Leyzon Ponce, director Artístico de Dramo Dramaturgia del Movimiento junto a Miguel Issa, visitó el pasadojueves el programa Danzantes del Movimiento Pensante, conducido por la Fundación Centro Nacional de Danza en la emisora Alba Ciudad 96.3 FM, hablando un poco sobre el grupo dancístico contemporáneo que en 2015 celebra sus 20 años ininterrumpidos. Ha mantenido una línea de investigación llamada “dramaturgia del movimiento”, que trata de romper con canones y códigos establecidos.
Texto: Angie Vélez Alba Ciudad
Ponce es Licenciado en Artes en la Universidad Central de Venezuela. Especialización en Composición Coreográfica en la Folkwang University de Essen, Alemania (1992/1996). Maestría en Gestión Cultural en la Universidad de Girona, España (2003/2005) y Maestría en Estudios Avanzados en Filosofía en la Universidad de Salamanca, España (2012-2013). Inicia Doctorado en Filosofía del Arte en la Universidad de Salamanca, España en septiembre 2013.
Este artista de la danza contemporánea, aseguró que en el afán de experimentar, encontraron que entre la línea de la dramaturgia, hay un infinito mundo para crear y poder identificar todo con el legado de la danza y las artes escénicas en general. “Hay un trabajo muy específico que tiene que ver con entender la danza como un proceso asociativo. No pensar que la danza solo es una sucesión de movimientos armónicos en el espacio y el tiempo”,aseguró .
Cree que más bien es un proceso fenomenológico sobre lo que le sucede a diario al ciudadano. En ese sentido, parte desde su inquietud en los 20 años de trayectoria, poder convocar artistas de otras disciplinas, bien sea del teatro, las artes plásticas o del diseño, y este mundo paralelo que siempre acompaña las artes que son los técnicos, en el caso de iluminación.
Según Ponce, todo esto se ha dado como un proceso colaborativo, asociativo y en eso ha radicado su interés en sus 20 años de trabajo, eso desde el punto de vista formal. Desde el punto de vista estético podría decir que hay una inquietud siempre en pensar la danza comprometida con su propia existencia, sin hacer movimientos por movimientos sino asociarlas a complejos tratados, bien sea por libretos tratados o textos escritos.
Considera que han hecho un trabajo de gestión, que es importante al entender que todo lo artístico no se queda solo en un salón, un espacio de madera y un espejo, sino que también trabajan para un público, una comunidad en la cual hay algo que se le ofrece. Debe quedar no solo en el acto de representación, sino también de la información de lo que hacen, en la medida que presentan desde un catálogo hasta la página web que manejan para colgar toda la información relacionada al grupo de danza.
¿Qué distancia hay entre lo figurativo y los abstracto?
Ponce asegura que la danza, de por sí, es abstracta porque se expresan con el cuerpo con formas abstractas, a diferencia del teatro que tiene el poder de la palabra. Cree que no se trata de en qué tanto se aproxima lo artistico si dejan de ser figurativos o son abstractos. De lo que se trata es que de lo que se produce. Que, en el caso de la danza, tenga el poder de ejercer en quien lo observa una posibilidad de transformación, de cambio, de sublimación y de reflejo. Esa es parte de la función de arte. Afecta, conmueve y moviliza. En ese sentido, se pueden ubicar en la abstracción de la danza.
Para Ponce, en el caso de Dramo pasa algo muy particular: como han intentado romper fronteras entre lo que es el movimiento puro y lo que son las experiencias teatrales, han usado hasta la palabra como tal. Sin embargo, siempre sigue siendo el discurso de la danza en términos de abstracción. No obstante, él podría decir que el público, ante esta abstracción tiene la posibilidad de soñar.