¿Sabe usted qué tienen en común la región del Mar Negro de Turquía y las costas venezolanas? La respuesta la encontrará en la música, en los golpes de tambor. Y este tipo de códigos culturales, en los que las naciones siempre logran encontrarse, son la perfecta fuente de insumos para eventos como el Festival del Idioma y la Cultura, organizado cada año por la Comunidad Turco-Venezolana, a través de los colegios que ésta administra en nuestro país.
Texto: Ciudad Caracas
En el caso del colegio Los Azulejos, ubicado en El Paraíso, el festival se celebró el pasado jueves en el Teatro Amador Bendayán, informó la Comunidad Turco-Venezolana a través de una nota de prensa.
Decenas de niños y jóvenes tomaron las tablas de la sala Juana Sujo para enseñarnos cómo se baila, por ejemplo el Horon, una danza típica de la Región del Mar Negro, o el Dogu Projesi, usual en los festejos de bodas del oriente turco, o incluso el Asuk Masuk, un particular dúo que protagoniza, danzando, una jocosa historia de amor.
¿Y qué decir de Venezuela? El zapateo del joropo llanero, la cadencia de los tambores y el Caballo viejo de Simón Díaz empaparon el lugar con la acostumbrada energía que emana de nuestros géneros musicales.
El Sistema de Coros y Orquestas Fundamusical Simón Bolívar, que participó en el evento a través del núcleo INCRET de San Martín, hizo lo propio: levantar al público de la comodidad de sus poltronas, venezolanos y turcos por igual y apropiarse de los aplausos más prolongados.
La comunidad turca honró con reconocimientos especiales a las autoridades del núcleo en cuestión, así como al Viceministerio de Relaciones Exteriores para Europa, por la mano amiga que siempre extienden a las iniciativas de cooperación cultural y educativa entre Turquía y Venezuela.
Al final, Yeni bir dünya, que significa “Un mundo mejor”, congregó en el escenario a todo el talento infantil y juvenil del Festival, que entonó la canción en “perfecto turco”, tal y como aseguran los amigos del país euroasiático que estaban presentes.