Durante una semana, el Núcleo Endógeno Cultural Tiuna el Fuerte, ubicado en Longaray, parroquia El Valle en Caracas, se convirtió en sede del UN-Convention, evento que busca que músicos independientes de varios lugares del mundo -que han logrado darse a conocer y vivir de su música sin recurrir a las grandes transnacionales del entretenimiento-, socialicen sus conocimientos “para realizar toda una cadena de producción musical sin depender de empresarios mercenarios que sacrifican el arte, convirtiéndolo en mercancía envasada al vacío”.
Texto: Laboratorio de Artes Urbanas / Prensa Tiuna El Fuerte
Presentamos un resumen de las mejores charlas, elaborado por el Laboratorio de Artes Urbanas de Tiuna El Fuerte, recordándote que puedes conseguir más información en laboratoriodeartesurbanas.blogspot.com y en unconventionvenezuela.wordpress.com.
El pasado 18 de abril, el anfiteatro de la nave 1 del Parque Cultural Tiuna El Fuerte sirvió de escenario para debatir cómo ha funcionado el comportamiento de la industria musical venezolana. Ponentes de amplia trayectoria como el periodista dedicado a la música Juan Carlos Ballesta, el director del Instituto de Artes Escénicas y musicales (IAEM) Armando Flores, el ingeniero de sonido Carlos Guzmán y el manager Alberto Cabello discutieron sobre los alti-bajos que ha tenido en los últimos años la industria disquera y de quién se encarga de poner en la palestra lo que se hace en el país.
Ballesta, periodista y director de la Revista Ladosis, paseó su ponencia por la crisis que ha sufrido la industria del disco, relató que aunque en los años 80, Venezuela tuvo un boom en cuanto a la industria del entretenimiento musical y el decreto del 1×1 que permitió su auge, actualmente es distinto, porque grandes disqueras como Sony y Universal han mermado en potencia por el advenimiento de nueva tecnologías. “Claro, lo que está en decadencia es la industria del disco, no la música”. Para Ballesta, la clave para músicos independientes debe ser el sumar esfuerzos, cada quien desde sus perspectivas, porque de manera individualista no se recibe apoyo y se pierde fuerza, “Una iniciativa como UN-Convention apunta a la proyección de la buena música hecha por venezolanos¨.
El director del IAEM, Armando Flores, quien dedicó su ponencia a una pregunta sencilla: ¿Quién suena en la radio? Y respondió: “Sólo un 2% de los músicos venezolanos son los que logran acceder a los medios de comunicación social. Lo que escuchamos en radio no significa que esas bandas estén por encima, sólo que las grandes industrias disqueras son las que pueden pagar espacios para que sus bandas se escuchen”. El cambio más importante que se registra en la industria venezolana ha sido el vuelco del formato físico al digital. “El advenimiento de Internet rompió el paradigma de la difusión y distribución musical, la manera no convencional es la distribución por las redes”, señaló el manager Alberto Cabello.
Luego de nutridas intervenciones por parte del público, este primer panel de Un-Convention en Caracas acuerda según el reconocido ingeniero musical Carlos Guzmán, que en Venezuela “falta organización, no talento”, puesto que unidos se combate con la industria hegemónica.
Logrando que suenen las canciones que produce el pueblo
En horas de la tarde, se abrió el debate sobre la responsabilidad que tiene el Estado y la empresa privada para el apoyo a músicos locales. Miembros del sector público y privado fueron convocados para confrontar sus visiones. El Estado asistió, pero pese a la invitación realizada a Pepsi Music, su silla quedó vacía. Sin embargo, bajo una asistencia concurrida, el anfiteatro de Tiuna El Fuerte abrió de nuevo la discusión, esta vez, giró en torno a si es un deber o no que instituciones y empresas financien económicamente a músicos independientes.
Freddy Ñanez, presidente de Fundarte, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, comenta cómo en los últimos años la gestión de este ente a través del Gobierno Bolivariano, ha generado instrumentos legales para promover saldos positivos en cuanto a desarrollo cultural. Opina que, en siete años de creación que tiene el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, “el Estado se ha encargado de custodiar el desarrollo cultural reivindicando lo popular”. Ñanez habla de lo positivo de las experiencias locales en producción independiente y de la necesidad de espacios para su promoción. “Tiuna El Fuerte es un espacio urbano independiente y fuera del Estado, que están conscientes de sus derechos y también de los deberes del Gobierno”.
“Se acabo la lloradera”, dijo el sociólogo Ociel López, uno de los panelistas, haciendo referencia al auge de la producción independiente. A su juicio, con las redes sociales las canciones que se están escuchando son las que el mismo pueblo produce. Su comentario hace alusión al hecho de las preocupaciones y limitaciones que embargaban a músicos y artistas hace 20 años atrás, antes del advenimiento de las redes sociales. “Ahora los chamos gracias a la tecnología pueden grabar y distribuir sus temas y videos y ese es el punto de fuga entre el mercado y el Estado”, agregó.
Viviendo de la música
El miércoles también se desarrolló el foro “Vivir haciendo música” en el que los ponentes Ruth Daniel, Edgar Moreno, Aquiles Rengifo y James Lackay conversaron sobre la importancia y características de vivir de la música en el mundo de hoy. El panel “Vivir Haciendo Música” se preguntó por qué si la economía que produce la industria cultural es una de las más lucrativas del globo, nuestros músicos no pueden vivir de su arte. Daniel, activista y creadora musical de Reino Unido, fundadora de la experiencia Un-Convention brindó al público asistente una serie de tips para emprender proyectos musicales: pasar de las grandes ideas a proyectos que las delimiten, buscar mentores que ya hayan emprendido proyectos similares, articular con gente parecida o interesada global y localmente, entre otras.
