Con un taller de dramaturgia para teatro de títeres y el taller de iluminación y electricidad para caja, culminó este lunes el I Festival de Teatro Lambe Lambe 2016, en el Laboratorio Anna Julia Rojas de Bellas Artes. Enmanuel Gunezler estuvo a cargo de dictar el primer taller donde ofreció herramientas básicas para elaborar el guion de un cuento.
Texto: Ciudad CCS
Seguidamente, José Quevedo y Francisco Torres dictaron las técnicas para elaborar el circuito de iluminación para las cajas del teatro lambe lambe o teatro miniatura, técnica en la cual se puede vivenciar por el orificio de una caja de madera a pequeños títeres que cobran vida acompañados por un relato y música, en la cual el lambelambeiro pone en escena la obra manipulando los muñecos, la iluminación y la utilería.
En el encuentro gratuito, organizado para promover la técnica del teatro miniatura en el país, participaron integrantes del Movimiento de Teatro Lambe Lambe de Caracas y los estados Vargas, Miranda, Portuguesa y Nueva Esparta, así como la comunidad en general.
“Los talleres son una herramienta muy importante, pues nos ayudan a crear grandes historias para contar. El teatro lambe lambe es una invitación a un mundo mágico”, expresó a Ciudad CCS Rodneily Laya, quien lleva un año involcurada con la técnica.
Promoviendo el teatro miniatura
Este primer encuentro de lambelambeiros se inició el pasado viernes con una muestra didáctica de la técnica en la Escuela Básica República de El Salvador y la Escuela Juan Aranaga en Maiquetía, estado Vargas, continuando con la charla Historia del Teatro Lambe Lambe y una serie de funciones en el Complejo Cultural Cruz Felipe Iriarte.
Más adelante, el sábado, los más de 18 artistas provenientes de los estados mencionados ofrecieron funciones en el Cine Cipreses de la parroquia Santa Teresa. Y el domingo dictaron el taller Realización de cabezas y rostros para títeres, a cargo de Lilian Maa’Dhoor y culminaron la jornada con una concurrida tarde de funciones en el Laboratorio Anna Julia Rojas.
En los días que duró el encuentro, más de mil funciones que duran cada una no más de tres minutos, permitió que los espectadores disfrutaran de un espectáculo único e irrepetible, un espacio íntimo que generó un vínculo entre el espectador y el artista.