Había venido al mundo en esa populosa barriada de la parroquia San Juan, campeona en líderes políticos, intelectuales, médicos, científicos; en el boxeo, el beisbol y otros personajes de valía
Texto: Antonio “El Chino” Manrique
Periodista e historiador
Caracas, 16 de mayo del 2020.
Como diría aquel científico de la Economía, Domingo Faustino Maza Zavala: “Estamos en el umbral de una gran historia”… Era el domingo 17 de mayo del año 1920, cuando en la populosa barriada de El Guarataro, parroquia San Juan, Micaela González estaba siendo atendida por una parturienta que traería al mundo a una criatura que llevaría por nombre Aquiles Nazoa González, quien con el tiempo llegaría a ser uno de los personajes más destacados del humorismo criollo y del periodismo; además como poeta y escritor, así como también uno de los estructuradores de la cultura nacional y del pensamiento ideológico revolucionario. Vinculado altamente al marxismo, integrante de una familia con los mismos caracteres conceptuales.
Aquiles Nazoa concluiría su trayectoria por esta tierra de gracia, el 25 de abril del 1976. Exactamente cuando le faltaban 22 días para arribar a los 56 años sufrió un mortal accidente en la autopista Caracas-Valencia. Aquiles tuvo tres hermanas y un solo hermano, Aníbal Nazoa, quien siguió las mismas directrices del mayor de los hijos de Micaela González y del jardinero Rafael Nazoa.
Para el momento de su nacimiento, el mundo tenía apenas tres años de haber salido de la Primera Guerra Mundial, en la cual, Prusia tenía a Guillermo II como su último rey, emperador o kaiser de la hoy Alemania, que luego pasaría a ser dirigida por Adolfo Hitler y sería también vencida en el segundo conflicto mundial que se inicia en el 1939 y concluye en agosto del 1945 con la entrada victoriosa a Berlín de los soviéticos, los que en aquel 1920 tenían tres años de haberle dado pasó al gran Vladimir Ilyich Ulianov, quien pasa a la historia como Lenin, el creador de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la misma que en esa segunda conflagración mundial dejó más de 20 millones de víctimas, millones de inválidos y miles de poblaciones destruidas.
Estamos pues, desarrollando una corta biografía de ese personaje del que se están cumpliendo 100 años de su natalicio, razón por la cual el despacho de la Cultura, a cuyo frente se encuentra el licenciado Ernesto Villegas Poljak, está desarrollando diversas actividades.
Nos revela ese historial biográfico de Aquiles Nazoa, como se le conoció nacional e internacionalmente, que desde su desarrollo juvenil se dedicó a trabajar para colaborar con su familia, una de las miles de aquella Caracas de los años finales de la dictadura de Juan Vicente Gómez, a quien seguiría el entonces general en jefe –el único con ese rango entonces-, José Eleazar López Contreras, y el adolescente Aquiles tuvo la suerte de ser estudioso y constante lector, lo que le permitió desarrollar su capacidad intelectual, pues no pudo realizar estudios en las pocas aulas existentes entonces.
Es así como lo tenemos como aprendiz de carpintería, luego como telefonista, y trabajar en el entonces famoso Hotel Majestic, ubicado en pleno centro de Caracas, donde se contacta con otros idiomas que lo llevan a preocuparse por el inglés y el francés, que a la postre le permiten conseguir un puesto como guía los sábados y domingos en el Museo de Bellas Artes.
Como si estuviera un destino signado, ingresa a los 15 años como empaquetador en el diario El Universal, de cuyas páginas va a constituirse en uno de los correctores de pruebas después de pasar por las actividades tipográficas que lo llevarían a ser un periodista.
Su interés por el marxismo
En esas actividades se le desarrolló su interés por los libros del marxismo que de alguna forma llegaban a sus manos. Cuando ya está cerca de los 18 años, en 1938 es tomado en cuenta en el periódico en el cual trabaja, cuya jefatura lo envía como corresponsal a Puerto Cabello para trabajar junto al periódico El Verbo Democrático de esa localidad. En ese marco de su desarrollo periodístico, escribe una nota en la cual tuvo la osadía de cuestionar la indolencia de las autoridades locales para combatir la fiebre malaria, hecho que le origina una fuerte protesta del Concejo Municipal de Puerto Cabello, el cual le pone una demanda que lo lleva a la cárcel en 1940, cuando ya tiene 20 años.
Podríamos decir que esa prisión por tan importante escrito, dada la importancia del tema tratado, le abrió las puertas de la fama periodística, donde el periodismo hoy tiene las puertas abiertas, máxime para una denuncia de esa magnitud, pero que en los años de la llamada 4ta República fueron muchos los periodistas a quienes le correspondió la misma suerte por escribir una denuncia y, al respecto, ahí tenemos ese amplio historial de periodistas en prisión por realizar denuncias o en todo caso, tuvieron que irse del país.
