció en 1855;durante su estadía en Caracas fue el encargado de dirigir una editorial familiar llamada Rojas Hermanos, donde publicó varios estudios sobre ciencias naturales.
En 1857 viajó a Francia y a Estados Unidos, lugares donde logró especializarse en Medicina y en Ciencias Naturales. Por la Guerra Federal, que acontecía en Venezuela en esos tiempos, tuvo que residenciarse en Puerto Rico donde mejoró sus conocimientos en Letras
Regresó en 1863 a Venezuela y fundó junto al científico Adolf Ernst la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales, ente que presidió. En esa década publicó varios materiales sobre la rama, además sacó trabajos geográficos para la educación infantil sobre el territorio nacional, que había desarrollado en su momento el profesor Agustín Codazzi.
En 1876 escribió “Un libro en prosa. Misceláneas de Lietaruta, Ciencia e Historia” y en 1878 “Estudios Indígenas”, logrando el Premio de la Academia de Ciencias Sociales.
Falleció el 4 de marzo de 1894 en Caracas, a sus 68 años de edad. Sus restos se encuentran en eterno reposo en el Panteón Nacional desde el 21 de septiembre de 1983.