La excusa de emprender una investigación sobre las monedas y billetes usados por décadas en el antiguo leprosario del Zulia enclavado en el Lago de Maracaibo decantó en la realización del documental Providencia, paisaje cultural y herencia numismática, que se estrenará este miércoles 5 de febrero a las 10:00 de la mañana en el Teatro Baralt de la capital occidental.
Texto: AVN
Los realizadores Israel Colina y Rubén Granadillo codirigen el filme, que contó con el apoyo del Banco Central de Venezuela (BCV), específicamente de la subsede marabina.
El mediometraje, de 52 minutos de duración, ahonda en la historia de la isla de Providencia, que desde 1830 hasta 1985 sirvió para recluir a las personas enfermas de lepra del occidente del país. El relato cuenta con testimonios de expertos, de cronista e incluso de sobrevivientes del padecimiento, quienes habitaron en la isla y vivenciaron su desalojo.
“Toca la cosmovisión y la vida de la gente allí dentro y aparece el concepto museológico del paisaje cultural, donde toda esa cotidianidad tuvo una forma de vida general de unos enfermos de lepra, y de médicos, enfermeros y ayudantes. Era un micromundo, tenían farmacias, hasta bares, su cementerio, una maternidad, todo lo que comporta un pueblo pero a la escala de esa isla. También el tema es el olvido y la desmemoria”.
Así lo detalló Colina, uno de los cineastas que firman el audiovisual, quien valoró que la obra aporta a la preservación de la memoria de un capítulo peculiar en la historia de Venezuela, tomando en cuenta que el uso de la isla como leprosario fue un decreto emitido por el Libertador Simón Bolívar en 1828, y la última de sus proclamas en mantener vigencia ya que persistió hasta el gobierno de Jaime Lusinchi, casi siglo y medio.
Especial relevancia se le da en la relato a la familia de billetes y monedas que circulaba de forma restringida entre las y los habitantes de la isla para evitar el contagio de las personas sanas. Estas piezas numismáticas forman hoy parte de la colección del BCV y desde este año están en exposición permanente en la sede zuliana del ente bancario.
Contó Colina que para realizar la película el equipo emprendió cuatro expediciones al territorio insular también conocido como Isla de Burros, en las que pudieron constatar el estado ruinoso de sus estructuras y cómo la naturaleza ha vuelto a poblarlas.
“Esta historia nos deja una lección de estigmas. Había que entender los miedos a una enfermedad milenaria cuya cura fue descubierta por un venezolano, el doctor Jacinto Convit. Es una lección de convivencia, de la conciencia patrimonial, también una lección para no ver tan de lejos los paisajes que tenemos cerca”, subrayó Colina.
El documental, al cual el cineasta califica como “amoroso, de querencia”, tendrá luego de su proyección en el Teatro Baralt un recorrido por las salas de la Cinemateca Nacional, así como por espacios de formación como escuelas, liceos y la Universidad del Zulia (Luz).