Por su parte, Edgar Moreno, músico de las agrupaciones Musikalia y El Quinto Aguacate, brindó un panorama de las dificultades que viven los músicos en el país y enfatizó en la necesidad de fortalecer la unión de los músicos para demandar transformaciones en el manejo de las políticas publicas. También aclaró que la música no puede imponerse desde arriba y que la música venezolana no es necesariamente el joropo, sino la que inventemos los venezolanos. Esta perspectiva nacional, le abrió el espacio a James Lakay, integrante del grupo de reggae Nou Vin Lakay, quien enfatizó en la necesidad de tomar espacios mediáticos privados para dar a conocer los proyectos musicales y no dejarse manipular por las instituciones que ven a la música como algo que hay que ayudar, como si diera lástima.
“El 97 por ciento de toda la música del mundo se ha perdido”
Durante el segundo día de UN-Convention, los importados Jez Collins y Andrew Dubber de Reino Unido, los hermanos coreano-alemanes de Symbiz Sound y quien se encargó de dar valiosos aportes el moderador Juan Carlos Ballesta, periodista de la revista “La dosis”, pasaron dato sobre la importancia de digitalizar y contar lo que hacemos, para hacer historia.
El panel, llamado Archivos digitales, paseó la mirada por la experiencia de conocidos académicos de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y del grupo de Reggeae y Hip Hop Symbiz que graban sus propias producciones. Ellos se encargaron de hablar cómo se puede impulsar la música local a través de las redes para difundirlas en todo el mundo. El académico Jez Collins, ha dedicado su trabajo a los asuntos sociales y culturales, específicamente en la preservación de archivos musicales para la memoria colectiva. “Al estar aquí me he preguntado por qué la música de Venezuela no se conoce en el mundo. Si no conoces tu historia, no puedes hacer historia”.
Collins dice que se hace necesario reseñar lo que hace el colectivo de Tiuna El Fuerte, ya que su registro permite hacer historia, de esta forma todos recordarán lo que se hizo y se hace, construyendo de esta manera la memoria colectiva. “Mi experiencia en Venezuela ha sido única y por eso la publiqué en Internet. De esta manera, en otras partes del mundo, la gente sabe lo que se hace aquí. Se trata de digitalizar nuestras experiencias para hacer historia” agregó.
Andrew Dubber, quien ha publicado varios libros en Inglaterra sobre la industria musical y archivos digitales, relató en el foro que el 97% de toda la música se ha perdido. “La música que no ha sido publicada es porque no se ha considerado comercial. Por esto se está perdiendo nuestra cultura. No conocemos la verdadera historia, si las disqueras no lo hacen, hagámoslo nosotros”. Asimismo dijo que no es justo pensar en la música como una mercancía. “La música debe servir para hacer más música”.
Los hermanos de Symbiz Sound, quienes producen su música de manera independiente y usando controladores MIDI fabricados por ellos mismos, expresan que no hacen música para que les paguen, sino para que les escuchen. “Nosotros hacemos música y la colgamos en youtube y soundcloud porque, al digitarlos, nos permite compartirla con el mundo y que la gente sepa que existimos. Permite preservar. Nos interesa que nos vean y escuchen”, dijo Buddysym. Hay muchas cosas que decir y necesitamos a alguien que se lo cuente al mundo. Usemos la tecnología, hagamos y compartamos música.
¡Luces, Cámara, Canción!
Al tercer día de Un-Convention Venezuela, expertos de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido, y productores audiovisuales venezolanos se dieron cita en Un-Convention Caracas para contar su experiencia en producciones videográficas amateur y profesionales, y aprovecharon para dar consejos y herramientas útiles al momento de grabar.
- Hacer videos para que sean vistos y comentados: Esa fue la idea central de Andrew Dubber, uno de los invitados internacionales de Un-Convention en Venezuela. Como académico de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido señaló que el formato videográfico ayuda a contar historias de cómo se hace la música, más que contar historias mostrar paisajes. Relata que hay múltiples maneras de contar historias y lo esencial es tener buenas ideas.
- De la idea a la acción: Fueron las palabras de Omar Lamuño, director del videoclip Yerbamora, de la agrupación musical Bituaya. Además, este director tiene amplia experiencia en producción de cine y publicidad. Su consejo a nuevos realizadores audiovisuales es que se enfoquen en el diseño de producción. “Planificar estrategias, usar locaciones propias como plataforma y tener en cuenta que al no tener dinero el tiempo de producción aumenta”. Dijo también que la principal arma para la difusión es la red. De nada sirve hacer un video y no lanzarlo.
- Petare, barrio de Pakistán: Los realizadores de este video, con casi dos millones de visitas pasaron dato sobre su propuesta audiovisual como crítica social. “No somos un par de realizadores y cantantes, somos críticos que no podemos huirle al lado negativo del país”, dijo Saúl Torres, uno de los realizadores.
- Youtube, una videoteca universal: Esta red social es una de las principales herramienta para difundir producciones independientes y llegar a todas partes del mundo. Andrés Sanatore, realizador audiovisual, resalta la importancia del uso de Internet, porque a través de esta, fácilmente uno puede formarse como productor a través de tutoriales. “MTV acabó con la Radio y Youtube acabó con MTV”.
- Seamos choferes de la cámara: “El arte es auténtico y nace contigo, importa poco el presupuesto, lo que importa es la idea”, señaló el director Flavio Pedota. Lo más importante a tomar en cuenta es lo que indica Pablo Pérez, de la productora Dame pa’ grabala, “Antes de realizar un video tiene que haber un tema”.