Con tonos, fulías, décimas, sirenas y el toque de tambor se efectuó este fin de semana el Velorio de la Cruz de Mayo festejo declarado en 2014 Patrimonio Cultural de la Nación. La ceremonia se llevó a cabo en la Casa de la Diversidad Cultural del estado Aragua y ante el santo madero los cultores Neno Uribe y David Suárez explicaron en qué consisten los rezos, los cantos, las ofrendas y peticiones, así como los instrumentos que se utilizaban tradicionalmente y los que se usan en la actualidad.
Texto y foto: Omaira Ochoa Díaz
Recordaron que la fulía es un ritmo devocional, por lo cual no acostumbran bailarlo. Luego vienen las décimas, la primera de saludo a la Santa Cruz, y luego a las flores, décimas amorosas, y a lo divino, porque de acuerdo con los devotos el velorio se bendice así.
La Cruz de Mayo es símbolo de fertilidad en las cosechas, de amor a la naturaleza, por eso tiene una profunda vinculación con la tierra. El culto se remonta a nuestros antepasados indígenas y afrocaribeños, quienes mezclaron en los rezos y oraciones de la tradición cristiana cantos de fulía, malagueñas, entre otros.
“Había Cruz en los caminos, en los conucos, con el tiempo llegó a las casas y los promeseros le rendimos culto todos los años en el mes de mayo”, expresó Uribe.
Luego de la explicación didáctica sobre la tradición, los presentes rezaron un Padre Nuestro y como símbolo de agradecimiento a la Santísima Cruz de Mayo se hicieron las ofrendas y las peticiones. Vinieron los Tonos y las Sirenas, en boca de los cultores y comenzó la parte festiva, con la participación de cultores, cultoras y todos los presentes.
La actividad, organizada por el Gabinete estadal del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, contó con la presencia de la directora general, Anny Pereira, y su equipo; la secretaria Agraria de la Gobernación de Aragua, Enma Ortega; Miriam Higuera, directora de la Casa de la Diversidad Cultural; Ángel Montesinos, de la Escuela Social Rodrigueana, así como cultores y cultoras y la comunidad en general.