Este viernes, músicos del grupo Madera, conformado en la parroquia caraqueña de San Agustín desde el año 1977, ofrecerán un concierto en compañía de amigos y músicos exponentes de la salsa, para recordar a los 11 compañeros fundadores del colectivo musical que perdieron la vida el pasado 15 de agosto de 1980, cuando se trasladaban en la embarcación Esther que se hundió en las aguas del río Orinoco.
AVN (Texto: Arianne Cuárez)
A 34 años de la tragedia —en la que también perdieron la vida ocho jóvenes integrantes del grupo teatral El Chichón, de la Universidad Central de Venezuela (UCV)—, la agrupación hará sonar sus tambores y su alegría, características que, afirman sus integrantes, son una razón histórica para los habitantes de San Agustín.
Los once integrantes que naufragaron (Juan Ramón Castro, Felipe Rengifo, Jesús “Chu” Quintero, Ricardo Quintero, Héctor Romero, Lesvy Hernández, Ángel Silvera, Luis Orta, Alfredo Sanoja, Ricardo Orta, Alejandrina Ramos, Nilda Ramos y Tibisay Ramos), se dirigían a bordo de la falca Esther, embarcación perteneciente a la Fundación del Niño, para participar en un intercambio con comunidades indígenas del estado Amazonas.
La embarcación viajaría desde el Puerto de Samariapo, hasta San Fernando de Atabapo, ambos destinos del referido estado. De acuerdo con el testimonio de sobrevivientes a la tragedia, incluyendo el de Armando Carías, periodista, el hundimiento ocurrió porque la embarcación no contaba con las medidas de seguridad adecuadas para realizar con éxito un viaje previsto para 12 horas de duración: tenía una falla en el motor y no contaba con especialista a bordo que pudieran atender y solucionar cualquier tipo de emergencia.
Esta tragedia significó una situación muy dolorosa para el resto de los integrantes de la agrupación y sus familiares, quienes no encontraron justicia a través de las autoridades que en esa época estaban bajo el gobierno del socialcristiano Luis Herrera Campins.
La primera dama de la República, Betty Urdaneta de Herrera, quien para ese entonces estaba al frente de la Fundación del Niño y había recibido e inspeccionado a la embarcación Esther, construida en Brasil, no ofreció explicaciones sobre el hecho.
Los medios de comunicación también ignoraron la tragedia al no reseñar ni investigar el caso, con excepción del periodista Alexis Rosas, quien fue detenido por “alterar el orden público”, como una estrategia para detener el proceso de investigación que ya adelantaba sobre la muerte de los integrantes del grupo.
Sin embargo, a pesar de la tragedia, el resto de los integrantes de la agrupación decidieron continuar haciendo música para la parroquia, para el pueblo, y también para apoyar a la Revolución Bolivariana, proceso de transformación política liderado por el comandante Hugo Chávez, quien siempre aplaudió el trabajo cultural y popular que la agrupación ha desempeñado en San Agustín desde su creación.
En la actualidad, la agrupación se trasformó en una fundación que diariamente trabaja en el fortalecimiento y promoción de manifestaciones culturales venezolanas, y ha llevado el sonido del tambor a diferentes estados del país.
También, la fundación formó al grupo Maderita, que de acuerdo a lo expresado por su fundador Noel Márquez en una entrevista concedida al diario Últimas Noticias, “pone en manos de la juventud el sonido de los tambores para hacer música para la paz”.
“Si los tambores están en manos de la juventud, la juventud se va a apropiar de ellos en forma positiva (…) Estamos recordando con acción a nuestros compañeros desaparecidos del grupo Madera. Teniendo de ellos una lección, una fortaleza”, expresó Márquez.