Robótica, música e inteligencia artificial protagonizaron el Festival de Instalación de Software Libre en la UCV

El Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (Flisol), evento que se realiza desde hace 21 años en diferentes ciudades de América Latina y España, se efectuó este lunes 28 de abril en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en Caracas, con una importante asistencia de estudiantes, profesores y público en general, que disfrutaron de ponencias, talleres y exhibiciones.

Texto y Fotos: Alba Ciudad (Luigino Bracci Roa)

El Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI), Industrias Canaima y otros entes adscritos al Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela dieron su apoyo al evento, que es organizado por miembros de las comunidades y asociaciones de software libre latinoamericanas.

Esta Flisol estuvo dividida en varias zonas.

En los Laboratorios Docentes de la Facultad de Ciencias, se instalaron varios estands donde las y los interesados podían traer sus computadores y equipos y se les instalaba software libre, en particular Canaima GNU/Linux, un sistema operativo basado en Debian GNU/Linux que es desarrollado por el CNTI desde 2007 y que trae miles de aplicaciones, entre ellas suites de oficina, audio, video y aplicaciones educativas.

Angel Marrufo, jefe de la oficina de operaciones Canaima y líder del proyecto GNU/Linux, informó que el CNTI trajo una mesa de instalación para que todos los usuarios que estén interesados en migrar su computadora personal a Canaima GNU/Linux lo pueda hacer con el apoyo del personal de la institución.

Aunque la mayoría de las aplicaciones de software libre se pueden descargar gratuitamente, hay que recalcar que no es lo mismo software gratis, que software libre. Se denomina software libre a aquel que brinda 4 libertades al usuario: la libertad de ejecutar el programa, de estudiar su código fuente, de poder modificarlo y de poder redistribuirlo junto a sus modificaciones. El movimiento del Software Libre surgió en los años 90 como reacción ante las grandes transnacionales del software, como Microsoft, que decidieron cerrar el código fuente de sus aplicaciones e impedir a la gente estudiarlo y saber cómo funcionaban sus programas.

Lía Hidalgo, del CNTI, nos presentó al personal de Industria Canaima, que también estuvo presente en el evento. Industria Canaima mantiene sus líneas de producción activas, con las que, en el pasado, se ensamblaron millones de laptops Canaima (“Canaimitas”) que se entregaron a una inmensa cantidad de niños y niñas de todo el país desde el año 2008, y trabajan con Canaima GNU/Linux. También elaboraron las tabletas Canaima, que funcionan con Android.

Muestran con orgullo los diferentes modelos de Canaimitas que se elaboraron en el pasado.

Hoy luchan contra la obsolescencia programada, ayudando a las personas a mantener sus Canaimitas funcionales.

Para ello, el CNTI también ha creado una edición especial de Canaima GNU/Linux, llamada Canaima Semilleros Científicos, que utiliza un ambiente de escritorio ligero (XFCE) que les permite funcionar en computadoras con 2 GB de memoria, aunque recomiendan, de ser posible, llevarlas a 4 GB.

Esta edición tiene numerosas aplicaciones educativas preinstaladas, como Kalzium, que permite el estudio de la tabla periódica, o Stellarium, aplicación de astronomía y para el estudio de los cielos.

Jóvenes de las escuelas técnicas industriales haciendo robótica

Si hay algo que puede darle optimismo hasta a la persona más negativa, es el ver a jóvenes venezolanos demostrando capacidades extraordinarias, en particular en un campo tan complicado y prometedor como lo es la robótica.

En uno de los estands de la Flisol conocimos a Maikelis Martínez y Gabriel Rodríguez, dos jóvenes estudiantes de electrónica de la Escuela Técnica Industrial Gregorio McGregor, de Coche (sector popular del sur de Caracas), quienes tienen dos meses trabajando en el CNTI como pasantes. “Estamos trabajando en el prototipo del Robot Otto“, nos explicó Maikelis muy sonriente.

Otto es un pequeño robot creado por Camilo Parra Palacio, diseñador de productos colombiano quien se formó no sólo en su país, sino en China, y desde entonces se propuso hacer juguetes educativos “hágalo usted mismo”, que cualquier niño o niña pudieran replicar. “En 2016 fundé Otto DIY, que es, con mucho, el robot de código abierto más replicado del mundo que ha ganado múltiples premios de diseño”, dice en su biografía. Actualmente vive en la República Checa.

Parra colocó en Internet todos los planos e instrucciones para replicar Otto. En el CNTI usan a Otto para formar a pasantes. Otto es capaz de caminar, bailar y puede detenerse y retroceder si detecta obstáculos.

