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Foto: Con el Mazo Dando
El constituyente Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), relató este miércoles en su programa “Con el mazo dando” detalles inéditos de la Operación Gedeón, realizada el pasado 15 de enero para neutralizar el grupo terrorista dirigida por el expolicía Óscar Pérez.
Texto: Alba Ciudad (LBR)
Señaló que la operación comenzó a las 3:45 am del 15 de enero. Participaron 22 efectivos del FAES (Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana). “Fueron recibidos a plomo limpio a esa hora por los terroristas que estaban adentro”, explicó Cabello.
Allí comenzó un proceso de negociación para que se entregaran. Se les dijo que el Presidente Nicolás Maduro dio órdenes de resguardar sus vidas para que se entregaran. Indicó Cabello que en todo ese lapso, desde las 4 am hasta las 11:20 am, “nunca dejaron de disparar contra la gente nuestra”. Luego, llegaron los refuerzos del Dgcim, comandos del mar y la GNB. “La zona no les permitía a ellos salir de allí, pero también exponía a los compañeros del FAES”.
“Decían una cosa a los que iban a negociar, pero en las redes sociales decían otra”, señaló Cabello en torno a los videos que Pérez y su grupo compartieron en Instagram a través de la cuenta EquilibrioGV. Decían: “Ya nos vamos a entregar”, pero en las redes sociales decían: “Nos están masacrando”, aunque eran ellos quienes disparaban al FAES.
Indicó Cabello que a Heyker Vásquez, miembro del colectivo Las Tres Raíces del 23 de Enero, “lo mandan a buscar ellos” (la gente de Oscar Pérez), para que los ayude en la negociación. “Vásquez es un funcionario de inteligencia de la policía”, explica Cabello. “Ellos lo mandan a buscar porque Díaz Pimentel (uno de los miembros del grupo de Oscar Pérez) es de 23 de Enero y conoce a Heyker. Él fue a hablar 2 veces con ellos para que se entregaran. Le pidieron cigarrillos a Heyker, él les llevó cigarrillos y le dijeron: ‘Dile a tu jefe que nos vamos a rendir'”.
Cabello explicó que, producto de la negociación, iban en dos vehículos al sitio para detener al grupo armado. Cuando se bajan del carro, ¡sorpresa!: “Su mismo amigo, Díaz Pimentel, lo asesinó apenas se bajó del carro, con un tiro en el pecho. Y le lanzaron granadas a los 2 vehículos donde iba la gente que iba a detenerlo. ¡Nunca manifestó una voluntad verdadera de rendirse!”, acusó Cabello.
Señaló que el grupo de Pérez lanzó al menos 40 granadas a la policía. El Sebin desactivó 8 que no explotaron. Indicó que dos efectivos del FAES fueron heridos por la explosión de granadas, y luego ellos los remataron.
Negó Cabello haber dirigido las operaciones, como afirmó la periodista Patricia Poleo desde Miami.
Para ubicarlos, se hizo un operativo de inteligencia que implicó a algunos efectivos de la Fuerza Armada. Había vínculos con el asalto al cuartel en Paramacay, estado Carabobo, y con los tenientes desertores que huyeron a Perú. Se tienen todas las cuentas de banco por donde los financiaban.
Los acusó Cabello de planificar poner una bomba a la embajada de Cuba, y el 31 de diciembre iban a hacer explotar la estatua de María Lionza “por su simbolismo; iba a simbolizar la caída del régimen”.
Repudió los intentos de comparar a Oscar Pérez con el comandante Hugo Chávez y el 4 de Febrero de 1992. Recordó que, en aquella ocasión, a su carro le impactaron 16 veces y tuvo que hacerse el muerto para salvarse, aún cuando hoy los partidarios de Oscar Pérez afirman que, en ese momento, se les dio la oportunidad de rendirse.