Las vivencias de Cumanacoa serán relatadas en la Villa Santa Inés

“Un merecido homenaje rendirá al músico, poeta, teatrero, filósofo y promotor cultural José Julián Villafranca en el programa El oriente venezolano y su cultura, en su sexto aniversario. En su honor se realizará el taller vivencial Cumanacoa, Sonoridades y Patrimonio. Los presentes recibirán certificación de asistencia”. Así lo manifestó la conductora del espacio, perteneciente a la parrilla de los fines de semana de RNV Activa.

Por Sergio Chapman Salcedo. Fotos: Ubaldo Zabala

La celebración, que se hará a partir de las dos de la tarde del sábado 2 de julio de 2016, en el auditorio del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) Villa Santa Inés, en Caño Amarillo, Caracas, se efectuará previa la convocatoria a cultoras y cultores, escuelas, comunidades, movimientos sociales, usuarias y usuarios de RNV Activa, así como al público en general.

Programación con entusiasmo

Señaló Lisdhe Ramos que la programación estará muy bonita, porque la están preparando con mucha pasión. “La fiesta aniversario contará con expositores como Carlos García Carbó, que hablará de la historia y arqueología de Cumanacoa, así como de su parte africana e indígena. Con la dirección de Israel Girón, los integrantes de la Orquesta Universitaria de Instrumentos Latinoamericanos, ejecutarán los instrumentos ancestrales de esa población, mientras que el presidente del IPC, Omar Vielma, disertará acerca de su patrimonio”, explicó.

La actividad igualmente tendrá danzas y también contará con las participaciones de la agrupación, del sector El Guarataro de Caracas, Tambor y Gloria, que ya tiene 35 años de trayectoria, Mónico Márquez, el grupo Estribillo, Milagros Figuera y la falconiana Ana Cecilia Loyo. La periodista de Venezolana de Televisión Marieli Valero y el ingeniero de Petróleos de Venezuela Gerardo Valentín, sorprenderán a los asistentes animando, junto a Lisdhe Ramos, y también cantando.

-¿El arte ha sido cómplice en su amor por la comunicación de masas?

-Desde muy niña he estado vinculada al quehacer cultural, pero lo de la comunicación apareció cuando uno fija metas como universitaria, en la búsqueda de qué haremos. En principio me equivoqué porque mi primera carrera fue Computación, en la extensión del Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre, que no culminé y tampoco me generó una identidad fuerte con lo que quería. Para llegar a la comunicación ocurrieron varios pasos.

“Soy música oriental, gaita y tamunangue”. Foto: Ubaldo Zabala

En la niñez me dediqué a estudiar Teoría y Solfeo, también un poquito de Cuatro, en la escuela José Ángel Móttolla de Barcelona una de las mejores del estado Anzoátegui. Luego, hice el bachillerato en los liceos Mercedes Pérez Freites y Jesús María Bianco, época en la que aún no me pasaba por la mente la comunicación, aunque ya me decían que tenía madera como para ser locutora.

Después, a los 23 años de edad, fui contrabajista de la orquesta típica de la entidad. Mi ingreso a la agrupación fue de manera accidental, porque a ella llegué fue para hacer un taller de percusión. Mi mentor musical fue el profesor Amílcar Merentes, oriundo de Naiguatá, pero quien, para esa época, se encontraba en Barcelona y dirigía una estudiantina conformada por jóvenes del sector, en el que nací, El Palotal, y a la que pertenecí. Luego califiqué para la citada orquesta típica y allí hice dos años de carrera.

-¿Cómo llegó a la radio?

-Primeramente a través de la emisora comunitaria Cielo FM, que estaba solicitando producciones independientes. Yo ya había salido de la Orquesta Típica, pero ya tenía en la vena qué quería proyectar, qué deseaba difundir. Consideraba que la música oriental estaba en desventaja, por la poca difusión que tiene, y el objetivo que me tracé fue cambiar esa situación, por lo que preparé el proyecto y lo llevé a la estación y… les gustó.

Así fue como nació, en 2007, mi primer programa, Cielo Oriental, que estuvo dos años en el aire los días martes y viernes, de nueve a diez de la mañana. Para hacerlo me inspiré en dos difusores, Fernando Vicent, que tenía el espacio Margarita, su Música y Folclor en Radio Barcelona, y Francisco Quijada, quien conducía el programa cultural Prisma. También me apoyó, desde Margarita, Israel Antuárez.

Para hacer realidad el proyecto me preparé con cursos, talleres y todo lo que tuviera que ver con la tradición oriental. Antes de salir al aire quise estar bien segura de la parte teórica y práctica. Para ello tuve que volver a agarrar el instrumento (el contrabajo) para sentir lo qué iba a hacer. Otros inspiradores han sido Chelías Villarroel, Francisco Mata, María Rodríguez, Perucho Aguirre, Mónico Márquez, Cruz Quinal, José Julián Villafranca, Milagros Figuera, Jesús Ávila, Gerónima Muñoz, Daisy Gutiérrez y Miguel Serra. En la sangre el culto a la música oriental por mi bisabuela, Ana Tirado, de quien me contaron fue mandolinista. Ellos han sido fundamentales en el desarrollo de Lisdhe Ramos como comunicadora.

-¿Qué sucedió luego de Cielo oriental?

