El diputado más joven que ha tenido la Asamblea Nacional (AN), el luchador incansable por la igualdad y la justicia social y uno de los miembros de la primera generación de oro formada en la Revolución Bolivariana, son algunas de las maneras de describir al joven socialista Robert Serra, quien dejó un legado de raíz profunda en las generaciones venideras, a pesar de las pretensiones de derecha que buscaban acabar con la continuidad del proceso revolucionario en manos de los jóvenes, tras su vil asesinato.
Robert Serra Aguirre nació en Maracaibo, estado Zulia, el 16 de enero de 1987. El abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), con postgrado en Criminalística, mostró interés desde muy joven por la lucha social. Fue dirigente estudiantil y formó parte de la Comisión del Poder Popular Estudiantil (2007), que fue la plataforma con la que se dio a conocer en un momento coyuntural para promover el ideario bolivariano del Comandante Hugo Chávez.
Durante su labor en la Comisión del Poder Estudiantil, tuvo responsabilidad directa sobre los estados Anzoátegui, Zulia y Falcón, y de allí fue nombrado responsable de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Caracas.
En noviembre de 2009, con tan solo 22 años de edad, se mide en sus primeras elecciones populares para el Congreso Fundacional del PSUV, siendo electo como el número 7 de Caracas de entre 13 puestos a ocupar. Este fue un punto de partida para enfrentarse nuevamente en las elecciones internas de la tolda roja para seleccionar a los candidatos a diputados de la Asamblea Nacional, donde obtuvo el puesto principal en el circuito 2 de Caracas, territorio electoral donde se asientan el 23 de Enero, Catia, Lídice, La Pastora y Altagracia.
Robert fue integrante de la Comisión de Desarrollo Social Integral de la AN, en donde denunció en reiteradas oportunidades los ataques fascistas impulsados desde la derecha en contra del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, así como las acciones desestabilizadoras para intentar derrocarlo.
El 1 de octubre pasado, Robert fue asesinado vilmente en su residencia, ubicada en la parroquia La Pastora. Las investigaciones señalan que fue un homicidio planificado, que contó con la participación de paramilitares financiados desde Cololombia.
El asesinato de Serra está vinculado a la detención en septiembre pasado del ultraderechista venezolano Lorent Gómez Saleh, quien ha sido acusado de impulsar, con apoyo del expresidente colombiano Álvaro Uribe, planes terroristas que incluían el asesinato de al menos 20 líderes del chavismo.
A pesar de las pretensiones de la derecha, Robert continúa en la memoria de los revolucionarios y del pueblo venezolano, quienes lo vieron recorriendo las zonas populares, atendiendo a los más necesitados y llevando su discurso entusiasta y encendido a favor de la justicia social.