Pero, como hemos señalado, al parecer Nazoa tenía su destino marcado y esa prisión lo trajo nuevamente a su Caracas natal al producirse su libertad y, entonces, lo tenemos ubicado en Radio Tropical, en tanto que mantiene una columna en el diario que abrió sus puertas el 1º de abril del 1909 y felizmente no se las cerró al ahora activo periodista. “Por la misma calle», se tituló la columna.
El prestigio logrado a tan temprana edad, 20 años, lo lleva a las páginas que el 16 de septiembre del 1941 fundaron varios calificados periodistas de aquellos tiempos, ligados además al marxismo y de hecho al PCV, nacido definitivamente en el 1937. Tales fueron Víctor Simone D´Lima, Francisco (Kotepa) Delgado, Vaughan Salas Lozada y Pedro Beroes. En las páginas de Últimas Noticias comienza Aquiles Nazoa a darle inicio a los poemas humorísticos en la sección «A punta de lanza», la cual calza con la firma del seudónimo de «Lancero».
Las puertas de los medios impresos siguen abriéndosele y ahora le toca al semanario satírico El Morrocoy Azul, cuyo historial es de calificada importancia pues se codea con lo más selectivo de aquellos periodistas que en agosto del 1941 le dieron nacimiento a la Asociación Venezolana de Periodistas. La siempre y combativa AVP, que en el 1976, con el recordado y calificado periodista y maestro, Eleazar S. Díaz Rangel, al frente, le dio paso al hoy Colegio Nacional de Periodistas (CNP).
Nazoa comienza con sus actividades humorísticas bajó el seudónimo de «Jacinto Ven a Veinte»; así como sus poemas Teatro para leer. En 1943, ya a los 23 años, y cayendo ese año en aquella etapa del mundo que se encuentra enfrascado en el segundo conflicto bélico mundial, pasa a las páginas de El Nacional, el mismo que el 3 de agosto de ese año es fundado por Miguel Otero Silva y tenido entonces como el más calificado de los medios impresos y que operaba en las esquinas Marcos Parra a Pedrera.
A los 25 años publica su primer libro
En 1945, con 25 años de edad, es ya un calificado periodista e intelectual, que le permite escribir y publicar libros y es entonces cuando pone en circulación El transeúnte sonreído. Igualmente tiene las puertas abiertas en las revistas Élite y Fantoches, la primera de ellas constituida en el 1927 y un largo historial profesional. De la segunda va a estar al frete por cierto tiempo. Para entonces, la AVP tiene ocho años de funcionamiento y existe, además, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (IPSP), el cual ha sido constituido en 1946.
Premio Nacional de Periodista
Su desarrollo profesional ha sido extraordinario, pues en esos casi 9 años de actividades ya ha estado al frente de algún medio impreso, además de trabajos de locución en algunas emisoras. Tanto es así que en el 1948, a los 28 años de edad y ocho de ejercicio, obtiene el Premio Nacional de Periodismo, en la especialidad de escritores y costumbristas, el cual se entregaba el 24 de octubre de cada año y sobre esto es importante señalar, que en 1965 es recibida y aprobada en la 4ta. Convención de Valencia una ponencia enviada por Guillermo García Ponce, desde el Cuartel San Carlos donde se encontraba preso, en la cual planteaba el cambio de la celebración del Día del Periodista para el 27 de junio de cada año, por cuanto la primera fecha fue la del inicio de la Gazeta (sic) de Caracas: el 24 de octubre de 1808, en la cual dos periodistas ingleses: Jaime Lamb y Matheo Gallagher le dieron publicación a esa Gazeta en la imprenta que trajeron de Trinidad, donde la había dejado el Precursor Sebastián Francisco de Miranda en su primera incursión en marzo del 1806, que, como sabemos, fracasó.
Esta Gazeta estuvo en sus inicios bajo el mando de los colonialistas españoles y así habría de durar por varios años hasta su desaparición, en tanto que la segunda fecha, corresponde al inicio por parte del Padre Libertador Simón Bolívar, del Correo del Orinoco, el 27 de junio del 1818.
Aquiles continúa su marcha, si se quiere el término, triunfal, y en el 1950, se ponen en circulación sus libros El Ruiseñor de Catuche y Marcos Manaure, que es una idea para una película venezolana, con prólogo de Juan Liscano. Pero todo no podía ser color de rosas, pues para 1953, el Morrocoy Azul pasó al control del gobierno, lo que de hecho da origen a que tanto Aquiles Nazoa, como otros periodistas pasen a colaborar a la revista humorística El Tocador de las señoras.
