El maestro Aldemaro Romero Zerpa, creador del género musical Onda Nueva con el cual se atrevió a transformar la música venezolana con las melodías de jazz y la bossanova brasilera y quien falleció un 15 de septiembre hace 8 años, reconoció su vocación por el arte desde los primeros años de vida, hasta convertirse en un gran maestro en el país y el mundo.
Texto: AVN
Nació en Valencia, estado Carabobo, el 12 de marzo de 1928. A los 14 años de edad decidió frustrar los deseos de su padre Rafael Romero quien quería convertirlo en un empresario y decidió tomar la música como oficio. A esa edad jugaba a ser músico cada tarde, frente a un pequeño piano que recibió de manos de una tía.
Conoció a músicos de amplia trayectoria nacional e internacional. Uno de ellos fue Luis Alfonzo Larrain, quien fue para él un mentor de quien aprendió diversas técnicas que mantuvo a lo largo de su vida.
1944 fue un año de frutos para el maestro venezolano al consolidar su Orquesta Sonora Caracas, la primera agrupación que le da la oportunidad de trabajar como director.
Aún cuando la orquesta sólo tuvo dos años de actividad, Romero continúo escalando en la música. En 1950 decide viajar a Nueva York, Estados Unidos, donde comenzó las grabaciones de su primer disco en formato LP (long play) llamado Dinner en Caracas, con el sello RCA Victor. El material le permite ser reconocido en toda América Latina, y convertirse en uno de los artistas con mayor registro de ventas hasta la fecha.
A partir de allí, Romero, quien para ese entonces ya se había consolidado como compositor y arreglista, compartió tarima con destacados intérpretes tales como Alfredo Sadel, Benny Moré —este último de ascendencia cubana y considerado “el bárbaro del ritmo”— y la chilena Monna Bell, entre otros. No regresó a su país sino hasta 1960, cuando presentó el programa “El show de Aldemaro Romero”, donde llevó a las pantallas de la televisión venezolana el talento de diversos artistas nacionales e internacionales.
Sin embargo, en 1968 llegó una faceta importante en su trayectoria musical, cuando ya convertido en un director consagrado decide innovar la música venezolana con una mezcla de ritmos los cuales identificó como “Onda nueva”. Su propuesta, bien recibida en el país, motivó la creación de diversos festivales donde la música regional fue la protagonista.
Toda esta labor le hicieron merecer diferentes premios, entre ellos el Premio Nacional de Música en el año 2000, y el Doctor Honoris Causa en la Universidad de Carabobo, la Universidad del Zulia y también la Universidad Lisandro Alvarado de Barquisimeto, estado Lara.
La muerte le sobrevino siete años después, el 15 de septiembre de 2007, en la ciudad de Caracas.