Cuando se cumplen 23 años de la Rebelión Militar, del 4 de febrero de 1992, el pueblo venezolano se movilizó llenando espacios en la parroquia 23 de Enero, por donde pasó una caravana que partió desde la Academia Militar, en Fuerte Tiuna y se movilizó hasta el Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del Comandante Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana y del alzamiento militar de ese 4 de febrero de 1992.
Texto y fotos: AVN
El Rincón del Taxista, en el 23 de Enero, es uno de los lugares donde el pueblo patriota dijo presente una vez más para rendir tributo, en la palabra y acción, a quien con valentía, bolivarianismo, solidaridad, lealtad y desprendimiento luchó por la dignidad del pueblo.
Carlos Yánez, de 48 años, asistió al Rincón del Taxista para participar de la movilización. Desde allí recordó que la rebelión del 4 de febrero “fue una acción contra el paquetazo, contra las políticas excluyentes del Gobierno de Carlos Andrés (Pérez), a quien no le importó empeñar al pueblo humilde, someterlo a la más voraz miseria. El 4 de febrero es un día, sin duda, para honrar al Comandante, que siendo un hombre uniformado entendió que el verdadero sentido de un militar es el pueblo”, manifestó.
Yánez rememoró que cuando joven vivió “el maltrato con la exclusión y la inequidad”.
“Aquí el pobre era pobre y más nada. No tenían ninguna voluntad de visibilizarlo y de reconocerlo. Por eso el 4 de febrero de 1992 fue la esperanza de ese pueblo”, destacó.
El Comandante Chávez, esa mañana del 4 de febrero cuando pronunció el “por ahora los objetivos que nos planteamos no fueron logrados”, se hizo responsable de la rebelión y marcó el inicio del proceso revolucionario pacífico, inclusivo y de justicia social que se desarrolla en Venezuela
El propio Hugo Chávez definió al 4 de febrero como “un relámpago en la oscuridad reinante”, y es así como lo recuerda el pueblo venezolano.
La ignorancia no mata al pueblo pero tampoco lo salva…