A las 4:25 de este martes 12 de marzo se cumplió una semana de la partida física del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, motivo por el cual sonaron las trompetas en la Capilla Ardiente colocada en la Academia Militar, donde no han cesado los tributos y homenajes por millones de personas que sin cesar hacen fila para decirle “Hasta siempre” al comandante. “Han pasado ocho días y el comandante Chávez ha sido bañado por el amor de un pueblo, centenares de miles de mujeres humildes, niños, ancianos, lo han visto, lo han bendecido, lo han llorado, le han cantado”, expresó el ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, a través de una cadena nacional de radio y televisión.
Texto: AVN
El acto de honor estuvo encabezado además por el Presidente encargado, Nicolás Maduro; el vicepresidente ejecutivo, Jorge Arreaza; el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello; miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y familiares del líder revolucionario.
Jaua resaltó que más de treinta jefes de Estado del mundo vinieron a Venezuela expresamente a rendir tributo “a un hombre que ha hecho historia y seguirá haciendo historia. A un hombre que ha dejado a Venezuela en un sitial de honor en el mundo”.
“El comandante presidente Hugo Chávez es el líder de un pueblo, el redentor de los pobres, como ya es llamado por buena parte de la prensa internacional”, comentó el canciller, al tiempo que ratificó en nombre del gabinete Ejecutivo la lealtad a Hugo Chávez. “No lo traicionamos en vida, no traicionaremos su memoria”, acotó.
El gran reivindicador de Bolívar
El rescate del ideario bolivariano que impulsó Chávez fue reconocido de manera especial por el Presidente encargado, Nicolás Maduro, durante la ceremonia.
“Si algo hay que reconocerle, sin mezquindad, más allá de la mezquindad y la manipulación de algunos, es que en la historia Chávez quedará marcado como el gran reivindicador de nuestro libertador Simón Bolívar. Trajo a Bolívar a la vida, lo bajó de las estatuas de bronce y de mármol y lo convirtió en hombre, en niño, en obrero, en soldado, en mujer, lo convirtió en carne viva, en hombre de calle, de a pie”, destacó. Señaló que a la izquierda de su féretro permanece el retrato de Simón Bolívar que Chávez conservaba con él. “Ese retrato amado por él. ¡Cuántos testimonios guardamos en nuestro corazón de ese retrato! Sus hijas, su madre, nosotros, sus hijos, ¡Cuántos momentos!”, evocó Maduro.
El líder socialista tomó las banderas de Bolívar desde que fundó el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, en la década de los 80. Tras ganar las elecciones en 1998, la Revolución que inició fue bautizada como Bolivariana, igual que el nombre de la República.
Durante cientos de horas de cátedra política en sus muchas alocuciones televisadas, Chávez enseñó a los venezolanos pasajes, anécdotas y detalles sobre las cruzadas y los discursos de Bolívar, prócer que lideró el movimiento independentista en seis países suramericanos, contra el extinto imperio español.
Su vida por la causa de los pobres
El padre Numa Molina, quien ofició la misa en la capilla ardiente, resaltó que el comandante Hugo Chávez gastó su vida por la causa del Reino de Dios, que son los pobres. “Eso es lo que ha hecho Hugo Rafael: ha gastado su vida por la causa del Reino, que son los pobres”, dijo, y recordó un pasaje bíblico: “El que guarda su vida para sí la pierde, dice Jesús, y el que la gasta por mí y por el Evangelio la gana para la eternidad”.
Molina también citó otro pasaje del Evangelio para explicar lo que significa dar la vida por una obra: “Si el grano de trigo no muere y cae en tierra, queda infecundo. Pero si muere, da muchos frutos”. Asimismo, rememoró una frase de San Juan de la Cruz que pronunció durante la inauguración del Metrocable, que, señaló, le gustó mucho al Presidente: “En la tarde de la vida te examinarán en el amor”. Chávez amó a los pobres y por ellos dio la vida.
Al inicio del oficio religioso, se produjo un toque de corneta solemne, tras lo cual el canciller Elías Jaua exclamó: “Por nuestro comandante Chávez ni un minuto de silencio: Una vida de combate”. Enseguida se produjo un aplauso extendido de todos los presentes para recordar, como dijo Molina, la siembra definitiva y el nacimiento a la vida eterna del líder socialista.