Los espacios de La Casona cultural Aquiles Nazoa sirvieron de escenario este sábado para continuar con las actividades conmemorativas por el Día de Muertos, organizadas por autoridades de los gobiernos de Venezuela y México. La Llora (manifestación aragüeña celebrada cada 2 de noviembre, en la que, a través de un baile colectivo, comunidades indígenas se unen con tradiciones mortuorias) y el Akaatompo (expresión del pueblo indígena venezolano Kariña, que constituye el reencuentro con los difuntos) se unieron a las expresiones propias zapotecas y mexicanas por el Día de los Muertos, en una hermosa actividad realizada en la Casona Aquiles Nazoa.
Texto: Prensa MPPC
Fotos: Roiner Ross (MPPC) y Luigino Bracci (Alba Ciudad)
La actividad contó de un altar zapoteca, instalado por la embajada mexicana.
La Llora (estado Aragua)
Como parte del intercambio cultural entre Venezuela y México, fue presentada en primer lugar, una manifestación originaria del estado Aragua conocida como “La Llora”, celebrada cada 2 de noviembre, en la que, a través de un baile colectivo, comunidades indígenas se unen con tradiciones mortuorias.
Esta expresión tradicional cuenta con 400 años de antigüedad y desde 2018 fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
Akaatompo (ritual Kariña)
En el evento, se reivindicó la expresión propia del pueblo indígena venezolano Kariña conocida como “el Akaatompo”, que constituye el reencuentro con los difuntos. Durante el ciclo de un año se realizan una serie de ritos que corresponden a la primera parte de varias exequias, entre ellas: el Pareco y La Llora colectiva.
Mientras, para una segunda fase está el “Ramancano o ciclo de luto” y en la tercera parte se ubica el “Peketono”.
Además, el Akaatompo convoca los cantos sagrados a los familiares del fallecido y es un arma de liberación de los pueblos ancestrales. En su mayoría este recital es interpretado por mujeres, mientras los hombres acompañan.
En el acto en La Casona Cultural Aquiles Nazoa, se unió el grupo cultural Bajo Fondo, proveniente del municipio Freites del estado Anzoátegui.
Este es el altar del pueblo kariña:
Ricardo Morquecho y Berenice del Moral
Luego, continuaron presentaciones musicales de Ricardo Morquecho (México) y Berenice del Moral (Venezuela), con varias canciones mexicanas y venezolanas.
Mariachis
También hubo una sorpresa para el cierre con el Mariachi Acapulco, procedente del estado La Guaira, que animó a todos los presentes a cantar y bailar.
Además, hubo degustación del mexicano Pan de Muertos.
La jornada contó con la asistencia del ministro del Poder Popular para la Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas Poljak, y el embajador de México en el país, Leopoldo De Gyves. Igualmente, estuvieron presentes otras autoridades, entre las que destacan la diputada Nohelí Pocaterra y representantes diplomáticos de diversos países en la República Bolivariana de Venezuela.
El ministro Ernesto Villegas, destacó el evento calificándolo como un hermoso encuentro entre México y Venezuela que en su diversidad cultural “conmemoran el reencuentro con nuestros ancestros y una visión distinta de la muerte que no tiene que ver con lo macabro, sino más bien con el amor por los seres que pasaron a la eternidad y otro plano”.
Esta festividad ha servido para hermanar la cultura venezolana y mexicana en torno al Día de Muertos. “Vimos al pueblo venezolano identificado plenamente con las expresiones culturales mexicanas y a nuestros hermanos mexicanos emocionarse también con nuestra ancestralidad indígena, con el baile de La Llora y con el Akaatompo”, enfatizó el ministro Villegas Poljak.
Reiteró su invitación al público para apersonarse en las instalaciones de La Casona Cultural Aquiles Nazoa, y llevar a los altares fotografías de sus seres queridos u ofrendas, así como estar atentos a la programación del Festival del Cine Mexicano orientado sobre la festividad del Día de Muertos.
Por su parte, el embajador de México, Leopoldo De Gyves, señaló que la “celebración del Día de Muertos es un esfuerzo conjunto que unifica la cultura de nuestros pueblos”.
Seguidamente, el funcionario diplomático mexicano pidió un minuto de silencio para honrar a las víctimas mortales, ocasionadas por el paso del huracán Otis en el estado de Guerrero, así como para “los miles de mártires que sufren de ocupación y exterminio pero mantienen la fe y la esperanza en el alto al fuego y el inicio del diálogo para alcanzar la paz, la justicia y la libertad anheladas”.
En opinión del embajador de México, el Día de Muertos no es una representación folklórica conmemorada anualmente, sino “una expresión viva de la cultura nacional y el arte de vivir de los pueblos que integran la nación mexicana”.
Agregó que desde su origen milenario fue evolucionando hacia una cosmovisión donde la vida y la muerte son un mismo proceso que no termina con la muerte y continúa en otro plano.
En su intervención, De Gyves expresó que durante tres siglos de coloniaje en México, España impuso su lengua y religión, pero el proceso de resistencia de los pueblos indígenas y afrodescendientes generó un sincretismo entre la cosmovisión de los esclavizados y la visión europea que perduró en el período posterior a la independencia del país, hasta entrada de la revolución a principios del siglo XX.
Por ello surge en México la representación de La “Calaca Garbancera” del caricaturista, José Guadalupe Posada y luego inmortalizada por el muralista mexicano Diego Rivera en 1947 con la obra titulada: “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”. Ésta era una expresión satírica de la clase media mexicana que vestía al modo europeo. Luego se crean Las Calaveras como poesías satíricas contra personajes de poder.
El embajador de México en Venezuela, reiteró el valor agregado de la cultura como expresión pacificadora entre los pueblos. En ese sentido, dijo “que representa lo más cercano a los esfuerzos de paz, que mucho se necesitan hoy en todo el planeta y en las condiciones tan adversas que vive el mundo”.
Para este domingo 29 de octubre se tiene prevista la inauguración, en el Museo de Bellas Artes, de una exposición del artista plástico mexicano José Guadalupe Posada, creador de La Catrina.