El secretario de la comisión Nacional de Derechos Humanos, Larry Devoe, denunció y presentó en el marco el 167° Período de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se desarrolla en Bogotá, Colombia, Larry Devoe, el impacto y las repercusiones que tienen las sanciones económicas unilaterales impuestas por Estados Unidos en el disfrute de los derechos humanos en Venezuela.
Texto: AVN
Devoe señaló que Venezuela está siendo sometida a medidas coercitivas unilaterales de carácter general y cuestionó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha optado por invisibilizar estas sanciones económicas a pesar del impacto negativo que tienen sobre la garantía de los derechos humanos, especialmente de los grupos en situación de vulnerabilidad, reseña una nota de prensa de la Cancillería de la República.
“El Relator Especial de Naciones Unidas sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Idriss Jazairy, instó el año pasado a todos los países a evitar aplicar sanciones contra Venezuela, mientras el Sistema Interamericano, especialmente el Secretario Ejecutivo de la OEA, ha alentado y apoyado medidas coercitivas unilaterales impuestas al país”, expresó.
Destacó que desde la firma del decreto del expresidente, Barack Obama, en el año 2015, que declara a Venezuela como una “amenaza extraordinaria e inusual”, a la seguridad de EEUU, Venezuela ha sido víctima de una escalada agresión económica, las cuales se profundizaron con las sanciones petroleras al país impuestas por Donald Trump, en agosto de 2017.
Detalló que estas acciones han dificultado el pago a proveedores de bienes esenciales para la vida nacional, la cancelación de despacho de medicamentos para tratamiento de malaria, la retención de 1.650 millones de dólares por parte de Euroclear para adquirir medicinas y alimentos.
Recordó que en noviembre de 2017, el Banco Wells Fargo retuvo y anuló el pago de 7,5 millones de dólares, por concepto de venta de energía a Brasil. Además rememoró que en diciembre del pasado año 2.200 toneladas de carne de cerdo fueron retenidas por dos semanas en la frontera con Venezuela. Varias toneladas se pudrieron durante la retención.
Devoe lamentó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos haya optado por guardar silencio frente a los perjuicios que las medidas coercitivas de los Estados Unidos puedan generar sobre los sectores más vulnerables de la población venezolana.