A menos de una semana de una jornada electoral trascendental para América Latina, los movimientos sociales brasileños redoblan sus esfuerzos para evitar que un proyecto abiertamente fascista se imponga en las urnas. En esta entrevista, Alexandre Conceição, dirigente nacional del Movimiento Sin Tierra, analiza las razones del “fenómeno Bolsonaro” y cuenta cómo se prepara la organización popular más grande del continente para enfrentar un eventual gobierno de ultraderecha: “Nosotros hemos resistido los golpes, los gobiernos dictatoriales, los gobiernos neoliberales y con seguridad vamos resistir a un gobierno fascista si llega al poder”.
Texto: Noda (Por Lucio Garriga y Gerardo Szalkowicz)
-¿Cómo se está viviendo la campaña para el balotaje?
– Estamos en una campaña muy fuerte donde los enemigos de la clase trabajadora y de un continente latinoamericano libre están juntos en la candidatura fascista de Bolsonaro. El poder económico, el poder judicial y el poder mediático lo están apoyando abiertamente. Y ahora lo que estamos viviendo también es una guerra cibernética a través de las redes sociales, sobre todo en WhatsApp, una campaña muy fuerte de mentiras contra nuestros candidatos. SI nosotros pudiéramos desprendernos de las redes sociales por dos días Bolsonaro se hundiría completamente, porque él casi no da entrevistas y no participa de los debates políticos, esa es su estrategia.
Esta campaña está instalando el odio y la violencia con una promesa de que su gobierno va a resolver los problemas de la corrupción. Ese es el tamaño de la candidatura que tenemos que enfrentar. Haddad lleva menos de 40 días de campaña y comenzó con 4 puntos de intención de voto y ahora tiene casi 42, a ocho puntos de llegar al 50%. Intentan construir a Bolsonaro como un mito pero de mito no hay nada, es un monstruo que entregará la soberanía nacional.
-¿Cómo analizan el “fenómeno Bolsonaro”?
-Bolsonaro es la consolidación del golpe a través de una candidatura fascista que tiene como base una campaña que impulsa el odio, la violencia y la misoginia. Cuyo proyecto político y económico es entregar las riquezas naturales y la privatización de todos nuestros bienes y todas nuestras empresas nacionales. Tiene como apoyo al capital extranjero, sobre todo las empresas norteamericanas.
¿Y las iglesias evangélicas cómo influyeron en el ascenso de Bolsonaro?
-Las iglesias evangélicas también son parte de este conjunto de fuerzas reaccionarias, a través de sus pastores que sólo piensan en plata y no en la religión. Han jugado un papel muy fuerte contra la democracia, en defensa de “la familia”, de la propiedad privada y de que se combata a la violencia con más violencia. Las iglesias evangélicas han jugado un papel fundamental para que el candidato fascista siga avanzando sobre todo en los barrios pobres. Pero hay que decir que tampoco es toda la iglesia evangélica, hay muchos pastores y pastoras que están con la democracia y apoyan a Haddad.
¿Cómo se están preparando ante un eventual gobierno de Bolsonaro, teniendo en cuenta sus amenazas contra el Movimiento Sin Tierra?
-La situación será muy difícil porque incentivarán aún más la violencia a través de las milicias, de los ataques mediáticos y la criminalización. Nosotros hemos resistido los golpes, los gobiernos dictatoriales, los gobiernos neoliberales y con seguridad vamos resistir a un gobierno fascista si llega al poder. Tenemos que readaptar la seguridad y nuestra estrategia de seguir ocupando los latifundismos, pero también produciendo alimentos con el cuidado de proteger la vida, el medioambiente y los territorios de la reforma agraria. También esperamos contar con mucha solidaridad de América Latina y todo el mundo para resistir. Recuerdo lo que fue el golpe de Estado en Honduras en el 2009 y una canción que usabaa la resistencia hondureña que decía “nos tienen miedo porque no tenemos miedo”. Nosotros no tenemos miedo de enfrentar a un gobierno fascista.