Domelis González lleva en alto el joropo sucrense

joropoEn Sucre la conocen como la heredera cultural de María Rodríguez, quien era su tía y la convirtió en su única corista. Comparsera de corazón, Domelis González declara que desde los 9 años de edad le entregó su vida al joropo sucrense, del cual no se aparta aunque que no la inviten al baile. Esta cultora popular, nacida el 2 de junio de 1952 en el barrio Puerto España, en el sector plaza Bolívar de Cumaná, madre de 5 hijos y prima de Francisco “Morochito” Rodríguez, esgrime como títulos ser cantante popular, joropera y comparsera por excelencia.

Texto: AVN (María Jesús Vásquez)

Su primeros pasos en el mundo del folclor sucrense se los atribuye a su madre, Adelfa Hernández, quien fuera bailadora, joropera, tabaquera, cantadora de boleros y cumanesa del sector Puerto España.

Domelis González trabajó durante 27 años en la gobernación de Sucre como secretaria ejecutiva de la Imprenta del estado. En 1961 se unió a María Rodríguez -representando al pescador que capturaba a la sirena, papel que interpretaba la excelsa cantante de “La oración del tabaco”- cuando esta ya formaba parte de la Dirección de Cultura de la Universidad de Oriente (UDO).

“Con María Rodríguez, orgullo de los sucrenses, al lado de quien viví toda su carrera artística y quien fue la gran compañera de la mía, fui adquiriendo conocimientos. Ella se convirtió en mi maestra y mi inspiración. Con ella recorrí el país y fui a Jamaica, Barbados y Curazao, entre otros países, donde el gentilicio venezolano y su cultura quedaron muy en alto”, refirió la cultora.

Domelis, “La Alondra”, como cariñosamente la bautizó el bailarín Rodolfo Valera, relata que fue su tía quien la llevó a renovar sus coreografías y su vestuario, y quien la colocó a la cabeza de las agrupaciones de baile que dirigía (Comparsas de Cumaná, El Grupo Chiguao y Los Títeres de la Calle del Medio), dándola a conocer en distintos escenarios culturales.

Tanta es su pasión por las comparsas que confiesa levantarse a las 4 o 5 de la mañana, cuando tiene una idea, para tomar su cuaderno y vaciar todo lo que se le va ocurriendo: “Cuando voy a inventar una comparsa casi me desvelo para armar la coreografía, organizar lo que le corresponde hacer a cada bailarín y diseñar los trajes de los ejecutores de las diversiones”

Su dedicación a una actividad que realiza sin fines lucrativos, pues -en sus palabras- no percibe ninguna remuneración económica, la ha llevado a cumplir hasta 8 de los 9 meses de sus cinco embarazos en el desempeño y disfrute de su vocación artística.

“El joropo es mi vida, es algo que está dentro de mí y que hago porque me nace. Nadie me paga por ello. Cuando me entero de que hay una actividad y no me llamaron me pongo un poco triste y a veces, sin ninguna invitación, me aparezco en los eventos para bailar con mis comparsas. Al joropo me entrego como la novia que mira embelesada al amor de su vida. Meneo mi cintura y los pies se van solitos acompañando a mi pareja”, comenta la oriental.

Despegue

En 1975, cuando María Rodríguez se jubiló de la Universidad de Oriente, Domelis González -junto a su mamá- fundó su primer grupo de comparsas, conformado por personas mayores, al que no le colocaron ningún nombre y con el cual recorría en las festividades carnestolendas, desde las 8:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche, todas las barriadas de Cumaná.

Con el paso del tiempo se incorporó a la Dirección de Cultura del estado Sucre y en 1986 bautiza a su grupo con el nombre Comparsas tradición de ayer y hoy, en alusión a que la agrupación ya estaba integrada por jóvenes y adultos mayores.

De los integrantes fundadores de esta agrupación aún quedan su hija, Karin Castro, quien cuenta con 37 años de edad y le acompaña en la tertulia desde los 5 años, y Rosa Andradre. Luego se incorporaron Luis Alberto Ñañez, y Mireya y Cristina Rodríguez, hermanas de “La Sirena de Cumaná”, como popularmente se le conoce a María Rodríguez.

Con esta comparsa, convertida en una asociación civil, se cuela en las actividades culturales de la gobernación del estado Sucre y recorre por invitación la tierra del Gran Mariscal de Ayacucho, así como diversas entidades del país, sembrando arraigos y ofreciendo clases magistrales de joropo sucrense.

Trinar

En 1990 fue la primera vez que “La Alondra” cantó como solista, en sustitución de María Rodríguez, en un evento realizado en el Teatro Teresa Carreño. Desde ese momento, venciendo sus temores y alentada por su tía, quedó cautivada por una nueva pasión, pero no fue sino hasta 2013 cuando concretó su sueño de grabar un disco, auspiciada por la Universidad de Oriente.

Su única producción discográfica se titula Domelis González y sus tradiciones y contiene 13 piezas musicales para las escuelas, algunas de ellas de María Rodríguez, nunca grabadas, y una de Bertha Rojas (“Muñequita de Trapo”).

En reconocimiento a su trayectoria, en 2005 fue declarada por el gobierno regional como Patrimonio Cultural Viviente y Maestra Honorífica del estado Sucre; en 2009 la UDO le rindió un merecido homenaje durante un festival de danzas y le fueron dedicadas las fiestas patronales de Cumaná, conocidas como Noches de Antaño; en 2013 la Unearte le concedió un reconocimiento como cultura popular y en 2014 Fundapatrimonio del estado Sucre le honró con un homenaje.

En la actualidad, y desde 2005, “La Alondra” tiene una escuela de baile para niños, bautizada con el nombre de Grupo Infantil Domelis González, por el que han pasado todas sus hijas y nietas. De allí, al cumplir los 15 años, los jóvenes son incorporados a la agrupación Comparsas tradición de ayer y hoy.

Reconocida en el folclor sucrense, Domelis González se ha convertido en uno de esos personajes que no puede faltar en ninguna tertulia donde el joropo estribillo sea la gala.

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Vladimir Rodriguez
Vladimir Rodriguez
3 meses atrás

Excelente