-Culminada esa etapa me puse a estudiar, de nuevo y es cuando consigo la carrera de mi corazón, que consideré diseñada como para mí, que cursé en la Escuela de Promotores Culturales Alfredo Almeida, nombre que honra al Chamán de Bachaquito. La creación de esta institución ocurrió durante la gestión del entonces gobernador de Anzoátegui Tarek William Saab.

Su conformación se hizo en convenio con el Centro de Superación de Cultura de Cuba y el aval y respaldo de la Universidad Simón Rodríguez. La intención de la escuela fue la de agrupar a quienes tenían años y años haciendo danza, teatro, música y literatura, para certificarlos como profesionales de educación superior. En ella cursé tres años ininterrumpidos, sin que me quedaran materias pendientes, graduándome de Técnico Superior en Educación Mención Desarrollo Cultural y en la especialidad de Coordinación de Procesos Culturales Mención Gerencia.

Su proyecto compitió con más de 300 producciones

En medio de la citada carrera universitaria fue cuando a Lisdeh Ramos se le ocurrió otro programa de radio. Dijo que con lo que le estaban dando en la escuela Alfredo Almeida tenía que seguir difundiendo la música de su tierra por lo que llevó el proyecto a la emisora de la Gobernación del Estado Anzoátegui, Kariña 94.9 FM, emisora de la Gobernación del Estado Anzoátegui. Así nació, el 12 de febrero, en plena celebración del Día de la Juventud del año 2011, el citado espacio El oriente venezolano y su cultura, que estuvo durante tres años en esa estación, los días sábados de 12 del mediodía a una de la tarde.

“En ese tiempo, la locutora Giulia Ortiz, hizo mi descubrimiento para RNV Activa, que emite señal para 24 ciudades. Ella, como productora, estaba buscando producciones independientes, que estuvieran dentro del rango institucional. Investigando por internet supo de mi espacio, me contactó y me notificó que iban a hacer un llamado a concurso, por lo que sugiere que inscriba mi programa. Mandé el piloto, hicieron la evaluación y me llamó el entonces director y fundador de RNV Activa, Armando Carías, para informarme que el espacio había quedado dentro de la parrilla cultural de la estación, produciéndose, el tres de febrero de 2013, el debut de El oriente venezolano y su cultura, en RNV Activa, programa que en la actualidad se transmite los días domingos, de nueve a diez de la mañana. Para salir al aire, el espacio se midió con más de 300 producciones, que llegaron a las manos de Carías”, indicó Lisdeh Ramos.

-¿Cuál es la proyección?

-Bastante buena, tanto en Venezuela como fuera de ella, ya que el programa se hace con la participación de los oyentes, a quienes se convoca no sólo para que den sus opiniones sino para que difundan sus grabaciones. El respaldo de las transmisiones más allá de Venezuela se debe al apoyo de la emisoraonline de la Cámara Internacional de Cultura de Nuestra América y el Caribe (Cicnac), con retransmisiones para Argentina, Colombia, Ecuador y Perú.

-¿Y lo de Alba Ciudad 96.3 FM?

-Buscando más oportunidades de empleo llevé mi currículum a Alba Ciudad 96.3 FM, lo evaluaron y me dijeron que la estación necesitaba una productora y defensora de la música venezolana tradicional. Los entonces director de la FM, Randolph Borges y coordinadora de programación, y ahora en el cargo de Randolph, Enza García, me recomendaron que hiciera un programa que fuera fresco, dinámico, tipo fórmula y con agenda cultural, con música variada, salsa, merengue y otros géneros, incluyendo mi querida música oriental.

La intención era que ocupara una franja de programación que estaba vacante. Entonces surgió A quien no le va a gustar, que se transmite actualmente de lunes a viernes, entre nueve y diez de la mañana, con secciones como Vistazo, cine y teatro; Lo que te mueve (conciertos, danzas y música), Entérate y actívate (información de talleres, foros y conferencias), Efemérides orientales y Hazte sonar(dándole oportunidad a toda esa gente que tiene algún material grabado para que se olviden de la “payola” porque en A quien no le va gustar sí se van a oír). A la estación ingresé el tres de febrero de 2015.

Por otra parte, para la web albaciudad.org produzco el micro Poderes creadores del pueblo, en el que usuarias y usuarios pueden escuchar los relatos de los cultoras y cultores. En una primera fase trabajamos con las maestras y maestros Liliam Frías, Hernán Marín, Sulyn Villarroel, Columbo Frías y Rafael Montaño. Actualmente nos encontramos en la preparación de la segunda fase.

Perfil

• Nombres: Lisdhe Rosa.
• Apellidos: Ramos Tirado.
• Lugar y fecha de nacimiento: El Palotal, estado Anzoátegui. (20-11-1973).
• Productora nacional independiente: N° 25.886.
• Devoción: San Celestino y la Virgen del Valle.
• Galardón: Primer lugar en la edición 2012 del Festival de Documentales Comunitarios (Fecom) realizado en Barcelona, con el trabajo La cruz de Ramón florecido, un hecho mágico religioso.
• Canción que guarda en el corazón: Alma guaiquerí, de la agrupación de Perucho Aguirre, Collar de Perlas.
• Madrina: De Punto Ensamble, conjunto de música navideña y oriental dirigido por el profesor José Romero, donde tuvo sus primeros pininos, como músico, en Caracas.