La situación política bajo aquel marco dictatorial de Marcos Evangelista Pérez Jiménez, conlleva que nuestro personaje tenga que irse al exterior en calidad de exilado en 1955.
Con Bracho Montiel
Después del 23 de enero de 1958, gloriosa fecha de los sectores populares y la oficialidad no perezjimenista, Nazoa retorna a su Venezuela natal y de entrada lo tenemos al lado de Gabriel Bracho Montiel, un odontólogo marabino, que prácticamente nació para el humorismo periodístico y casi que abandonó los instrumentos odontológicos por el chiste periodístico y quien puso en circulación el medio Dominguito. Eran los años de aquel periodismo de altura que tenía en Clarín y El Venezolano, entre muchos otros medios impresos; además de programas radiales y televisivos que atrapaban la atención del conglomerado nacional, muchos de los cuales van a ser cerrados, primero por Rómulo Betancourt y después por Raúl Leoni, además de ser encarcelados numerosos periodistas y otras víctimas por la represión del puntofijismo. Tenemos los casos de La Extra y El Siglo, dirigidos respectivamente por Orlando Araujo y José Vicente Rangel.
Al aire con publicaciones
En el 1959, se une con su hermano Aníbal y constituyen una publicación que va a tener corta circulación, no obstante, su aceptación pública, Una señora en apuros. En noviembre 1960, los hermanos Nazoa y otros editores salen nuevamente al aire con El Fósforo y los persigue la misma suerte de aceptación, pero es la persecución y represión la que los pone fuera de circulación.
No descansa Aquiles Nazoa y en este mismo año 60, lo tenemos nuevamente en el aire con su libro de poemas Caballo de manteca. No obstante, Nazoa no afloja su decisión editorialista y las publicaciones, reediciones y ediciones, surgen con más celeridad, abarcando los géneros poéticos. Así tenemos en circulación en 1970 de Humor y amor de Aquiles Nazoa.
Martí y Fidel
Estos dos personajes de la Cuba revolucionaria abarcan los próximos episodios editoriales de Aquiles Nazoa, en 1961, que llevan el título de Martí a Fidel Castro. También ven la luz en 1967: Caracas, física y espiritual, que lo lleva a obtener el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal, a lo cual se unen otros trabajos de crítica de arte: Mirar un cuadro, Humorismo Gráfico en Venezuela. La vía de las conferencias sobre divulgación cultural, lo mantienen ocupado. Así llega a 1966, cuando publica una compilación bajo el título Los Humoristas de Caracas.
Llega el momento dramático de la muerte
La década de los setenta encuentra a Aquiles Nazoa atrapado en un gran escenario público, pues ya su cotización abarca los públicos de su mundo humorístico, intelectual, poético, dramático y además de dedicarse a la elaboración de libros que da a conocer: La vida privada de las muñecas de trapo; Raúl Santana, Con un pueblo en el bolsillo y Leoncio Martínez, ingenioso trabajo, que va a ser publicado después del trágico accidente de la autopista Caracas-Valencia.
También lo tenemos dictando charlas y conferencias; está al frente de un programa en la TV, titulado Las Cosas más sencillas, de gran proyección en la teleaudiencia. Dedica tiempo a la estructuración de un grupo actoral que va a poner en práctica “Teatro para leer”. Y es precisamente allí cuando llega el dramático accidente de tránsito en la autopista Caracas-Valencia que le cuesta la vida a una de las personas de la Venezuela cultural de mayor relevancia: Aquiles Nazoa González. Nacido y criado en su Caracas natal, en especial en su nativa parroquia San Juan, a quien veíamos recorrerla en las esquinas de Los Angelitos –cuando iba al edificio de El Nacional, entre Puerto Escondido y Puente Nuevo; subiendo hacia los Bloques de El Silencio, esos, cuya construcción inició Isaías Medina Angarita e inauguró el primero de ellos, el número Siete, el 5 de julio del 1945.
Esta es pues, una semblanza histórica de Aquiles Nazoa González, de cuyo nacimiento se están cumpliendo 100 años. No podemos obviar que en su memoria fue creada por proposición de Pedro León Zapata, la cátedra libre de humorismo «Aquiles Nazoa», inaugurada el 11 de marzo de 1980, en la UCV.
EL SUREALISMO AL ESTILO DE ROGER PLA Y DE AQUILES NAZOA, ALGO CORRE, CORRE A LO PERDIDO. UN ESO SE VUELVE NEGRO, ROJO, BLANCO AL FIN. ARREBATADA LA CONCIENCIA, DESCUBIERTO EL YO INTIMO, EL TODO SE EMBORRACHA DE LA FUERZA DEL IMPULSO QUE ES MAYOR QUE EL DESEO.
Felicitaciònes al ” Chino” Manrique por este excelente trabajo periodistico sobre Aquiles Nazoa.