Maikelis nos explicó que “nuestro proyecto es documentar todo sobre Otto: desde su diseño, los componentes y la programación, con la intención de llevarlo a los jóvenes de manera muy simple y que ellos lo entiendan, y hacerlo en un curso”. Dicho curso se colocará en la plataforma Sigma (Servicio Integral de Gestión y Mediación del Aprendizaje), un sitio web del CNTI en el cual hay más de 25 cursos sobre hardware, software, telecomunicaciones e inteligencia artificial, y está abierta a todo público. Cualquier persona puede ingresar y hacer los cursos gratuitos allí colocados.

Maikelis nos explicó que Otto tenía unos sensores que originalmente eran sólo decorativos y no tenían funcionalidad real. “Nosotros logramos activarlos; los sensores son de ultrasonido. Tenemos un Echo y un Trigger. Uno envía una onda y el otro la recibe. Esto determina la distancia (de los obstáculos), nosotros le dimos una fórmula para que nos dé esa distancia en centímetros”.

Ellos programaron a Otto para que, si sus sensores detectan un obstáculo a menos de 10 centímetros, camine hacia atrás y se aleje de él. Un robot un tanto tímido.

Otto está programado en C++ y usa como tarjeta principal un Arduino Nano, junto a una tarjeta de expansión que facilita las conexiones. También cuenta con servomotores, que le permiten a Otto caminar y hacer movimientos, incluso baile.

Maikelis explicó que el cuerpo y la mecánica de Otto se hacen en estos momentos con una impresora 3D del CNTI, pero que están trabajando en la documentación para que las personas puedan hacerlo con cartón, madera y materiales reciclados, disminuyendo así su costo y dificultad. Buscan que sea más fácil y entendible.

Recalcaron que no son estudiantes universitarios aún, sino técnicos medios en electrónica. Todos sus conocimientos los obtuvieron en la Escuela Técnica Industrial y en la pasantía en el CNTI.

Industria Canaima también mostró los kits de robótica Makeblock con los que está trabajando el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Los usa para crear laboratorios de robótica en numerosas escuelas y liceos públicos del país. Según una nota de prensa del Ministerio de Ciencia y Tecnología, se han creado 100 laboratorios de robótica en Infocentros de todo el país, y se ha dado adiestramiento a 21 mil personas.

Charlas

En el auditorio Tobías Lasser de la Facultad se realizaron las charlas y ponencias. David Arismendi, presidente del CNTI, se mostró complacido por haber sido invitados a formar parte del Flisol. “Aquí estamos, impulsando el uso de software libre para lograr la soberanía tecnológica que tanto necesitamos, como una herramienta esencial para la liberación tecnológica en el país”.

Angel Marrufo nos informó que “la receptividad ha sido muy grande. El auditorio (Tobías Lasser de la Facultad de Ciencias) estaba lleno en la primera ponencia. Es importante que los estudiantes se unan, porque son el pilar fundamental para el desarrollo tecnológico del país. En la mesa de instalación se acercaron varios preguntando cómo instalar Canaima”.

“Son ponencias y charlas muy interesantes, que le permiten al usuario ver ese panorama más claro a la hora de usar tecnologías libres, y saber que lo mismo que hace en software privativo lo puede hacer en software libre”.

Estudios de grabación en software libre

Uno de los talleres más llamativos fue impartido en los laboratorios docentes por Octavio Rossell y trató sobre estaciones de audio profesionales en software libre, usando Canaima GNU/Linux. Rossell mostró a las y los asistentes una aplicación llamada Ardour, muy usada en estudios de grabación y parecida a ProTools. Se acompañó de una interfaz de audio y algunos instrumentos, como un teclado, una guitarra eléctrica, una batería electrónica y un bajo, y con ellos mostró cómo grabar una canción sencilla.

Nos explicó: “Enfoqué la charla en cómo se graba. Hice una demostración de cómo se graba un bajo, una guitarra, una batería electrónica, y le puse un par de plugines para demostrar que se puede hacer en software libre. Sin embargo, hay una gran cantidad de aplicaciones”, entre las cuales citó Audacity, Rivendell, Tracker, entre otras. “Hay que acercarse a Canaima e impresionarse de la cantidad de aplicaciones que hay, que en algunos casos supera sus contrapartes privativas”.

Al preguntársele si es posible construir un estudio de grabación únicamente con software libre, citó el caso del creado en Caracas por Christophe Amalvy, músico e ingeniero de sonido de origen francés.

