Declaración final del Foro-Debate Internacional Revolución y Cambio de Época del Siglo XXI

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Luego de haber culminado el viernes 4 de febrero el foro internacional “Revolución y Cambio de Época en el Siglo XXI”, que se realizó en las instalaciones de La Casona Cultural Aquiles Nazoa, organizado por la Red de Intelectuales por la Humanidad (REDH), y el cual contó con la presencia de representantes de 31 naciones junto a las autoridades del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, en su declaración final concluyeron con los diferentes puntos:

Texto: MPPC

Nosotras y nosotros, intelectuales, artistas y movimientos sociales integrantes de la Red en Defensa de la Humanidad, conjuntamente con activistas y referentes políticos, sociales y culturales articulados a través del Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos y del Instituto de Altos Estudios del Pensamiento Hugo Chávez, reunidos en Caracas para debatir en torno a la Revolución y el Cambio de Época que vive la humanidad y conmemorar los 30 años de la rebelión cívico militar que se levantó en Venezuela contra el neoliberalismo el 4 de febrero de 1992, y atendiendo la convocatoria del Presidente Nicolás Maduro, declaramos: Caracas, 4 de febrero de 2022.

1. En lo relativo al mundo intra-pandemia.

La pandemia ha servido para confirmar las principales contradicciones del capitalismo, entre ellas el incremento exponencial del desempleo y la pobreza, lo que ha agravado la crisis económica y la desigualdad social en la generalidad de los países, frente a una hiper concentración de capitales en los centros dominantes. Esto obliga a los pueblos oprimidos a buscar en conjunto y con urgencia una alternativa civilizatoria al sistema capitalista que, con sus guerras constantes y su fatídica agresión a la naturaleza amenaza con destruir no sólo a la especie humana, sino a toda forma de vida en el planeta.

A los fines de perpetuar su modelo económico y su ya inocultable incapacidad para enfrentar con éxito el grave problema de salud que la Covid-19 y sus variantes ha traído para la humanidad, así como su fracaso en el tratamiento de males curables o controlables como la malaria, el cáncer, el VIH, la diabetes y otras condiciones de salud que se han traducido en una mayor mortalidad de pacientes con Covid, Estados Unidos y los otros centros de poder del sistema capitalista han intensificado los métodos represivos de despojo y de dominio sobre los pueblos que no se someten a sus designios, mediante el control político y comunicacional, el acaparamiento de las vacunas y el crimen de lesa humanidad que significan las sanciones y bloqueos que impiden la llegada de auxilios médicos a los países víctimas. Urge, por consiguiente, fortalecer los sistemas públicos de salud, levantar los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas, garantizar el acceso universal a ellas, remover las barreras impuestas por medidas coercitivas unilaterales para su adquisición y el de otros insumos médicos y exigir que cese el uso de los sistemas de certificación para impedir que vacunas de alta calidad sean vetadas por intereses económicos o políticos.

2. En lo relativo al Sistema económico post-pandemia

Los neoliberales predican un reajuste o “reseteo” mundial para preservar el modelo imperante, acelerar la hiperconcentración de capitales, exacerbar la desigualdad económica y social, incrementar la sobreexplotación y precarización de la fuerza de trabajo mediante la derogación o no aplicación de normativas laborales, preservar la dominación financiera mediante la obligación de referir todas las monedas a una divisa sin respaldo, e incrementar tanto el derroche de los recursos naturales como la degradación del medio ambiente. Por lo tanto, se hace indispensable aplicar políticas desde los Estados para garantizar la distribución de la riqueza entre las mayorías que la producen, con énfasis en los sectores más necesitados, y poner en práctica nuevos modelos de producción, distribución y consumo, que antepongan los principios de la cooperación, la solidaridad, el equilibrio y la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de la humanidad.

Asimismo, es imperativo sustituir el sistema financiero que obliga a referir los valores de todas las monedas a un signo monetario como el dólar, sin otro respaldo que la OTAN, y sustituirlo por sistemas de pago con diversas divisas con verdadero valor económico. De igual forma, urge fortalecer los sistemas multilaterales como el Banco del ALBA, el Banco del SUR, el SUCRE y otros mecanismos que independicen a los pueblos de la dominación financiera imperial, e intensificar la lucha por la anulación de la impagable deuda pública, que ya se eleva al 326 por ciento del PIB global.

3.En lo relativo a la comunicación digital.

Gran parte de la batalla cultural de nuestro tiempo se libra en los campos digitales. El imperialismo, capitaneado por Estados Unidos y sus grandes corporaciones comunicacionales, intenta crear la ilusión de un acceso igualitario y universal a la información a través de las redes sociales y los medios interactivos, ocultando el monopolio cada vez más cerrado y la alta concentración del poder comunicacional en una reducida cantidad de dueños de tales tecnologías, que impone y veta contenidos de manera arbitraria y discrecional. Este es, en realidad, el principal impedimento al ejercicio del derecho a la comunicación, la educación y el conocimiento.

El capitalismo utiliza las nuevas tecnologías informáticas para conducir a la humanidad a condiciones de desempleo masivo, y someterla a un sistema de espionaje total mediante el suministro masivo de contenidos banales, la creación de realidades alternativas y la adicción a las redes sociales y tecnologías afines. En virtud de ello, la humanidad necesita un modelo comunicacional que permita la libertad de información y el derecho a acceder a ésta, limite el control de los dueños de las redes sobre sus contenidos e informaciones, y avance hacia un nuevo orden mundial de la información y la comunicación.

