La Casona Cultural Aquiles Nazoa vibró este domingo con los ritmos, bailes y tradiciones del llano venezolano, como parte del cierre del sexto capítulo del Festival Mundial Viva Venezuela, realizado desde el pasado jueves 07 de noviembre en los estados Barinas, Apure, Portuguesa y Guárico.
Prensa MPPC (Texto: Claudia Hernández / Fotos: Bernardo Suárez)
Los Diablos Danzantes de San Rafael de Orituco iniciaron la jornada con la presentación de su baile tradicional en los espacios abiertos del recinto. El capataz mayor de la cofradía, Rafael Gota, manifestó sentirse orgulloso y agradecido por la oportunidad de compartir con el público caraqueño de esta manifestación inscrita en las listas de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
La fiesta llanera siguió con la presentación del músico Gregorio Mota, quien ofreció una ejecución magistral de la bandola guaribera, junto a su conjunto musical. Durante la presentación, Mota explicó a los presentes algunos detalles de la estructura musical que produce este instrumento de ocho cuerdas de metal, originario del pueblo de San José de Guaribe, estado Guárico. Asimismo, la agrupación tocó temas de joropo guaribero como “Los cuatro colores” y “Mis delirios”, interpretados por el joven cantante Jesús Landaeta.
La interpretación de versos continuó con los copleros Ermes Escalona (El Pollo de Moroturo) y José Rosario Villegas (La Panela de Zaraza), quienes regalaron al público una presentación de contrapunteo llanero llena de creatividad e ingenio.
Luego, el joven Santiago Rodríguez de 14 años de edad, oriundo del estado Apure, hizo gala de su potencia vocal al interpretar un nutrido repertorio de joropo llanero. “Me siento orgulloso y feliz de llevar mi música llanera a todos lados y más en este Festival Mundial Viva Venezuela. Es un honor compartir con muchos artistas. Espero que los niños, niñas y jóvenes también puedan vivir esta bonita experiencia”, comentó.
Acto seguido, la melodía del llano alcanzó su máximo esplendor con un entreverado llanero protagonizado por el músico Pedro Castro y el Conjunto Guayabal. Los artistas regalaron a los presentes una impecable ejecución instrumental al son del arpa, el cuatro, las maracas, el bajo y la bandola llanera.
Florentino y el diablo
Las leyendas del llano también tuvieron una presencia estelar en el evento. Los maestros Vidal Colmenares y José “Cacho” Linares interpretaron el poema “Florentino y el diablo”, escrito por el maestro Alberto Arvelo Torrealba. Sus versos representan la lucha entre el bien y el mal, utilizando símbolos, expresiones y claves discursivas del llano que reflejan el espíritu valiente de los hombres y mujeres de esta región.
Un festival para compartir la diversidad cultural
El cierre de la velada parrandera estuvo a cargo del veterano cantautor apureño Cristóbal Jiménez, quien inició su presentación con el tema de su autoría “Bella a las once”, seguido de “Sabanas de mi cariño” y “Una casita bella para ti”. El cantante recitó versos improvisados en honor a la música llanera y al público que aplaudió, bailó y coreó sus canciones.
Jiménez, también presidente de la Comisión de Cultura de la Asamblea Nacional, resaltó que ha permitido que la diversidad de la música venezolana se presente en grandes escenarios, especialmente en la capital de la República, que anteriormente era una plaza difícil para los cantores llaneros. “Esta es una manera de resaltar la espiritualidad de los pueblos, de mostrar que somos una cultura de resistencia, que somos invencibles. Nosotros queremos a este país, somos un pueblo que trabaja, que canta y de esta forma afianzamos nuestra identidad y nuestra cultura”, dijo.
Del 07 al 09 de noviembre, se realizó el sexto capítulo del Festival Mundial Viva Venezuela de forma simultánea en los estados Barinas, Apure, Guárico y Portuguesa, con presentaciones en la Casona Cultural Aquiles Nazoa en el fin de semana, para exaltar el acervo esta región que constituye una importante muestra de lo afirmativo venezolano.