AUDIOS: Ismael Querales y otros especialistas nos llevan a conocer el Joropo Central

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Ismael Querales (der.), uno de los entrevistados para este programa sobre el joropo central. Foto: Luigino Bracci

El segundo capítulo de la serie “Patrimonios Culturales de Venezuela”, realizada por Alba Ciudad 96.3 FM, nos lleva a conocer el Joropo Central, ritmo que se ubica principalmente en los estados Miranda, Aragua y Carabobo. Se le conoce también como joropo aragüeño, golpe aragüeño o golpe tuyero. Es una de las formas más conocidas del joropo venezolano. En esta ocasión, Randolph Borges entrevistó a Ismael Querales, al investigador y musicólogo Rafael Salazar, al licenciado en educación Víctor Márquez -especializado en folclor venezolano- y a la cultora Alejandrina Martínez para darnos un completo panorama de esta importante manifestación cultural.

Entrevista: Randolph Borges
Investigación, edición y montaje: Nadesjka Landaeta
Texto para web: Luigino Bracci

Escuche o descargue el programa completo:

Ismael Querales es un músico y compositor venezolano, quien con su bandola ha marcado la tendencia en la música tradicional y contemporánea. Querales fue miembro fundador de Un Sólo Pueblo, Canturria Popular Venezolana, Pasacalle, Rucaneo del Mabil y la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Cultura Tradicional (Fundatradiciones). También ha sido miembro del Grupo Cántaro y creador de la agrupación La Banda de la Bandola (Mastranto Jazz). Ha participado en muchos eventos internacionales, representando a nuestro país y poniendo a nuestra cultura bien en alto.

Querales nos menciona los instrumentos protagonistas dentro del joropo central, recordándonos que el instrumento más popular es el arpa, pero es distinto del arpa llanera porque las 12 primeras cuerdas -las primas o de sonidos agudos- son de metal, a diferencia de las llaneras, que son de nylon (antes de inventarse el nylon, en 1935, las cuerdas se hacían con tripa de animal).

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Quien canta porta las maracas. En el joropo central generalmente no se usa cuatro (Archivo/Luigino Bracci/Alba Ciudad)

El arpa del joropo central tiene un cajón más grande, más cuerdas (hasta 36 cuerdas, la llanera llega hasta 32), y unos sonidos graves, porque al tener más cuerda tiene unos graves más profundos. Y no se acompaña con cuatro; es arpa, maraca y buche, y quien canta (quien tiene “el buche”) es quien toca las maracas.

Las primeras 12 cuerdas del arpausada en el joropo central son metálicas (Archivo/Luigino Bracci/Alba Ciudad)

Las primeras 12 cuerdas del arpausada en el joropo central son metálicas (Archivo/Luigino Bracci/Alba Ciudad)

Explicó Querales que en el Tuy parece que se perdió el uso de la bandola como instrumento en el joropo central, pero “esa bandola de 8 cuerdas sí se conserva en Barlovento, en la zona de El Guapo y Cúpira. En El Guapo lo llaman ‘joropo pata’e perro’, y cuando empecé la gira del Sistema Nacional de Culturas Populares, uno de los toques fue en Cúpira”.

Señaló que allí conocí a un señor de 85 años, tocando la misma bandola de El Guapo y Guaribe, como elementos que usan en Guaribe”. Le indicó que tenía un hermano de 90 años que también tocaba esa bandola.

A continuación escucharemos, un “joropo pata’e perro”:
La llamada Indoafricana, por Víctor Papiro Armas.

Si bien el joropo central es muy común en los Valles del Tuy, en Aragua o en Carabobo, Querales nos explica que se ha expandido por otros lugares del país: “desde la frontera con Anzoátegui, pasando por el norte de Guárico, San José de Guaribe, Altagracia de Orituco; por toda esa parte norte que llega hasta Carabobo, desde Guárico pasando por el estado Aragua”. Explicó que en Lezama de Orituco, una zona bastante llanera, las personas le dijeron que preferían bailar el joropo “al estilo mirandino”.

“Y llega hasta el estado Vargas, donde se baila al estilo tuyero. Vi joropo en Naiguatá y en Choroní al estilo aragüeño y mirandino. En Caracas es una tradición desde siempre el joropo central y tuyero”, explicó Querales.

Baile

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Rafael Salazar

El baile del joropo central es muy alegre y tiene sus diferencias con el tradicional joropo llanero. El musicólogo Rafael Salazar explica que tanto en el joropo llanero como el central “las figuras son básicas: el valseado con el que se inicia el joropo, en el llano el escobillado lo hace la mujer, la mujer no zapatea, porque el joropo es una propuesta de conquista amorosa”. El zapateo imita el embiste de un toro.

“En cambio, en el joropo central solamente se nota el valseado y un zapateo más o menos suave, aunque últimamente los jóvenes han hecho lo que llaman ‘la metralleta’, que es un zapateo colectivo delante de los músicos, para lucirse en el joropo”.