Con este propósito es necesario impulsar la creación de nuevas redes sociales no monopólicas, que se abstengan de espiar a los usuarios, de delatarlos o vender la información que sobre ellos obtienen, y que estimulen la creación y difusión de contenidos trascendentes sobre la realidad social, económica, política y cultural de los pueblos en lucha.

Es preciso, asimismo, crear bancos de contenidos digitales para el resguardo de la memoria de la emancipación, fortalecer los sistemas de producción de mensajes de información, entretenimiento y formación política al servicio de los valores colectivos de la humanidad y generar mecanismos de articulación de medios digitales revolucionarios y progresistas que permitan organizar la distribución y la difusión de estos contenidos de manera coordinada a escala global.

Urge convocar una cumbre de Jefes de Estados y de Gobiernos para tratar estos temas al más alto nivel estratégico, y avanzar hacia la constitución de un nuevo orden mundial de la información y la comunicación al servicio de la paz, la soberanía y la justicia.

4. En lo relativo al Poder Popular.

La guerra multidimensional contra la humanidad planteada por el imperialismo -predominantemente, el estadounidense-, caracterizada por la aplicación de medidas coercitivas contra gobiernos y pueblos soberanos, el ataque permanente a los organismos multilaterales y la depredación de los recursos naturales y estratégicos del planeta ha obligado a los movimientos y las organizaciones sociales a innovar en sus acciones de lucha y resistencia.

Estos han logrado importantes avances en materia de derechos humanos, de género y feminismo, diversidad cultural, protección ambiental y poder territorial en varias regiones del mundo. Los pueblos necesitan organizarse y reivindicar la democracia y la participación como un camino sin retorno. Llamamos a los gobiernos a abrir y fortalecer los mecanismos de articulación y participación directa de la ciudadanía en la toma de decisiones e instancias de gestión.

Urgen cambios constitucionales, legales e instrumentos para asegurar el pleno ejercicio de la democracia participativa.

La humanidad reclama el fortalecimiento del multilateralismo y la cooperación internacional subordinados a los intereses supremos de defensa de la vida y la paz en el planeta. Hacemos un llamamiento a la Organización de Naciones Unidas para que exija a la OTAN que detenga de inmediato las agresiones contra los pueblos y gobiernos libres.

Urgimos a levantar las sanciones, bloqueos y chantajes que ejerce Estados Unidos contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán y cerca de 40 países más. Las diferencias entre Estados deben resolverse en el marco de la legislación internacional.

Por último, dejamos constancia de nuestro reconocimiento al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y su Presidente Nicolás Maduro Moros, por esta convocatoria para analizar el ‘cambio de época’ y las distintas complejidades relativas al nuevo momento que vive la humanidad.

Firman:

ANGOLA: Elisa Pedro Salvador – ARGENTINA: Atilio A. Boron, Stella Calloni, Paula Klachko, Sebastián Salgado, Marco Teruggi, Gonzalo Armúa, Gabriel Lopes – AUSTRALIA: Tim Anderson – BENIN – Amzat Boukai Yabara – BOLIVIA: Sacha Llorenti, Hugo Moldiz, Ramiro Lizondo – BRASIL: Carlos “Beto” Almeida, Marilia Guimaraes, José Reinaldo Carvalho, Marco Schneider, Socorro Gomes, Jose Geraldo de Sousa, Jamil Murad, Gustavo Senechal, Fernando Moraes, Breno Altman – CANADÁ: Arnold August – COLOMBIA: Patricia Villegas, Jaime Caycedo, Piedad Córdoba, Javier Calderón – CHILE: Karla Díaz, Florencia Lagos, Javiera Olivares, Pablo Sepúlveda Allende – CUBA: Abel Prieto, Germán Sánchez Otero, Ángel Guerra Cabrera, Jorge Ángel Hernández, José Ernesto Nováez, Lilian Álvarez, Omar González, Fernando León Jacomino, Ariana López – ECUADOR: Irene León, Orlando Pérez – EL SALVADOR: Nidia Díaz – ESPAÑA: Juan Carlos Monedero, José “Txema” Sánchez, Javier Couso, José Antonio Egido, Arantxa Tirado – ESTADOS UNIDOS: Daniel Cohen, Adrienne Pine – FRANCIA: Ignacio Ramonet, Hernando Calvo Ospina – FILIPINAS: Liza Largoza Maza – GRECIA: Costas Isychos – HAITÍ: Camille Chalmers – HONDURAS: Gilberto Ríos – HUNGRÍA: Gyorgy Droppa – INDONESIA: Teguh Santosa – IRLANDA: Aaron Kelly – ITALIA: Geraldina Colotti, Luciano Vasapollo – MÉXICO: Fernando Buen Abad, Héctor Díaz Polanco, Alessandra Pradel, Victor Iván Gutierrez, Nayar López, Darío Salinas, Katu Arkonada, Luis Hernández Navarro – NIGERIA: Phillip Afaha – PARAGUAY: Techi Cusmanich – PERÚ: María del Pilar Roca, Vicente Otta, Hildebrando Pérez – RUSIA: Olga Garbuz – SERBIA: Ratko Krsmanovic – URUGUAY: Gabriela Cultelli, Eduardo Mernies, Enrique Amestoy – VENEZUELA: Luis Britto, Ernesto Villegas Poljak, Gabriela Jiménez, Sergio Arria, Carlos Ron, Adán Chávez, Carmen Bohórquez, Pasqualina Curcio, Judith Valencia, Blanca Eekhout, Cecilia Todd, Jorge Valero, Mary Pemjean, Karen Millán, Raúl Cazal, Ignacio Barreto, Vladimir Sosa Sarabia, Rafael Quintero, Noel Márquez, Juan Carlos Pérez, Amilcar Briceño.

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