Hezbolá ha confirmado este sábado la muerte de su máximo líder, Hassan Nasrallah. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron haberlo matado durante su ataque aéreo del viernes contra un edificio residencial en el suburbio de Dahieh, en el sur de Beirut, debajo del cual se encontraba el cuartel general del movimiento libanés.
Texto: Actualidad RT
En un comunicado, Hezbolá dijo que Nasrallah “se ha unido a sus grandes e inmortales compañeros mártires”, prometiendo que seguirá adelante con su “guerra santa contra el enemigo, en apoyo de Gaza y Palestina y en defensa del Líbano y su pueblo firme y honorable”.
“Ofrecemos nuestras condolencias y felicitaciones a sus compañeros mártires que se unieron a su pura y santa procesión después de la traicionera incursión sionista en el suburbio sureño”, declaró el movimiento chiita.
Nasrallah, que llevaba 32 años al frente de Hezbolá, es el objetivo más importante abatido por Israel en medio de la intensificación de la lucha contra el grupo libanés.
El ataque
Este viernes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron una serie de objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano, incluido el cuartel general central de la organización, situado debajo de edificios residenciales en el barrio de Dahiye de Beirut. El Ministerio de Salud del Líbano confirmó la muerte de seis personas, mientras que el balance preliminar de heridos es de 91 tras el bombardeo al sur de Beirut.
Luego, Hezbolá lanzó una andanada de 65 cohetes contra Israel. Medios locales informan que las sirenas antiaéreas sonaron en la ciudad israelí de Safed y comunidades cercanas.
Ya por la noche, continuaron los ataques israelíes contra lo que aseguran que son instalaciones de Hezbolá en Beirut. Las FDI detallaron que entre los objetivos atacados se encuentran instalaciones de producción de armas, edificios utilizados para almacenar armamento avanzado y centros de mando clave de la organización militarizada.
Reacciones
El portavoz de las FDI, el teniente coronel Nadav Shoshani, declaró que el ataque aéreo se basó en años de seguimiento a Nasrallah e “información en tiempo real”. Shoshani evitó revelar qué municiones se utilizaron en el ataque, así como brindar evaluaciones sobre las víctimas entre la población civil.
Según un alto funcionario israelí, la razón detrás del ataque fue que Nasrallah no desvincularía a Hezbolá del grupo palestino Hamás en la Franja de Gaza y no detendría los combates en la frontera norte. “Por lo tanto, la decisión fue sacarlo [a Nasrallah] del panorama de toma de decisiones“, explicó el funcionario a un sitio de noticias.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, condenó el ataque israelí y expresó el apoyo de su país a la resistencia antiisraelí libanesa. “El ataque de hoy del régimen sionista contra la zona de Dahiye, en Beirut, es un crimen de guerra claro e inocultable que reveló una vez más la naturaleza de terrorismo de Estado de ese régimen”, afirmó.
A su vez, el ministro de Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, aseveró que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y sus pandillas de criminales deben ser detenidos y procesados por sus crímenes atroces” en la Franja de Gaza y el Líbano.
Tras confirmarse la muerte del máximo dirigente del movimiento chiita, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, ha asegurado a través de un mensaje en su cuenta de X que “el camino de la resistencia de Hassan Nasrallah continuará”.
¿Quién era Hassan Nasrallah, máximo líder de Hezbolá?
Nacido en Beirut en 1960, Nasrallah comenzó su derrotero político en el Movimiento Amal antes de unirse a Hezbolá a principios de la década de 1980. Bajo su liderazgo, Hezbolá se convirtió en una poderosa fuerza con importantes capacidades militares e influencia política en el Líbano.
Nasrallah extendió el alcance de la organización mucho más allá del Líbano. Los combatientes de Hezbolá, considerada como la fuerza ‘proxy’ de Irán por Washington y sus aliados, contribuyeron decisivamente a apuntalar el Gobierno del presidente Bashar al Asad en Siria. Calificada como organización terrorista por EE.UU., Hezbolá ayudó a entrenar a combatientes de Hamás, así como a milicias en Irak y Yemen, escribe The New York Times.
El Estado dentro del Estado que ayudó a construir Nasrallah con financiación iraní y de expatriados mientras el Líbano luchaba por salir de una larga guerra civil incluye hospitales, escuelas y otros servicios sociales.
Choques con Israel
Hezbolá, bajo el mando de Nasrallah, chocó frecuentemente con Israel, con enfrentamientos notables, como la guerra del Líbano de 2006, escribe The Jerusalem Post. El liderazgo de Nasrallah durante estos conflictos impulsó su popularidad, especialmente entre quienes veían en Hezbolá un símbolo de resistencia contra Israel.
En las últimas semanas, las tensiones se han intensificado debido a los ataques de Israel contra Hezbolá, dirigidos a sus infraestructuras. Nasrallah condenó estas acciones como actos de guerra, acusando a Israel de atacar zonas civiles en el Líbano.
‘Bombas antibúnker’: ¿Cómo logró Israel alcanzar bajo tierra al líder de Hezbolá?
Israel utilizó 85 bombas GBU-31 de fabricación estadounidense, apodadas ‘bombas antibúnker’, en el ataque de este viernes que costó la vida al secretario general del movimiento libanés Hezbolá, Hassan Nasrallah, informaron medios locales.
Con un peso de alrededor de una tonelada por unidad, estas bombas, que en hebreo se denominan ‘Feliz Salve’, lograron penetrar en la sede central de la agrupación chiita, que se encontraba localizada bajo un edificio residencial en Beirut, la capital libanesa.
Las Unidades de Bombas Guiadas (GBU, por sus siglas en inglés) se crean mediante la vinculación de bombas ‘tontas’, no guiadas y de caída libre, con el sistema de cola de guiado de las Municiones Conjuntas de Ataque Directo (JDAM, por sus siglas en inglés), lo que las convierte en precisas y aptas para todo tipo de condiciones meteorológicas. Este tipo de armas son municiones extremadamente grandes y pesadas que pueden lanzarse desde el aire para que penetren varios pisos de hormigón.
Las coordenadas del objetivo se fijan en el avión antes del despegue, pero si surge la necesidad de cambiarlas, la tripulación puede restablecer manualmente las nuevas coordenadas en vuelo, o bien los sensores de a bordo del avión pueden actualizarlas automáticamente. Una vez lanzada, las aletas guían la bomba hasta 24 kilómetros de distancia hasta las coordenadas designadas del objetivo.