El Centro Nacional de Preservación Documental, junto con la División de Preservación de Colecciones del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, adelanta un ciclo formativo en materia de preservación de recursos bibliográficos destinado a fortalecer de forma integral el conocimiento teórico-práctico de su personal.
Texto: Biblioteca Nacional
Este ciclo formativo tendrá tres semanas de duración (del 14 al 31 de octubre) y contará con tres módulos de acción, para abordar elementos referentes a la reparación y reencuadernación de recursos bibliográficos, introducción a la preservación en sitio y diagnóstico y evaluación de obras, y será facilitado por José Luis Marín, quien ocupa el cargo de Encuadernador III y será el responsable de transmitir los conocimientos y técnicas propias de este oficio a ocho de sus compañeros de labores.
Durante la primera semana realizarán preservación in situ, así como el diagnóstico y evaluación de las obras a tratar. Una vez levantado el inventario del material, dedicarán la segunda semana a reparaciones menores, re-encuadernación en libros de hojas sueltas y harán lo propio con libros de cuadernillos. La tercera semana la dedicarán a elaborar las tapas y estampar los títulos en lomos y portadas de los distintos recursos bibliográficos.
“El proceso de preservación de un material bibliográfico no tiene descanso, pues implica un trabajo arduo y continuo, por ello, intercambiar conocimientos en esta materia y garantizan que se levante una generación de relevo de nuevos y buenos preservadores es esencial”, señaló Néstor Luis Salazar, jefe de División de Preservación de Colecciones.
Por su parte, José Luis Marín hace un llamado a todos aquellos que manejan recursos bibliográficos: “Es importante crear conciencia sobre la importancia de la preservación documental, es asunto de todo el personal que labora en una biblioteca, pues no solo estamos en contacto directo con los usuarios, sino administramos el uso de los materiales”.
Además resaltó que “evaluar el nivel de deterioro progresivo de un recurso bibliográfico permite decidir qué acciones llevar a cabo en pro de su conservación, eso sin olvidar esta premisa, no todo puede ser reparado o restaurado, pues en muchas ocasiones se imposibilita detener el deterioro, pero sí puede retardarse”.
El personal que hace vida en esta división está altamente calificado para llevar a cabo esta tarea, muestra de ello es su trabajo sobre las distintas colecciones de la Biblioteca Nacional, lo cual supone todo un reto en momentos en que el país enfrenta un bloqueo económico sin precedentes que causa la ausencia de muchos de los recursos materiales necesarios.
Ante ello, el personal humano de Preservación de Colecciones ha echado mano de su profesionalismo y mística aplicando tácticas y técnicas que permitan realizar acertadamente sus tareas.
La reparación, restauración y reencuadernación es la parte más costosa y la más delicada, ya que de ella depende la vida útil del material.
Por otra parte, la reencuadernación consiste en el desmontaje y refabricación del cuerpo del material.
Estos procesos son radicales y una mala praxis podría llegar a destruir el recurso bibliográfico en cuestión, por ello su aplicación debe realizarse con meticulosidad y atendiendo parámetros como los dictados en este ciclo formativo.