El eje infantil sigue animando en este festival de teatro, el día de ayer la compañía de Teatro Marionetas Títeres brindó un homenaje a los juegos tradicionales del país. Tal fundación busca usar el arte para transformar pensamientos sociales e imbuir principios en la vida del venezolano.
Texto: Prensa Fundarte (Katherine Rodríguez)
Para Karelis Contreras, esta oportunidad es asombrosa e indica el camino correcto hacia un mundo lleno de paz, color y unión familiar, donde las sonrisas florecen por el despertar de cada expresión y movimiento del arte. En relación al Festival de Teatro de Caracas, Contreras opinó que “el eje infantil es una actividad que va más allá, es algo que va dirigido no a los niños, sino a las familias, porque los padres a veces se divierten más que los propios niños”.
A su vez, la carpa de circo tuvo su primera función a las 11:00 de la mañana con Circo de concreto, de la agrupación KareKare. La interacción del público fue maravillosa, los aplausos comenzaron cuando el show de malabares pisó las tablas del espacio constituido para todas las presentaciones.
Seguidamente, la distinguida agrupación trajo un show de magia de calidad dirigido que apostó hacia la impresión del público, tras un tiempo de distracción que generó asombro y curiosidad. A su vez la intervención de niños y adultos permitió que el agrado y las sonrisas permanecieran en el lugar, que sin lugar a dudas se convirtió en un suelo que valió para desestresarse y no parar de reír.
Pero la magia y el malabarismo no fue todo lo que ofreció Kara Kare, una fiesta dinámica acompañada de los aplausos ofreció Pepita, quién de la mano con el baile y la música prometió un show que se prestó para que liceístas y familias animaran junto a ella, regalando así, unión, paz y alegría durante aproximadamente 30 minutos.
Dentro de la amplia lista de actividades encantadoras que celebraron los integrantes del grupo de Kara Kare, la expresión del arte hizo presencia y es que Naila Zerpa y su compañero, dejaron anonadados a los espectadores con su profesional y delicada presentación, donde inficionaron el teatro con la danza extrema, con un show lleno de elegancia y una historia de amor que despierta a la luz de la luna; “Aéreos en tela” concentró a un público de más de 180 personas.
“A medida que danzamos contamos historias, la adrenalina que sentimos es increíble, además esto tonifica el cuerpo y une el arte de bailar con el arte del circo”, expresó Naila Zerpa.