Isabel Rauber: Movilización y unidad son fundamentales para combatir ataques contra Venezuela

_mg_016261425067029Venezuela, por tener las mayores reservas de petróleo probadas del mundo resulta apetecible para el gobierno de Estados Unidos, imperio que bajo cualquier vía, se mantiene empeñado en violentar la soberanía e independencia de las naciones, para sostener un control hegemónico en el planeta, que obedezca a sus intereses capitales que se alimentan de la apropiación de los recursos energéticos y naturales de los pueblos. Isabel Rauber, argentina, investigadora social y doctora en Filosofía, manifestó que las acciones injerencistas de Estados Unidos contra Venezuela, con al menos 50 pronunciamientos sobre la política interna en lo que va de año, tienen su raíz en un plan desestabilizador contra la Revolución Bolivariana, que como último fin busca el derrocamiento del gobierno legítimo y constitucional del presidente de la República, Nicolás Maduro, y con ello los logros sociales alcanzados por el pueblo venezolano.


Texto: AVN (Arianne Cuárez)

En entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) realizada en Caracas, la activista política reflexionó sobre el asedio sistemático contra Venezuela, que se ha intensificado desde el 2013, mismo año de la pérdida física del presidente Hugo Chávez.

A partir de este hecho, la derecha nacional e internacional dio inicio a una campaña mediática y de descrédito a la Revolución Bolivariana que fue acompañada por una serie de acciones terroristas sectorizadas que en 2014 dejaron 43 víctimas, más de 800 heridos y daños materiales contra sistemas masivos de transporte público, instituciones del Estado, universidades y guarderías por el orden de 10.000 millones de dólares.

La derecha pretendía socavar la moral chavista al aprovechar la ausencia física del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, para intentar desaparecer la mayor fuerza política y social del país: el chavismo.

Rauber señala que la estrategia actual de la derecha se fundamenta en radicalizar la guerra mediática y profundizar especialmente el sabotaje económico contra el país, que pretende generar un clima de angustia y pesimismo entre la población a través de diferentes estrategias, una de ella el desabastecimiento inducido de productos de primera necesidad, como alimentos, medicinas y artículos de aseo personal, con el apoyo de sectores de la industria y el comercio vinculados a partidos de derecha.

“Es urgente que comprendamos que no son casualidades ni hechos aislados. Es una estrategia de dominación, hegemonía e intervencionismo. Estamos en una combinación de guerra hegemónica, guerra económica, guerra política, y también guerra cultural que se desarrolla en todos los medios de comunicación”, explicó la filósofa.

Estas acciones de la derecha global que se tejen principalmente desde España, Estados Unidos y Colombia, tienen el objetivo de crear una situación “justificable” para que Estados Unidos realice una intervención directa en el país, hecho que violaría las leyes internacionales y los principios de la democracia, soberanía y autodeterminación nacional establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

La razón de la arremetida de la derecha global contra Venezuela, explica Rauber, se basa en que Venezuela ha solidificado sus intereses económicos en favorecer al pueblo, cuestión que la oligarquía nacional y naciones imperiales como Estados Unidos no comparten, pues es la visión del igualdad e independencia fomentada por Hugo Chávez, que hoy es preservada y continuada por el Jefe de Estado, Nicolás Maduro.

“¿Se van a quedar tranquilos los Estados Unidos mientras los pueblos de Latinoamérica decidimos cómo construir la soberanía, cómo emplear los recursos para el desarrollo, cómo terminar con la pobreza y construir un clima de bienestar para nuestro pueblo? Evidentemente no. En un principio parecían que eran democráticos pero cuando la democracia ya no les convence, apelan a métodos de subversión. En Venezuela, a pesar que se han realizados muchas elecciones dentro de la Revolución Bolivariana, ellos no entienden el derecho que tiene una nación a ser libre, no les interesa, no les conviene. Con Venezuela están desesperados”, recalcó Rauber.

La filósofa resaltó que estas acciones, las cuales identificó como golpismo cívico, se articulan a través de campañas construidas con base en la mentira, donde la realidad es manipulada, y que han sido aplicadas en otros países como en Bolivia y ahora en Argentina con la muerte del fiscal Alberto Nisman.

