En una rueda de prensa efectuada este 28 de marzo, en la sede del Instituto del Patrimonio Cultural, con el propósito de conmemorar el Día Nacional del Patrimonio Cultural, representantes de las comunidades Pemones elevaron sus voces para solicitar la repatriación de su Abuela Kueka, una roca de jaspe de 30 toneladas que constituye un elemento sagrado para el pueblo originario Pemón, y que fue extraída ilegalmente del país en 1998 por el escultor Wolfgang Schwarzenfeld para ser exhibida en un parque en Berlín.
Texto: IPC, Alba Ciudad
Cinco capitanes pemones de diferentes municipios del país acompañados de Choli Ani Lott, viceministra de Valles, Sabanas y Tepuyes del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas y Carlos Somera del Frente Indígena Cacique Guaicaipuro, expresaron en nombre de los 57.000 pemones existentes en el país la significación que tiene esta piedra y el compromiso de lucha que emprenderán para devolverla a su lugar de origen.
“Este día tan especial elevamos nuestro reclamo para que nos devuelvan nuestra Kueka que es tres veces patrimonio” expresó la viceministra. Se refirió a que es “patrimonio: mundial, natural y cultural por pertenecer a Canaima, Patrimonio Natural de la Humanidad, así como patrimonio cultural por estar declarada Bien de Interés Cultural al ser un elemento sagrado para la cosmogonía de nuestro pueblo” apuntó.
Por su parte, Somera manifestó que “desde el Frente Indígena Cacique Guaicaipuro y de todos los movimientos indígenas expresamos nuestro sentimiento de lucha y condenamos este hecho. Desde hace muchos años vemos como se roban nuestros recursos y conocimientos originarios”.
Anunció que varios movimientos indígenas, en los próximos meses, organizarán movilizaciones por toda la Gran Sabana para que todo el mundo conozca este caso y devuelvan a su Abuela. Señaló que se lograrán reunir 7 mil pemones en estas caminatas y concentraciones. Hizo un llamado a organizaciones ambientalistas, ecologistas y al colectivo en general para que “se sumen al plan de divulgación que necesita este caso y nos acompañen en este reclamo”.
Mientras tanto, Raúl Grioni, presidente del Instituto del Patrimonio Cultural, aseguró que de la República de Alemania depende que la piedra Kueka sea devuelta. “Por nuestra parte sólo nos toca organizarnos para que ellos evidencien que efectivamente forma parte de nuestro patrimonio cultural y existe un pueblo que sufre su ausencia. No hay dolientes teóricos sino un pueblo vivo que reclama”.
Según la mitología pemona, Kueka era un joven que se enamoró de la joven más bella de la comunidad Macuxi. Al procurar quedarse con ella, Kueka irrespetó las normas establecidas por Makunaima, dios pemón. Luego de casarse, la pareja huyó y tras ellos fue Makunaima, quien les maldijo, sopló al viento una oración y Kueka y su esposa fueron convertidos en piedra.
La piedra extraída de Venezuela forma pareja con otra similar de jaspe. Los pemones consideran a las dos piedras como “el abuelo” y “la abuela” kueka. Igualmente, creen que con la ausencia de la abuela Kueka, el abuelo está dolido y se desorientaron las estaciones para la pesca y la recolección de frutos.
La piedra Kueka fue extraída de su lugar de origen en el año 1998, presuntamente por el creador plástico Wolfang von Schwarzenfeld para que formase parte de una instalación escultórica en el parque Tiergarten, en Berlín (Alemania). Para llevarla a cabo, se firmó un acuerdo de donación entre el entonces presidente de Inparques, Héctor Hernández, y el Encargado de Negocios de la Embajada alemana. La donación violó varias regulaciones que protegen al Parque Nacional Canaima, considerado como parte del patrimonio natural de la Humanidad.
Cuando Schwarzenfeld llegó a Venezuela para llevarse la piedra, el pueblo Pemón bloqueó por dos meses la vía por donde el artista alemán pretendía llevarse la roca sagrada.
Providencias administrativas organizan gestión patrimonial
Otro anuncio fue la creación de dos providencias administrativas que regularán acciones del ente rector en la defensa del patrimonio cultural venezolano. Una de estas ordenanzas acuerda la creación de la Oficina de Planificación Estratégica y Diseño para las Áreas Patrimoniales de Coro y La Vela (OPEDAP) adscrita al Instituto del Patrimonio Cultural.
La OPEDAP se encargará de la revisión de proyectos de intervención, recomendaciones, consideraciones, otorgar o negar permisos y establecer las sanciones que den lugar. La idea es unificar bajo un mismo criterio las acciones para resguardar los valores que permitieron la declaratoria de Coro y su puerto de La Vela como sitio de Patrimonio Mundial.
La otra providencia administrativa se basa en los enunciados de la Ley de Protección y Defensa de Antigüedades y Obras Artísticas de la Nación y de la Ley de Defensa y Protección del Patrimonio Cultural que establecen que los bienes arqueológicos y paleontológicos terrestres y subacuáticos son propiedad del Estado venezolano. “Queremos ratificarle a los coleccionistas que poseen esos bienes que son custodios más no propietarios. Por tanto, para saber en manos de quien están, haremos un registro profundo de todas estas piezas. Esto se extiende a los museos nacionales y formará parte de la Gran Base de Datos del Patrimonio Cultural que desarrolla el IPC”, manifestó Grioni.
Se anunció que el Estado en su momento decidirá si recupera todas estas colecciones y resuelve enviarlas a algún museo para socializarlos con todo el pueblo venezolano. Esta iniciativa “suma acciones para combatir el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, para conocer qué existe, quién lo custodia y así evitar exportaciones” agrego Rían Carlos Ramírez, consultor jurídico del IPC.
Como agregado, el instituto trabaja en concienciar a las comunidades que viven cerca de sitios arqueológicos para que reconozcan su valor y no permitan que particulares se lleven las piezas.
Acciones en Cubagua
En esta reunión se informó que se emprenderán nuevas acciones en la isla de Cubagua, estado Nueva Esparta.
“Hemos estado conversando con el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, con quien tenemos un trabajo continúo y articulado, para que se realice una declaratoria de protección de toda la isla desde el punto de vista ambiental y natural. Mientras el IPC, atendiendo a sus funciones, se abocará a las Ruinas de Nueva Cádiz, encargándose de su cuido y posterior puesta en uso para disfrute de un turismo de investigación” dijo Grioni.
Según Dinorah Cruz, gerente general, del 9 al 14 de abril, se realizará un programa de actividades en la isla. “Estas consisten en la limpieza de la Ruinas de Nueva Cádiz y el levantamiento de las poligonales para determinar la dimensión de los sitios arqueológicos, estableciendo las áreas de máxima protección”.
También se dictará el taller de la arqueología comunitaria para intercambiar saberes con la población del lugar y sean ellos mismos quienes reconozcan y resguarden su patrimonio. Adicionalmente se atenderá al patrimonio intangible realizando el registro de las faenas de la pesca.
Cruz culminó manifestando que “en el marco del día del patrimonio quisimos expresar todo lo que el IPC quiere hacer y está haciendo durante esta gestión comprometida con la Revolución y con la construcción de la Sociedad Socialista.”