El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, inició despidos masivos con 320 funcionarios de la Oficina Ejecutiva de ese país, con lo cual cumple con una de sus promesas de campaña.
Texto: VTV
El mandatario prometió despedir a funcionarios públicos cuyas ideologías políticas se adhieran a la de los Gobiernos de izquierda de Lula y Dilma Rousseff, reseña Telesur.
El ministro de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, aseguró que la medida busca “despetizar” el Gobierno, usando este neologismo en referencia a eliminar las características del Partido de los Trabajadores (PT) a la administración actual.
“La Casa Civil es el centro del Gobierno y alguien tiene que comenzar”, dijo respecto al despido de más de 300 trabajadores de ese organismo.
El ministro agregó que este “es un acto importante para que podamos sacar de la administración pública federal a todos aquellos que tienen una marca ideológica clara”.
La medida fue acordada e informada el pasado 2 de enero, tras una reunión que sostuvo el recién asumido mandatario y su gabinete compuesto por 22 ministros.
La población brasileña se reveló contra el despido masivo, ya que entre los desvinculados se encuentran mujeres embarazadas o con bebés en edad de lactancia.
Al respecto, el Gobierno se defendió argumentando que estos casos particulares recibirán los “derechos e indemnizaciones, como determina la ley”.
Del total de 320 despedidos, solo 35 militaban en partidos políticos, de los cuales, solo trece pertenecían a partidos de izquierda o centro izquierda: tres del Partido de los Trabajadores (PT), cuatro del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y seis del Movimiento Democrático Brasileño (MDB).