“Los que pasa en Venezuela lo intentaron hacer en Bolivia en 2009 con el cerco a Evo Morales y lo están haciendo desde ya hace un tiempo con el gobierno de la presidenta Cristina Fernández con la muerte del fiscal Alberto Nisman. Como dicen en Argentina ¡Le tiraron un muerto!. Ellos trabajan sobre elementos de la realidad pero la manipulan, la tuercen a favor de determinados grupos —y esto— es presentado mediáticamente como responsabilidad de los gobernantes, pero lo que ocurre es porque quieren muerte. Ellos con sus medios construyen la muerte, provocan y provocan porque necesitan muertos para justificar las intervenciones. Lo hicieron siempre así”, explicó.

“Ellos tiran a todos, a acorralarte, deslegitimarte, engañarte, le tiran a todo porque ellos necesitan a los muertos, tienen que mostrar sangre. Para ellos esto es una guerra y en la guerra siempre hay muertos, y si los muertos están lejos pues mucho mejor. Los norteamericanos adoran los muertos que ponen otros. El muerto es un costo, un daño colateral, daños colaterales, cuántos muertos te cuesta 5, 100, 200, 500, 700, no importa. Eso es fundamental para enloquecer las mentes y para provocar reacciones internacionales de condena hacia Venezuela, provocar intervención que es justo lo que quieren”, alertó.

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Fortalecer unión cívico militar y la movilización

Al ser consultada sobre cuáles son las herramientas para enfrentar este escenario y derrotar cualquier pretensión del imperialismo norteamericano, Rauber establece como tarea principal mantener la unión cívico militar. “El desafío principal es no permitir que se quiebre la unión cívico militar. Están desesperados por hacer que esta se quiebre y si lo logran avanzarán en sus objetivos”, alertó la filósofa.

La segunda tarea para contrarrestar los efectos de este escenario es mantener una participación activa, de organización y movilización de calle, herramientas de acción que históricamente han pertenecido a las fuerzas patriotas del pueblo, a la revolución.

“El pueblo no se puede dejar ganar la calle porque la calle es del pueblo, de la revolución, y la movilización tiene que sentirse. Es muy importante ocupar las calles con un contenido revolucionario, pero no es sólo estar en la calle, hay que estar alerta, atento ante cualquier provocación que pudiera surgir. Creo que en Venezuela los consejos comunales, las comunas, los movimientos sociales están en condiciones de estar activos, de ocupar los espacios”, reflexionó la investigadora argentina.

Esta movilización, explicó, también debe sentirse a través de las redes sociales donde ha migrado la guerra mediática, especialmente en espacios como Twitter, Instagram y Facebook, cuyos contenidos publicados, que en el caso de la derecha en su mayoría suelen ser falsos, manipulados o distorsionados, pueden ser compartidos en escasos segundos y visualizados en gran parte del mundo.

“Debemos lograr que cada uno de los revolucionarios tenga una cuenta donde comunique, muestre, e informe la verdad. Si regalamos el espacio lo ocuparán otros”, sostuvo Rauber, al tiempo que recordó a los hombres y mujeres militantes de la revolución, mantener siempre conciencia política y propuestas concretas como armas de defensa. “Lo que no es ocupado por las ideas revolucionarias, es ocupado por las ideas reaccionarias”, recalcó.

Gobierno de paz

Rauber resalta la posición del presidente Nicolás Maduro quien ante el ataque ha salido a la defensa de su país siempre con las banderas del diálogo y la paz, incluso durante las acciones terroristas activadas por la derecha en 2014.

“Haber tomado conciencia de que la bandera de la paz es la bandera de los pueblos y es la bandera de la Revolución Bolivariana, es una actitud muy convocante y necesaria porque los pueblos no queremos guerra, no queremos enfrentarnos unos con otros, menos dentro de un mismo país. Nicolás Maduro hace una convocatoria para que el pueblo sea protagonista y que la movilización sea para la paz”, resaltó.

Indicó que a pesar de la amenaza de la derecha, se asoma una valiosa oportunidad para seguir construyendo la nueva alternativa, para crear, desarrollar, y vencer los obstáculos que coloca el adversario: el imperialismo norteamericano.

“A veces cuando nos llevan contra la pared, uno reacciona porque es eso o la muerte, es eso o la nada. El pueblo despierta con toda su inteligencia para crear, para desarrollarse y vencer. El pueblo tiene las pilas puestas, es consciente del desafío, consciente de que debe construir alternativas nuevas. En una pelea nunca se sabe cuando esta va a terminar pero si se tiene la disposición de enfrentarla, la mitad del camino ya está ganado”, enfatizó.

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