La presidenta del Senado boliviano, Adriana Salvatierra, perteneciente al Movimiento al Socialismo (MAS, partido de Evo Morales) informó este miércoles que, aunque anunció el pasado domingo que renunciará a su cargo durante el golpe de Estado que se practicó contra Evo Morales, la Cámara de Senadores todavía no trató su dimisión de manera formal y, de hecho, ella no presentó ninguna renuncia escrita, por lo que considera que permanece en funciones. Así, intentó ingresar al Parlamento este miércoles, pero las fuerzas de seguridad le bloquearon el acceso, le golpearon y se vivieron momentos de tensión.
Texto: Alba Ciudad y RT
De confirmar el Parlamento que Salvatierra continúa siendo la Presidenta del Senado, sería ella y no Jeanine Añez la persona que tendría la sucesión presidencial luego de que el Presidente Evo Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera hubieran sido depuestos el fin de semana pasado por un golpe de Estado.
Salvatierra trató de entrar al Parlamento este miércoles junto a dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), en medio de empujones y fuertes discusiones con los uniformados. “¡Respeto para la presidenta del país!”, vociferaron algunos militantes socialistas, al considerar que aquella referente debería asumir el control de la Presidencia boliviana.
Con violencia la Policía impide el ingreso de Asambleístas del MAS a la cabeza de Adriana Salvatierra al edificio central de la Asamblea. Golpes, gasificación y abuso. pic.twitter.com/Mt4KXzHk7W
— gabriela montaño v. (@GabrielaSCZ) November 13, 2019
“Aquí el coronel que está presente, está impidiendo el acceso a la fuente laboral de los parlamentarios“, señaló en declaraciones ante los medios a las afueras del Parlamento.
“Hace poco, cuando intentamos ingresar para tener una reunión con los parlamentarios, no nos dejaron ingresar. No sabemos todavía por órdenes de quién. Están requisando las oficinas, están impidiendo el normal funcionamiento con los trabajadores del Senado y particularmente con los parlamentarios. Estas son las muestras de que esto es un golpe de Estado, y de que las fuerzas del orden no brindan una sola garantía para la seguridad de nadie. Están aquí para reprimir, para gasificar y para obedecer las órdenes de un gobierno que lo único que hace es intentar naturalizar un golpe de Estado”.
Indicó Salvatierra que ellos, como parlamentarios, “necesitamos entrar a nuestra fuente laboral, tener las reuniones correspondientes, y le pedimos al coronel Balda que nos permita ingresar”. Pidió que les permitan trabajar y “que se recupere la normalidad del Estado. Tenemos que reunirnos, nada más. Sólo pedimos que nos permitan trabajar”.
Así fueron tratados los parlamentarios del MAS, que son mayoría en la Asamblea Legislativa. El brazo armado del Golpe de Estado impidió la sesión que sería encabezada por la Presidenta del senado, Adriana Salvatierra. pic.twitter.com/I348bSflnl
— Larissa Costas (@Larissacostas) November 13, 2019
El martes pasado, la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez Chavez, se autoproclamó “presidenta interina” de Bolivia, en una sesión que no contó con el quórum reglamentario, pues los senadores del Movimiento Al Socialismo (MAS, partido de Evo Morales), que hacen mayoría en la cámara, no estuvieron presentes.
“Mi renuncia tiene que ser analizada por la Asamblea”
Este miércoles en la tarde, la senadora Salvatierra brindó una rueda de prensa en la que aseguró que ella y otras parlamentarias “han sido violentamente agredidas” por las fuerzas de seguridad, tras haber recibido golpes y agresiones con gas.
Aclaró que aunque afirmó que presentaría su renuncia, esta tiene que ser puesta “en consideración de la Asamblea”.
Desde su exilio en México, el expresidente Evo Morales escribió en Twitter que aquella situación es un “nuevo atentado del golpe de Estado artero”. En ese tono, consideró que “legisladores del pueblo han sido brutalmente reprimidos e impedidos de ingresar a la Asamblea”. Y concluyó: “El golpe racista y fascista se hunde en la ilegalidad”.
Añez juramentó nuevo comandante general
Mientras tanto, Jeanine Añez, quien se autoproclamó presidenta interina en una sesión sin quórum en el Senado el pasado martes, afirmó que está realizando reuniones para nombrar un nuevo “gabinete”.
Poco antes, Áñez, posesionó este miércoles a Carlos Orellana Centellas como nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas (FFAA), cambiando así a la máxima autoridad militar, William Kaliman, tras el golpe de Estado que derrocó a Evo Morales, informó el periódico local El Deber. Kaliman fue el militar que “sugirió” a Evo Morales renunciar.
Áñez tomó juramento a Orellana Centellas en el Palacio Quemado, sede de Gobierno. Además del mando superior castrense, asumieron cargos los generales Pablo Guerra (Jefe del Estado Mayor), Iván Inchauste (comandante del Ejército), Ciro Álvarez (Fuerza Aérea Boliviana) y Moisés Heredia (Armada Boliviana).