Para celebrar su 42 aniversario, el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela puso a disposición un amplio y nutrido calendario de presentaciones. El compositor alemán Ludwig Van Beethoven es el plato fuerte en esta cita de conciertos que lleva a cabo la Orquesta Simón Bolívar y su célebre director durante esta semana.
Texto: Ciudad Caracas
Al decir Gustavo Dudamel parece estar implícita una asistencia masiva. Esto se evidenció este lunes cuando hombres y mujeres de toda Caracas asistieron desde tempranas horas de la tarde para hacerse con una de las tan ansiadas entradas para el concierto que dirigiría el maestro venezolano.
El programa anunciaba la interpretación de la primera y segunda sinfonías de Beethoven y las oberturas de Egmont en Fa menor y Coriolano en Do menor.
Faltando pocos minutos para las 4 de la tarde, la sala Simón Bolívar se fue llenando de conocedores, músicos, curiosos y público en general, todos atraídos por una de las figuras más influyentes del ámbito musical en el mundo.
Tras cerrarse las puertas de la sala, los aplausos antecedieron la entrada de los bolívares –como cariñosamente se les llama a los músicos de la Orquesta Simón Bolívar–, quienes ocuparon sus puestos y alistaron sus instrumentos para recibir al director.
El concierto comenzó con la obertura de Egmont, una de las piezas más conocidas que integran las nueve composiciones realizadas para la ópera homónima.
Las cuerdas dieron la bienvenida musical a este poema sinfónico, con notas sombrías que se transformaban poco a poco en un Allegro. Al finalizar, los aplausos celebraron una perfecta ejecución.
La Primera Sinfonía en Do menor fue la siguiente pieza del encuentro, irrumpiendo en la sala con un primer movimiento caracterizado por el adagio y el allegro. En escena los músicos se movían en perfecta sincronía, como en un baile donde todos se engranan en una armonía visual y auditiva.