Asociación de juristas con más de 200 mil miembros exige a Estados Unidos cesar el intervencionismo en Colombia y Venezuela

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La Asociación Internacional de Abogados Democráticos (IADL, por sus siglas en inglés), una federación que agrupa a organizaciones de juristas progresistas fundada en 1946, con secciones y miembros en 50 países y territorios, ha exigido mediante una misiva dirigida al departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU) el cese del despliegue militar y sus políticas intervencionistas y guerreristas contra Venezuela y la región latinoamericana en general. La Asociación tiene estatus de organización consultiva reconocida con las Naciones Unidas a través de Ecosoc, Unesco y Unicef, y agrupa a asociaciones que, en total, agrupan a unos 200 mil juristas.

Texto: Alba Ciudad y AVN

El petitorio de la asociación jurídica, publicado en páginas especializadas, también fue compartido en Twitter por el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza. La asociación también ha publicado en su sitio web una carta similar en contra de las medidas coercitivas contra Irán, Siria, Cuba, Venezuela y la franja de Gaza, en el marco de la pandemia de Covid-19.

En la carta original se insta al gobierno estadounidense a promover la solidaridad en medio de la pandemia por Covid-19. “Ahora es el momento para tales acciones de solidaridad—no de guerra. Ahora es el momento para actuar de acuerdo a los principios del derecho que nosotros, como nación, mantenemos en la más alta estimación”, subraya parte del contenido de la carta.

A continuación, el texto íntegro de la misiva:

Estimado secretario de Estado Pompeo y honorables miembros del Comité de Asuntos Internacionales del Senado Estadounidense:

El 23 de marzo de 2020, el secretario general de la Naciones Unidas Antonio Guterres hizo un llamado para un cese al fuego inmediato en todos los rincones del mundo y unificar esfuerzos en la batalla mayor en contra del Covid-19 – un enemigo común amenazando a toda la humanidad. Guterres dijo: ‘La furia del virus ilustra la tontería de la guerra… Es el momento para poner al conflicto armado en cierre de emergencia y enfocarnos juntos en la verdadera pelea de nuestras vidas… Pongamos fin a la enfermedad de la guerra y luchemos contra la enfermedad que está devastando nuestro mundo’.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, hasta la fecha, hay más de 1,056,159 casos a nivel mundial con más de 57,206 muertes confirmadas, en más de 208 países.

Los Estados Unidos es el epicentro actual del virus con al menos 241,703 casos confirmados de Covid-19. Aunque los esfuerzos del gobierno Estadounidense deberían estar enfocados en esta crisis de salud pública en vez de acciones bélicas, los Estados Unidos ha, sin embargo, decidido hacer movilizaciones militares que amenazan el bienestar de los Estados Unidos y la región latinoamericana.

El gobierno de Estados Unidos, en vez de promover la solidaridad mundial, ha elegido el camino peligroso de incitar a un conflicto armado mediante su más reciente movilización y tour de force en América Latina con el propósito específico de desestabilizar al gobierno Venezolano y buscar un cambio de gobierno bajo el pretexto de aumentar operaciones ‘anti-narcóticas’ en un momento en el que el mundo se enfoca en responder a una pandemia mundial debido a Covid-19.

El 1 de abril de 2020, el presidente Trump anunció durante una conferencia de prensa, que los Estados Unidos estaría llevando a cabo ‘operaciones contra-narcóticos avanzados en el Hemisferio Occidental para proteger al pueblo estadounidense del flagelo mortal de narcóticos ilegales’ y además dijo: ‘En cooperación con otras 22 naciones, el Comando Sur de EEUU aumentará la vigilancia, disrupción, e incautación de envíos de drogas y proveerá soporte adicional para esfuerzos de erradicación que están sucediendo en estos momentos a paso acelerado. Estamos desplegando destructores de la Marina, barcos de combate, aeronaves y helicópteros, cortadores de guardia costera, aeronaves de vigilancia de fuerza aérea, duplicando así nuestras capacidades en la región’.

El 2 de abril de 2020, fuentes mundiales de noticias reportaron el despliegue de barcos de guerra de Estados Unidos a la región Caribe para parar drogas ilegales. Este anuncio se hizo dos días después que el secretario de Estado Pompeo ofreciera levantar las sanciones paralizantes en contra de Venezuela si el presidente Nicolás Maduro aceptara un acuerdo de compartir el poder, propuesta que fue rechazada.

Entre el 3 y 4 de abril de 2020, reportes preocupantes de diferentes fuentes de noticias en Colombia al igual que medios sociales, han mostrado videos de movilización de fuerza armada en Colombia cerca de la frontera con Venezuela, en el Norte de Santander y Cúcuta, algunos de los cuales parecen indicar participación de Estados Unidos.

Aunque la fuerza militar Colombiana ha dicho que tales movilizaciones corresponden a ejercicios ‘anti-narcóticos’ y niegan intervención extranjera militar, hay aún preguntas sin respuestas respecto a la presencia actual de fuerza militar Estadounidense en Colombia y la región.

Lo que se avecina es una tormenta perfecta para un conflicto armado incitado por el intervencionismo estadounidense y la movilización armada en la región. Un conflicto armado entre Estados Unidos y Venezuela, con apoyo de Colombia a los EEUU, no tan solo resultaría en un conflicto regional, sino también tiene implicaciones mayores para un posible conflicto transnacional. Además, cualquier conflicto entre naciones de América Latina, efectivamente inhabilitaría a los gobiernos de Venezuela y/o Colombia en tomar las medidas adecuadas para el bienestar de sus ciudadanos debido a la catástrofe de salud mundial del Covid-19.

Tales acciones del gobierno estadounidense están en violación directa del derecho internacional y de las Cartas de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) – las cuales están incorporadas al derecho Estadounidense mediante el Articulo 6 de la Constitución de Estados Unidos. Articulo 2(3) de la Carta de la ONU dice: ‘Los miembros de la organización arreglarán sus controversias internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia’.

De igual forma, el Artículo 2(4) indica que todo miembro deberá abstenerse de ‘recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado’. Finalmente, Articulo 19 de la 3 de la carta de la OEA indica que ningún Estado ‘tiene derecho de intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro… [y prohíbe] no solamente la fuerza armada, sino también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen’.

Por consiguiente, debido a lo anteriormente expuesto, como miembros de la comunidad internacional jurídica exigimos lo siguiente y llamamos al Departamento de Estado a:

  • Reexaminar el despliegue reciente de fuerza militar estadounidense en la región latinoamericana.
  • Cesar toda forma de intervencionismo en América Latina y parar cualquier movilización adicional de fuerzas armadas en la región.
  • Respetar la soberanía nacional de la República Bolivariana de Venezuela y de la República de Colombia.

Mientras que Colombia ayuda a facilitar la movilización militar de los Estados Unidos en la región, a pesar de esto, Venezuela ha ofrecido a su país vecino dos máquinas necesarias para pruebas de Covid-19.

Ahora es el momento para tales acciones de solidaridad—no de guerra. Ahora es el momento para actuar de acuerdo a los principios del derecho que nosotros, como nación, mantenemos en la más alta estimación.

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