Luego de recibir la denuncia por parte de la comunidad de Sanare, en el estado Lara, sobre amenazas al patrimonio arqueológico, ambiental y cultural que representa La Hundición de Yay, el pasado 18 de agosto se realizó una inspección para determinar cuál era la situación que allí se registraba.
Texto: Prensa Museo de Quíbor
En la actividad participaron las siguientes instituciones del Estado venezolano: Alcaldía del Municipio Andrés Eloy Blanco, representada por su alcaldesa Dilia Mendoza, Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas (Minec), Instituto Nacional de Tierras (Inti), Inparques, Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Museo Antropológico de Quíbor (MAQ) en representación de Instituto del Patrimonio Cultural (IPC), voceros y voceras de Consejos Comunales y UBCH del sector, entre otras.
Durante este recorrido se pudo constatar la vulneración de los terrenos adyacentes a La Hundición donde se tiene prohibido la deforestación así como la construcción de cualquier tipo de estructura.
Así mismo se registraron otras irregularidades como la canalización de aguas residuales hacia lo interno de La Hundición, el depósito de basura junto a restos de animales de cría, entre otras actividades que atentan contra la preservación del espacio arqueológico, con la potencialidad de convertirse incluso en un problema de salubridad.
La poligonal de protección fue definida en el 2017 con la participación de los equipos de especialistas del MAQ y el IPC, y la misma consta de 7,27 hectáreas de protección y 3.26 hectáreas amortiguamiento del sitio. Así mismo quedo establecido que no se puede realizar ninguna construcción ni alteración del terreno a menos de 80 metros del borde de La Hundición.
A partir de esta jornada inspección se determinaron tres casos puntuales de violación a las leyes y normas que protegen este patrimonios arqueológico, paleontológico y ambiental:
- Deforestación de plantas autóctonas y aplanamiento del terreno
- Construcción de viviendas y actividad agrícola dentro de la zona de protección
- Construcción de galpones y casas para la cría de animales domésticos dentro de la zona de protección
Luego de este primer encuentro de trabajo para evitar la vulneración de La Hundicion de Yay se llegaron a una serie de acuerdos entre los que se encuentran:
- Se va a medir una distancia de 80 metros desde el borde de La Hundición en dirección externa de la misma, como la distancia mínima de separación con el sitio patrimonial.
- En este límite no se puede deforestar la capa vegetal que se encuentra, y si los ocupantes de áreas circundantes incurren en esta acción, deberán sembrar nuevamente esta barrera vegetal con plantas autóctonas de la zona.
- Instalar una Mesa Técnica de Protección y Preservación del yacimiento arqueológico y paleontológico, con las instituciones responsables y la comunidad del sector.
- Colocar un punto de control para localización de los desechos del sector y el saneamiento de la zona.
- Realizar talleres de sensibilización y divulgación del patrimonio cultural en la localidad.
- Colocar hitos y señalización en el perímetro de la poligonal de La Hundición.
- Se debe sembrar una barrera vegetal con plantas autóctonas en más zonas donde hubo deforestación.
- Se deberá trabajar en base a la canalización de aguas provenientes del gallinero
- No podrán seguir usando La Hundición como botadero de desechos animales.
- La Mesa Técnica deberá revisar los estatus de la situación legal de las tierras colindantes con La Hundición.
- Los productores presentes en los alrededores La Hundicion deberán contribuir con parte de su producción al comedor de la Escuela Bolivariana de Yay, así como deberán realizar la venta a la comunidad a precios justos de proteína animal.
Antecedentes
Es necesario que esta situación tiene un precedente que se remonta a diciembre de 2016 cuando la comunidad denunció por primera vez la construcción de galpones muy cerca de La Hundición, deforestación, así como la canalización de un pozo séptico que desembocaba en ésta, entre otras irregularidades.
En aquel momento también se realizó una inspección y se le informó a los mismos productores que hoy incurren en las faltas a las normativas y leyes que rigen para la protección del espacio, las consecuencias legales que tenían el no cumplimiento de las mismas, sin embargo cuatro años después, no han hecho las rectificaciones exigidas.
El abogado Gerardo Torres, asesor en el proceso legal que lleva adelante la comunidad sanareña, declaró para Radio Quiboc 97.1 FM, la radio del Museo Antropológico de Quíbor, que era indispensable la instalación de la mesa técnica acordada con las instituciones públicas para poder avanzar sobre los acuerdos y hacer cumplir la normativa legal que protege esta reserva patrimonial.