Foto: Instagram de @makinacrea

Sobre el uso de plugines para audio, señaló Rossell que hay plugines de reverberancia, delay y otros efectos de calidad profesional, que tal vez no sean exactamente iguales a sus contrapartes privativas pero funcionan de forma idéntica y profesional.

Otra de las ponencias impartidas fue de Jonás Reyes, activista de software libre, quien dio a conocer su proyecto DeepRoot, una interfaz para el acceso a modelos avanzados de inteligencia artificial, como DeepSeek, mediante API (DeepSeek es un famoso modelo de lenguaje de código abierto, desarrollado por una empresa china del mismo nombre).

Reyes propone el uso cotidiano y personalizado de las inteligencias artificiales, con control, que empodere a los usuarios y que permita adaptar los modelos de inteligencia artificial a sus necesidades, mirando hacia la soberanía tecnológica y de datos.

“Compartimos reflexiones con los participantes, sobre todo que existe un modelo que busca generar consumismo y dependencia, incluso en las tecnologías de Inteligencia Artificial”, explicó Reyes. “Debemos estar pendientes de no reproducir esos modelos de dependencia, y es por eso que estamos apostando a desarrollar aplicaciones de escritorio que puedan ser compatibles con nuestra distribución venezolana Canaima GNU/Linux. Además, estamos proponiendo que todo proceso tecnológico tenga saldos orgánicos (…) que detrás de los proyectos haya comunidad y gente que los pueda sostener indistintamente del cambio de factores políticos y sociales”.

DeepRoot está hecho y corre sobre Canaima GNU/Linux.

Y más robótica

Otra charla muy llamativa fue la de robótica, impartida por José Zambrano Zerpa, quien fue profesor de la Uneti, la Unexca, la Misión Sucre y la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela.

Destacó la importancia del software libre en la robótica por el tema de las patentes y las licencias. “Tú compras un equipo robótico automatizado y algunas empresas no te garantizan el software; tienes que comprarlo aparte. O, si te lo venden, dura un año y deja de funcionar, incurriendo en la caducidad inducida o programada, parándose todo el proceso, pudiendo pararse su fábrica”.

Robots contra el bloqueo

Señaló que dos empresas le pidieron apoyo, incluyendo una famosa empresa de bebidas alcohólicas y otra fabricante de productos plásticos. “Una tenía un robot dispensador y embalador, y la otra tenía un robot paletizador. Ambas estaban paradas porque la empresa que les daba soporte era alemana, y se les había vencido la licencia. Y ellos decidieron no seguir prestando servicio por lo del bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales, y las empresas minimizaron su producción”.

“El software libre es lo que te va a garantizar que, al integrar elementos, puedas hacerle frente a situaciones como bloqueo por vencimiento de licencias y similares. Obviamente tienes que pagarle al técnico programador, pero no te va a cerrar ni te va a obligar a consumir un producto”.

Zambrano también resaltó en su charla que la popular Arduino no es la única tarjeta SBC (Single-Board Computer o placa controladora, usada para controlar procesos industriales, automatización y robótica) y que ha luchado mucho para que, en el modelo de formación de robótica educativa para niños, no se mencione únicamente a Arduino, sino a las SBC de forma general.

Señaló que hay muchas otras marcas y modelos de SBC de acuerdo a su utilidad, con otros tipos de lenguajes y de software para trabajar, ampliando la capacidad del desarrollo; mencionó en su charla a Le Potato como otra marca de SBC sencillos, pero también a otros de tipo industrial.

También recomendó a los padres que quieran enseñar robótica a sus hijos, no “casarlos” con una marca en particular, porque “los estás limitando. El modelo de negocios de esas empresas es vender un kit de productos. Si a una persona que ha trabajado con Lego Mindstorm (el kit de robótica de Lego) le dan instrumentos para integrar y poder hacer un robot, él va a tener limitaciones. Lego simplemente permite unir bloques y hacer un programa, mientras que en otros le toca el análisis, diseñar, desarrollar y exponenciar su conocimiento”.

El CNTI realizará el próximo 30 de abril un taller sobre instalación de Canaima GNU/Linux en la Unellez-Cojedes, y el 9 de mayo estarán en la Universidad de Carabobo participando en la Flisol de ese estado.

Rafaek Graziani impartió una charla sobre DeepSeek e inteligencia artificial

Rafaek Graziani impartió una charla sobre DeepSeek e inteligencia artificial

Algunos de los ponentes

Mural de Mateo Manaure, sede de la Facultad de Ciencias de la UCV

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Peña
Peña
14 días atrás

Gran evento, se respiró software libre en el aire de la UCV.