Al final de la calle 200 de Quinta Crespo se encuentra la Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo, primera institución académica del país dedicada a la formación de actores y actrices, convirtiéndose hoy en día en una referencia nacional del mundo de las tablas.
Texto: Ciudad Caracas
La actriz argentina Juana Sujo arribó al país para participar en las películas La balandra Isabel llegó esta tarde y El demonio es un ángel, posteriormente, culminados estos compromisos, funda la escuela en 1949 para multiplicar sus conocimientos y convertirse en una figura emblemática del teatro en Venezuela.
Desde su fundación, la escuela ha tenido diversas sedes, iniciando en la avenida Eduvigis, pasando por Bellas Artes, Sabana Grande, y el Teatro Nacional, hasta su actual ubicación en Quinta Crespo, un espacio pequeño en dimensiones pero grande en calidez y entrega. Al entrar, una pared muestra la vida de la fundadora a través de una colección fotográfica en la que se le ve junto a diversos personajes de la palestra artística como Marcel Marceau, Román Chalbaud y Alberto de Paz y Mateo.
La escuela, adscrita al Ministerio Popular para la Cultura y a la Compañía Nacional de Teatro, cuenta con tres salones, dos grandes para ensayos de las obras y un aula pequeña con pupitres, donde los alumnos ven clases teóricas. Por razones de espacio atienden a un aproximado de 70 alumnos, formándolos en la carrera profesional de Actuación, la cual dura dos años.
Ocasionalmente llevan a cabo seminarios, el próximo –El arte de actuar– iniciará en el mes de julio y culmina en septiembre, el horario establecido será de 9:00 am a 1:00 pm, los días sábado.
Dirección y visión
Andrés Martínez, dramaturgo y exalumno de Sujo, lleva la batuta de la escuela desde hace 34 años, sin embargo está vinculado a ella y al teatro desde que era un niño. Andresito, como es conocido en el medio, se ha enfocado en mantener la visión principal con la que fue fundada la escuela y, además de formar a nuevos actores, pretende rescatar el legado de grandes dramaturgos venezolanos y la visión de hacer teatro investigativo y con contenido social.
“Nunca hemos parado nuestras actividades desde que la escuela se fundó, aquí atendemos a personas que vienen de todas partes, incluso del interior del país”, expresó Martínez, quien recuerda con emoción que la escuela ha participado en las diversas entregas del Festival de Teatro de Caracas y que incluso su sello de calidad se ha dejado ver en otras latitudes, en el año 84 se presentaron en Aruba, con la pieza La empresa perdona un momento de locura de Rodolfo Santana.
Trabajos actuales
La casa de estudios se encuentra desarrollando junto a sus alumnos tres montajes teatrales: La encantadora familia Bliss, de Noel Coward, obra destinada a presentarse en el XIII Encuentro Nacional de Institutos de Formación Teatral, que se realizará en Caracas a partir del 27 de Junio; la pieza teatral Recuerdo a mamá, de John Van Dutren, será estrenada en el aniversario 68 de la institución y la tercera obra es un sainete titulado Juicio a un burro comelón, basado en el drama del venezolano Julián Padrón Las parásitas negras.
Jesús Carreño, director de la obra Recuerdo a mamá y docente de la institución explica que “esta pieza es el requisito de egreso de los alumnos próximos a graduarse, en ella, practican la improvisación y el desarrollo de los personajes.
A cargo de La encantadora familia Bliss y también docente de la institución, Roberto Linares, relata que “la comunicación dentro de la escuela funciona de una manera muy directa, formando un núcleo casi familiar, donde los alumnos, docentes y directivos se interrelacionan para lograr el mismo objetivo; la óptima formación del alumno.
De cara al futuro
La escuela, próxima a celebrar sus 68 años, luce tan entusiasta como el primero, planteando de cara al futuro el crecimiento del teatro en Venezuela, para ello planea presentar el ciclo lecturas dramatizadas En busca de la dramaturgia olvidada, en honor a intérpretes venezolanos, por otra parte ha asegurado su participación en la séptima edición del Festival de Teatro de Caracas con Espiritismo en la casa vieja, drama de Ugo Betti. Es así como la primera casa formativa del teatro en Venezuela continúa dándole, a las tablas nacionales, profesionales apasionados por el arte.
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Argentina-venezolana
La dramaturga argentina Juana Sujovolsky llegó a Venezuela por ofertas laborales, sin sospechar que haría de esta nación su segunda patria y nuevo hogar.
Nació en Buenos Aires en el año 1918 en el seno de una familia judía. Durante su carrera profesional visitó diversos países latinoamericanos hasta llegar a Venezuela en 1949, aquí fundó el Estudio Dramático Juana Sujo en el Museo de Bellas Artes, que se convirtió en 1952 en la Escuela Nacional de Arte Escénico. Dentro de su labor pedagógica formó una importante generación de alumnos: Maritza Caballero, Esteban Herrera, Orangel Delfín y América Alonso.
Combatida por el régimen de Marcos Pérez Jiménez, fundó la Sociedad Venezolana de Teatro en 1955, donde estrenó Caín adolescente de Román Chalbaud y en 1958 el Teatro Independiente Los Caobos, donde estrenó Chúo Gil de Arturo Uslar Pietri y otras obras de Carlos Gorostiza e Isaac Chocrón; además despertó el interés del público por obras de autores clásicos como Esquilo, García Lorca, Chéjov y Lope de Vega.