Con todo el ritmo de la música, el colorido de los espectáculos, el sabor de la gastronomía, la variedad y calidad de productos artesanales hechos en Venezuela que apuntan a empoderar e impulsar el desarrollo endógeno y la soberanía alimentaria, regresa la Feria Retrukera al Museo Nacional de Arquitectura (Musarq), de la Fundación Museos Nacionales (FMN), cita que se llevará a cabo este sábado 28 de septiembre, en este espacio ubicado en la Avenida Bolívar de Caracas.
Texto: Prensa FMN
La primera vez que se realizó este evento, en julio pasado, esta iniciativa fue todo un éxito y arrastró un flujo considerable de público que evidenció una vez más el propósito del Musarq de articularse con la comunidad e impulsar propuestas e iniciativas colectivas destinadas a mejorar nuestra calidad de vida, algo que está en perfecta sintonía con los preceptos del despacho Cultural, a través de la FMN.
Mermeladas, galletas, chocolates y encurtidos artesanales, entre otros productos gastronómicos; artesanía, muñequería, franelas, bolsos, libretas y orfebrería así como un mercado de pulgas, todo ello amenizado con manifestaciones artísticas diversas como danza, música y cuentacuentos forman parte de la Feria Retrukera que podrá ser disfrutada por todos en un fin de semana distinto rodeados del clima particular que ofrece un museo.
Melisa Maytin Márquez, coordinadora de Retruke Popular, explica que este proyecto nació hace cuatro años como consecuencia de una respuesta colectiva ante “el contexto que estamos viviendo y en el entendido de que la estrategia de elementos ajenos a la realidad venezolana era socavar nuestra cotidianidad, por lo cual algunas familias nos pusimos a pensar qué podíamos hacer más allá de quejarnos y de estar tristes por una situación que no podíamos manejar individualmente, y decidimos sumarnos entendiendo que el colectivo es mejor y que la construcción colectiva garantiza ser la roca frente a esa vorágine que veíamos venir que era una crisis económica fuerte”.
Retruke es un fonema que se utiliza en el juego infantil criollo que se denomina metras y es cuando el niño agarra el balín frente a la avanzada que le quería hacer el otro. En nuestro caso ‘retruke’ es hacerle revés a la maldad del sistema ante la crisis. Ese revés, cristalizó en “la estructuración en grupos de consumo familiar que tenían tres objetivos básicos: lo primero era levantar precios en el ámbito de Caracas para conocerlos, en el entendido que un consumidor informado puede tomar mejores decisiones y hacer comprar colectivas. Y, por otro lado, formarnos en algunas técnicas que probablemente eran muy antiguas y habían desaparecido debido a la sociedad en que vivimos, eran técnicas de consumo que estábamos perdiendo: como la conservación de alimentos, el trabajo de ciertos rubros, sembrar en la casa y ese tipo de cosas”, explicó Márquez.
Rescatar estas técnicas y alimentos como la pira, los tubérculos –los que tenemos en abundancia-, investigar sobre ellos, estudiar sus recetarios y procesamiento marcó una primera etapa a la que se sumó posteriormente la parte artística, ya que “tratando de descubrir una nueva mecánica para relacionarnos con los productores, surgieron nuevas relaciones, gente que forma parte del colectivo, o son amigos de nuestro grupo, son nuevas relaciones sociales entre los actores económicos y sociales”, puntualizó.