Este martes, en horas de la mañana, en la sala de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca Nacional, se realizó Fantasmas, Muertos y Aparecidos de Caracas, conversatorio que contó con la participación de la psicóloga Alvarado Cabrera y la asistencia entusiasta de un público interesado en lo sobrenatural, en esa historia de Caracas que todavía está por escribirse.
Prensa IABN (Manuela Montilla / Fotos: Ronald Montaño)
Danaee Alvarado manifestó: “En psicología nos dicen que los fantasmas son experiencias que tienen que ver con alucinaciones y estados de la percepción alterados. Son vistas con recelo. Durante mi investigación, descubrí que son parte de mi historia, de lo que somos. Encontré mucha bibliografía dispersa; hay interesantes historias de fantasmas en Caracas”.
En aquella Caracas donde no había llegado la luz eléctrica, “era más sencillo que se camuflagearan los amantes furtivos con sus sábanas blancas dando miedo en la calle, de ahí la leyenda de la Sayona. Historias de amores clandestinos que se disfrazaron de cuentos de fantasmas. Sin embargo, sí hay fantasmas…”, dice riendo Alvarado.
Renny Rangel, administrador de la página digital La Caracas de Ayer, habló del Enano de la Catedral y del Carretón de la Trinidad, que venía desde el Hospital Vargas y atravesaba toda la zona, “en las noches de neblina dicen que se escuchaba un escándalo, con unas luces, pero que no se veían los caballos, sino un bulto con cachos, y olía a azufre”.
María de la Luz Mendoza, jefa de División de la BN, acotó: “Efectivamente en el Foro Libertador hay presencias fantasmales. A mí me tocó trabajar en la casita de Santaella, actual casa de Teresa de la Parra. Arriba hay unos baños hermosos con aljibes. En la hora del almuerzo, escuchábamos clarito el agua que caía de alguien que se bañaba; y quien cuidaba la casa, decía ver a una dama que bajaba la escalera, pero no se veían sus pies”.
Alimentados por la angustia que genera la expectativa de escuchar un verdadero cuento de fantasmas, la audiencia decidió poner las sillas en círculo, y Manuel Decam, investigador, contó dos historias que sucedieron en 2010 luego de la inundación del sótano 4.
“Un colega trabajador, me contó que estando de guardia, bajó a las 11:00 pm al cajero que estaba en el AP-1, y sorprendentemente se detuvo el ascensor en AP-2, e ingresó una monja; en la mente de este señor no hay pensamiento de fantasmas, sencillamente le pareció extraño. Al llegar al AP-1 se bajó del ascensor y no supo más de ella”, dijo Decam.
Y la otra historia, continuó: “Uno de los choferes de ViVe, a eso de las 10:30 pm, subió a a la cocina, y vio a una señora vestida de blanco que se paseaba por las oficinas. Le extrañó, avisó a la Oficina de Seguridad para que revisaran las cámaras pero no la encontraron; a su regreso, la vio ir hacia la fachada principal, avisó, no la consiguieron”. Fueron tantas las historias que se acordó hacer un segundo encuentro este jueves 6 a las 2:00pm, en la sala de Libros Raros y Manuscritos.