El tráfico ilícito de bienes culturales es uno de los principales delitos cometidos en el mundo, luego del tráfico de personas y de drogas, el cual opera en un mercado negro cuyos agentes son coleccionistas particulares, quienes adquieres obras y piezas de arte ilegalmente para la venta, produciendo un daño al patrimonio de los países. En Venezuela, desde hace siglos, objetos patrimoniales, antropológicos, paleontológicos e incluso bienes muebles que puedan ser fácilmente trasladados han sido objeto del tráfico ilícito, como ocurrió con el óleo Odalisca con pantalón rojo, de Matisse, y la Piedra Kueka del pueblo Pemón. El tráfico ilícito de bienes culturales es “la sustracción, el hurto, robo, o sustitución de un bien patrimonial sin permisos para su traslado o venta”, explicó, Alesia Martínez, directora de Registro del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) en entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias.
Texto: AVN (Arianne Cuárez)
“Existe un mercado ilegal, donde está la posibilidad de que un coleccionista particular pueda vender obras que no le pertenecen, y que fueron adquiridas de forma ilícita”, detalló y al tiempo advirtió que actualmente “se está utilizando el arte, los bienes culturales en general, como un recurso para el lavado de dinero”.
Martínez, quien también es coordinadora del Comité Técnico contra el Tráfico Ilícito —instancia creada en 2004—, señaló que uno de los bienes culturales comúnmente afectados por esta práctica ilegal ha sido el patrimonio arqueológico.
El Estado venezolano enfrenta actualmente este delito a través del Comité Técnico contra el Tráfico Ilícito, que integra a varias instituciones, como el IPC, para dar la batalla contra esta agresión a la soberanía nacional.
Entre las tareas del Comité está diseñar las estrategias para el control del tráfico de bienes culturales, hacer cumplir los convenios internacionales y sensibilizar a las comunidades para que denuncien delitos de este tipo, como las excavaciones ilícitas.
Dicho comité está constituido por el IPC, institución que lo preside, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), la Comandancia General de la Guardia Nacional Bolivariana, el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat).
Asimismo, otras organizaciones, entre ellas la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), quienes en conjunto “juegan un papel de lucha importante contra el tráfico ilícito de bienes culturales”.
El caso de la Odalisca
El regreso de La Odalisca con pantalón rojo, obra del pintor francés Henri Matisse que arribó a suelo venezolano el pasado lunes 7 de julio luego de 12 años de investigaciones, es uno de los casos más importantes para Venezuela en materia de lucha contra el tráfico ilícito de obras de arte.
Este cuadro, pintado en 1925 por Matisse bajo la técnica de óleo sobre tela, fue adquirido en 1981 por el entonces Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber (Maccsi), donde nunca fue exhibida, por un precio de 480 mil dólares. Sin embargo, en algún momento entre 1996 y 2002, la obra desapareció de las instalaciones de este centro cultural, en condiciones aún no esclarecidas por los cuerpos policiales venezolanos e internacionales.
Su regreso al país, expresó el Viceministro para la Identidad Cultural, Omar Vielma, es un hecho muy importante que demuestra el esfuerzo del Estado venezolano en proteger y promover el patrimonio cultural. “Con la llegada del Matisse al país, se activan los mecanismos nacionales para el tratamiento del tráfico ilícito de bienes culturales. Además, el regreso de la obra, forma parte de las políticas del Estado venezolano no solamente en la difusión del patrimonio cultural, sino también en su promoción, protección y defensa”, explicó el viceministro.
Destacó que la recuperación del cuadro, le permitirá al pueblo experimentar “una suerte de escuela pública” en donde se debata con sensibilidad y preocupación el manejo de las obras de arte, sobre todo de las artes plásticas. El regreso de la Odalisca, dijo, “nos invita a nosotros (institución y pueblo) a formar parte de la apreciación artística, porque el tema cultural no es solamente la música, el teatro, la danza, no, también son las artes plásticas entendidas como una cosa nuestra”, explicó.
Además de la Odalisca de Matisse, la Piedra Kueka, símbolo cultural del pueblo Pemón, es uno de los casos de repatriación que el Estado venezolano tiene pendiente por consolidar. Esta piedra de jaspe, fue extraída en 1999 del Parque Nacional Canaima, ubicado en el estado Bolívar, por un ciudadano alemán de nombre Wolfang von Schwarzenfeld, reconocido en su país como artista plástico.
“Muy pronto veremos el regreso de la Piedra Kueka. Ese tema está en trámites entre el Gobierno Venezolano y el Gobierno Alemán”, precisó Vielma.
Acciones contra el tráfico ilícito
En la lucha por detener el tráfico ilícito de patrimonio cultural, el IPC está elaborando una propuesta que permita introducir un articulado al Código Orgánico Penal bajo el título “Delitos Contra el Patrimonio Cultural”, el cual defina una penalización para quienes los cometan.
También, trabajadores y expertos del IPC se mantienen preparando un plan de formación contra el tráfico ilícito, el cual permitirá sensibilizar al pueblo sobre la importancia de resguardar su patrimonio, y les permitirá detectar una situación de robo de piezas de arte o cualquier tipo de patrimonio cultural.
Ambas propuestas estarán siendo planificadas durante este año por el IPC, de acuerdo con los lineamientos del Plan de la Patria, donde el comandante Hugo Chávez mencionó la importancia de proteger la cultura para el desarrollo e identidad del pueblo.
Buenos Dias, parte de la Protección de los Bienes Culturales del municipio Libertador, estan incluidos en la Gaceta Oficil n° 39.272 de fecha 29/09/2009, donde se indica bajo lista con el n° 560 el Hotel Waldorf, que se ubica entre las esquinas Campo Elias y Puente Anaco de acuerdo al Instituto de Patrimonio Cultural, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la pregunta es como y porque se esta modificando su fachada, sin que exista alguna autoridad doliente ?, además en el eje vial entre las citadas esquinas los dueños del hotel, practicamente privatizaron un canal de la citada vía, en la cual unicamente se pueden estacionar ellos?
Gracias, por leer y comprobar lo antes citado.