Dentro del joropo central existen diferentes formas musicales, entre ellas el pasaje, el golpe y la revuelta. Ésta última es la más compleja de tocar, y su mayor representante es el maestro Fulgencio Aquino.

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Foto: Archivo/ Prensa MPPC

Salazar explica que la revuelta proviene de una forma de trabajo de montaña, que proviene de “cuando los hombres iban a sembrar o recoger el café. Hacían las famosas filas y habían unos que tenían más defensas que otros. Cuando las filas eran irregulares, el que iba de último gritaba: ‘¡a la revuelta!’. Se cambiaban y el que iba más adelantado se iba a la última fila, para que la tarea -que se hacía en un día- se pudiese cumplir más rápidamente”.

Dentro de la revuelta se pueden encontrar cuatro secciones: el pasaje, el yaguazo, guabina y la marisela.

Le invitamos a escuchar:
La Revuelta, interpretada por Fulgencio Aquino

Víctor Márquez, licenciado en educación especializado en historia y ciencias sociales, ha dedicado la mayor parte de sus trabajos a la investigación folklórica. Nos comenta cómo la influencia de otros géneros musicales ha ido penetrando al joropo central, especialmente al tuyero, corriendo el riesgo de ser totalmente desdibujado y perder sus elementos tradicionales.

“La música que actualmente se cultiva y se da en los bailes tiene muy poco que ver con el joropo. Uno va a un baile y escucha con suerte dos pasajes en toda una noche. Los músicos no quieren tocarlo y alegan que, a los que bailan, no les gusta bailarlo”.

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Víctor Márquez (izq.) y Alejandrina Martínez

Explica Márquez que “los golpes, en su mayoría, están inspirados en música extranjera, en ‘La Batidora’ y en una cantidad de cosas que nada tienen que ver con el folclor, y eso es lo que incentiva a los muchachos a bailar. Claro que están bailando, pero es una música que no tiene nada que ver con el joropo: merengue con arpa, bachata con arpa, vallenato con arpa. Todo lo demás se conserva: el yaguazo, cuando tocan guabina y marisela, muy extraña vez pero se conserva”.

Señaló que los golpes tuyeros están dañados no sólo en la parte musical sino en sus letras. “Las letras del joropo tuyero actual han caído en cosas simplistas, y le hablan al amor de forma bastante plana y llana, a veces rayando en lo vulgar, cuando veníamos acostumbrados a una historia: el joropo tuyero se canta en décimas, en cuartetas, una que otra vez en romance, en redondillas. Y veníamos con una tradición de una poesía muy hermosa”, explicó el docente. “Desde hace 20 años para acá eso ha ido mermando, hoy no tenemos poesía ni nada. Tenemos versos porque están rimados, pero de muy mala calidad”.

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Víctor Márquez

“El joropo tuyero se está distorsionando. No se perderá como tal, pero lo que uno encuentra grabado como joropo tuyero es algo que no tiene nada que ver con esto. Muchos de los músicos se justifican y dicen que hay que adecuarse a los nuevos tiempos”, con lo que él discrepa pues, en su opinión, “los que hoy defienden esa transformación, tarde o temprano ese proceso se los va a consumir”.

“La moda pasa, y todo el que es un producto de moda tarde o temprano va a pasar. En cambio, cuando usted se mantiene fiel a sus raíces, eso es eterno. Hoy todavía escuchamos discos del Joven Calzadilla, de Salvador Rodríguez o Fulgencio Aquino y pare usted de contar, mientras que los discos que ellos grabaron hace dos años no los escuchan en ninguna parte, y eso ya pasó de moda, no lo consiguen, no está, no existió.

Márquez propone que las y los cultures se reúnan y discutan el tema, para buscar soluciones que ayuden a la promoción del joropo tuyero. “Primero se debe dar una especie de conversatorio entre músicos, arpistas, cantadores y los que bailan, en una especie… no de debate, pero sí de decirse las verdades. Y el que quiera tocar vallenato y todo eso, que monte tienda aparte y se vaya a tocar vallenato con arpa, ¡pero que no diga que es joropo tuyero!”.

“Algo así sucede con el joropo llanero, que la mayoría de lo que llaman pasaje no son pasaje (…) Son baladas, algo así, pero pasaje no son. No es que estén malas, muchas son muy bonitas aunque otras rayan en lo vulgar”.

Pancho Prin

Una de las referencias más importantes del joropo tuyero fue Francisco de Paula Prim Villegas (“Pancho Prin”), quien se dedicó completamente a este género musical.

Desde muy pequeño asistía a los velorios de la Cruz de Mayo, donde muchas veces fue el decimero. Su carrera artística avanzó de manera vertiginosa, representando a Venezuela en países como España, México, Estados Unidos, Arabia Saudita y Japón. Logró grabar 59 producciones discográficas.

