Mostraron avances en la difusión del Patrimonio Sonoro Venezolano en coloquio de investigación de Ibermusicas

Como parte de las acciones que desarrolla el programa Ibermúsicas, el coordinador general de Gestión Interna de la Fundación Compañía Nacional de Música (FCNM), José Ángel Viña Bolívar, participó este jueves en el IV Coloquio de Investigación Musical, evento realizado en Lima, Perú, en el que también participan investigadores de 13 países de la región, para reflexionar sobre el rol de la música y el papel que en ella juegan las instituciones culturales y las políticas públicas, como herramientas para el desarrollo, la inclusión y la construcción de ciudadanía.

Texto: Alba Ciudad

El evento se realiza del 6 al 7 de septiembre y asisten especialistas de Chile, Costa Rica, México, Uruguay, Cuba, Ecuador, Panamá, Colombia, Brasil, Argentina, Paraguay, Perú y Venezuela, que este año ingresó formalmente a Ibermúsicas, plataforma cuyo propósito es fortalecer la presencia y el conocimiento de la diversidad musical en Iberoamérica.

En su charla, titulada “Avances y desafíos en la circulación nacional y regional del Patrimonio Sonoro Venezolano a partir del desarrollo de políticas públicas: Casos recientes”, el reconocido musicólogo venezolano mencionó casos concretos de atención por el Estado venezolano, para la preservación, rescate, circulación y difusión del patrimonio sonoro del país. Son proyectos “que se han convertido en el eje principal de acción” de instituciones como la Fundación Compañía Nacional de Música (FCNM) y el Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (IAEM), entes adscritos del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

“Es una obligación la atención prioritaria del patrimonio sonoro venezolano por mandato de nuestra Constitución, la Ley Orgánica de Cultura y la Ley de salvaguarda del Patrimonio Público”, señaló.

Destacó entre las políticas para la atención del Patrimonio Sonoro la investigación, formación, edición y divulgación, vistas de manera integral. Indicó que el Estado, a través de la refundación de sus instituciones culturales, ha optimizado sus recursos y su talento humano para la atención de las Culturas Populares del país. “La música patrimonial, los portadores patrimoniales, la música que tiene este arraigo y que forma parte de lo más sensible de lo tradicional, tiene dificultades desde el punto de vista de la sostenibilidad y por esas razones el Estado debe intervenir”, señaló.

Sobre dichas políticas, Viña detalló:

  • En el campo de la investigación, se han actualizado datos de la vida de los autores y se han obtenido datos inéditos sobre la ejecución de los repertorios y de cómo los públicos se han apropiado de la música. Se han dado casos de autores académicos que han abrevado de lo popular, integrando en sus repertorios académicos las fuentes originales de la tradición. Se han unificado criterios estilísticos para generar versiones normalizadas con una ejecución lo más cercana posible a las intenciones del autor.
  • Sobre la formación, se realizan coloquios e intercambios de saberes en torno a la vida de autores, así como talleres y montajes con directores, agrupaciones y solistas, que a menudo son transcritas y se generan publicaciones digitales.
  • En torno a la edición, se hace una ubicación y revisión crítica de la obra manuscrita y sus versiones diversas, se han hecho transcripciones y publicaciones de scores, particelas, libros compilatorios y obras en fascículos, y la publicación de la Revista Musical de Venezuela, órgano de divulgación musicológica que se mantiene activo a pesar de la reciente liquidación de la Fundacion Vicente Emilio Sojo; sus tareas de investigación pasaron a la FCNM. Dicha revista congrega artículos elaborados con rigor científico, y un dossier que conecta con el público en general. También anunció la próxima publicación de la revista “Música Antes”, destinada a la música popular y el mercado musical.
  • Sobre la divulgación, expresó que “una vez que las partituras han sido transcritas y las publicaciones están hechas, nos interesa que suene la música”. Para ello, se realizan conciertos convencionales, presentaciones simultáneas nacionales, festivales, ferias del mercado, grabaciones de audio y video, concursos de composición y difusión de publicaciones en formato físico y digital.También informó que se están terminando los ajustes de la biblioteca digital que será publicada en la página web de la Fundación Compañía Nacional de Música. Allí se publicarán todos los materiales que durante 3 años se han estado generando a partir de las políticas de preservación, difusión y salvaguarda del patrimonio sonoro venezolano. Se colocará la literatura musical, las partituras, los libros compilados, los fascículos, las revistas electrónicas y las monografías, así como el audio y video, “todo con la posibilidad de ser accesible para las grandes mayorías”.

Resaltó la programación especial por el centenario de dos autores patrimoniales: Antonio Estévez en 2016, y Antonio Lauro en 2017, ambos pertenecientes a los compositores nacionalistas y discípulos del maestro Vicente Emilio Sojo.

Recordó que Antonio Estévez legó al mundo musical venezolano la Cantata Criolla, obra emblemática basada en el poema “Florentino y el Diablo” de Alberto Arvelo Torrealba, que se alimenta de las leyendas, la geografía y la ideosincracia del llano venezolano. Sobre Antonio Lauro, señaló que es un compositor polifacético cuya versatilidad le permite abordar el formato sinfónico coral, la música de cámara, la música para piano y la música de guitarra, que es la más conocida y que es incorporada como parte obligatoria de exámenes de grado de conservatorios de todo el mundo.

En ambos casos, Viña resaltó las actividades de investigación, edición y publicación realizadas por la FCNM en torno a ambos compositores, que incluyeron la entrevista a sus familiares, la consulta con especialistas en sus obras y la digitalización de algunas de ellas. Destacó la restauración y transcripción de la obra Cantaclaro y de obras inéditas de Antonio Lauro, de la cual se había perdido su partitura al trabajarse desde los años cuarenta con fotocopias de los manuscritos de pésima calidad, pero que con un arduo trabajo fueron recuperadas. Se hizo el montaje de las obras inéditas del maestro para probar las partituras, se grabó un disco en audio y se hizo un programa en televisión en alianza con diferentes instituciones. Mostró un video con un fragmento del programa realizado.

Para finalizar, Viña señaló que estas experiencias les ha permitido reforzar las políticas de defensa del patrimonio sonoro venezolano. “La difusión no termina con la celebración del centenario, sino que lo que queda permite que se pueda seguir interpretando y ejecutando (las piezas musicales) y que puedan seguir siendo utilizadas por la gente para defender esta identidad sonora, cuyo correlato es el patrimonio sonoro venezolano”.

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