Contando con un “sólido apoyo” del gobierno de Estados Unidos (EEUU), presidido por Donald Trump, el diputado de la Asamblea Nacional (AN) en desacato, Juan Guaidó planificó el golpe de Estado contra el presidente de la República, Nicolás Maduro, durante viajes secretos realizados en diciembre de 2018, reveló un informe elaborado por The Associated Press (AP).
Texto: AVN y AP
El documento titulado Diálogo secreto permitió coalición anti-Maduro, de fecha 25 de enero, señala que el dirigente del partido de extrema derecha Voluntad Popular (VP) se trasladó “discretamente” a EEUU, Colombia y Brasil para presentar la estrategia opositora de “convocar manifestaciones masivas” ante la juramentación de Nicolás Maduro para el período gubernamental 2019-2025, que se realizó el 10 de enero ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El dato, que fue suministrado por el prófugo de la justicia venezolana Antonio Ledezma, se amplía con la declaración de otro dirigente opositor que precisó que la salida desde Venezuela hacia Colombia se realizó vía terrestre. El motivo sería evitar “atraer la atención de funcionarios migratorios”.
Encontrar un “consenso” entre factores adversos al Gobierno Nacional contempló “sesiones prolongadas” de envío de mensajes de texto, así como el uso de intermediarios para transmitir mensajes a Leopoldo López, promotor del plan “La Salida”, ejecutado en 2014 y que dejó un saldo 43 muertos y más de 800 heridos.
De este modo, la decisión de “confrontar directamente” a Nicolás Maduro resultó del respaldo brindado por la administración estadounidense, que condujo a un grupo de gobiernos de derecha a reconocer a Juan Guaidó como “presidente encargado”, luego de su autoproclamación durante un acto inconstitucional y de nulidad jurídica, celebrado el 23 de enero en el municipio Chacao, del estado Miranda.
“(Donald) Trump personalmente ha desatado buena parte de esto”, consideró Fernando Cutz, exasesor de Seguridad Nacional del expresidente Barack Obama y del presidente Donald Trump.
La retórica amenazante utilizada por Trump contra Venezuela, particularmente su insinuación de recurrir a una opción militar, convenció a gobiernos de la región sobre su disposición de actuar contra el Gobierno Nacional.
“Las naciones del hemisferio se percataron de que tenían en Estados Unidos un presidente dispuesto a encarar una crisis a la que gobiernos anteriores habían restado importancia debido a sus limitadas implicaciones para la seguridad nacional estadounidense”, dijo Cutz, citado por AP.
En paralelo a EEUU, el gobierno de Canadá, mediante su Canciller Chrystia Freeland, también jugó un rol protagónico en la maniobra golpista contra el Presidente Nicolás Maduro. La diplomática habría conversado con Juan Guaidó previo a la juramentación del jefe de Estado, así como ofrecido apoyo para “confrontar al líder socialista”.
Los gobiernos de Brasil, Colombia y Perú también habrían tenido activa participación en los planes contra la institucionalidad de Venezuela.
El pasado 9 de enero, el mandatario nacional denunció que “está en marcha” un golpe de Estado contra Venezuela, ordenado por EEUU a través del autodenominado Grupo de Lima. En aquella ocasión, explicó que los planes golpistas forman parte de una fórmula agresiva, violenta y que elude los principios fundamentales de convivencia entre los pueblos.
Viva Venezuela libre.Abajo el Imperialismo y sus alcahuetes del Grupo de Lima