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Pancho Prin

Diferentes personalidades del joropo central lo acompañaron durante su trayectoria como cantante, entre ellos Pablo Hidalgo, Juan Onofre Machillanda, Juancito Martínez, Ricardo Latorre, Dionisio Bolívar, Gabriel Cirilo Ruíz y su gran amigo, Valerio “El Joven” Calzadilla. En 2000 fue declarado Patrimonio Cultural del estado Miranda, y el 11 de febrero de 2003 muere a los 73 años, dejándonos su legado musical.

Hoy, su hijo el también cantante de joropo central Panchito Prin continúa su legado.

Escuchemos la canción “Petare”, de Pancho Prin.

La voz recia del Llano: Alejandrina Martínez

Alejandrina Martínez, cultora reconocida por su talento interpretando el joropo tuyero, es llamada por sus seguidores como “la voz recia del llano central”. Ella proviene de Santa Lucía, estado Miranda, pero desde hace 30 años reside en Charallave.

Martínez tiene 34 años de carrera artística, ha grabado dos discos compactos, siendo el más reciente: “Dos copleras”. Nos explica sus inicios en el joropo tuyero: “en el sitio donde nací y me crié no se veía joropo, ¡ni radio se oía! Pero yo nací con ese don (el canto), sin saber que la música existía. Pero yo cantaba a mi manera. Cuando tenía 5 años, un tío mío llevó para allá un tocadisco, unos discos del difunto Valerio Calzadilla con Margarito Aristigueta y Pancho Prin. “Esos discos yo me los aprendía, porque tenía una mente relancina para agarrarme las letras”.

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Alejandrina Reyes (Foto: Luigino Bracci)

“Soy campesina y a mucha honra, me crié en el campo. Mi papá me compró un radiecito y allí empecé a cantar, con unas maraquitas de frasco de plástico. Yo misma las hice y yo cantaba”. Señaló que “cuando me tocó cantar por primera vez al lado de un arpisto, tenía 14 años. Canté en un baile de joropo en un campo, no existía eso que llaman sonido… era arpa, maraca y buche, así empecé”. Indicó que cantó por primera vez con el arpisto Juan Molina, quien aún vive.

A los 15 años, Martínez fue por primera vez a una emisora de radio junto a un arpisto, Don Félix Díaz “la maravilla del arpa”. De allí poco a poco fue destacándose con infinidad de músicos, para llegar adonde se encuentra hoy.

Su formación fue autodidacta, pero observando a los que saben: “no imitándonos pero sí aprendiendo de la veteranía de mis compañeros (…) Uno aprende del que sabe más que uno. Uno está cantando y hay muchas bases para uno inspirarse y desarrollar más de lo que uno quiere dar. Hay muchísimas técnicas, de repente una persona que está allí, sin darse cuenta le está inspirando a uno para uno desarrollar ese talento que uno tiene. Una mirada, ¡tantas cosas! Siempre hay alguien que lo insira a uno, aunque no se dé cuenta… mi experiencia es esa”.

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Alejandrina Reyes (Foto: Luigino Bracci)

Martínez explica que el apoyo hacia las mujeres en el joropo central es bastante restringido. “”Es cosa dolorosa porque somos pocas las mujeres que cantamos joropo, y en verdad el apoyo ha sido poquito. Mis primeras grabaciones han sido con el maestro William Andrade y en el último disco grabamos con Yustardi Daza, reconocido como uno de los mejores. Tremenda grabación, excelente, pero de verdad las mujeres como cantantes no tenemos mucho apoyo… pero cuando a uno le gusta, ¡uno lucha! Me gusta mi música, he luchado y lucharé por ella mientras la garganta no me falle”.

La cultora aconseja a quienes organizan fiestas y eventos dar apoyo a los jóvenes que incursionan en el joropo tuyero, a quienes muchas veces dejan para el final de la fiesta, a las 3 de la mañana o incluso a las 7 de la mañana cuando ya todos los demás están agotados o la fiesta prácticamente está terminada. “Aunque sea déjenles tocar un tema la medianoche”, aconseja.

Escuche a Alejandrina Martínez a capella:

Escuche el tema “El amor de mi vida” de  Alejandrina Martínez 

De esta manera culmina la segunda entrega de “Patrimonios Culturales de Venezuela”, producción radial y para la web realizada por el equipo de Alba Ciudad. En próximas entregas se continuará con el joropo oriental y el joropo guayanés, como parte de los hitmos tradicionales venezolanos.

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Alejandrina Martínez en entrevista en Alba Ciudad (Foto: LBR)

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Ismael Querales (Foto: LBR)

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Ismael Querales entrevistado por Randolph Borges (Foto: LBR)

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Ismael Querales con su bandola (Foto: LBR)

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2 Comentarios
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Mayuli Jaimez
Mayuli Jaimez
8 años atrás

Me gustó mucho. Excelente información.

Jose G
10 años atrás

Me encanta