Alberto Arvelo Torrealba: el poeta que realzó la idiosincrasia del llano con la épica popular

Esta noticia fue publicada hace mucho tiempo

Usted está leyendo una publicación de nuestros archivos de noticias, hecha hace 4 años. Cerciórece siempre de la fecha de publicación de una noticia y no permita que personas inescrupulosas la hagan pasar como actual.

Hace 114 años nació en el estado Barinas uno de los mayores referentes del nativismo en Venezuela, cuya obra refleja una gran fuerza lírica y épica: Alberto Arvelo Torrealba poeta, abogado y ensayista.

Texto: Prensa BNV

Los elementos que configuran el carácter creador del escritor barinés tienen una raíz familiar: es hijo de la poetisa Atilia Torrealba de Arvelo y sus tíos paternos Alfredo Arvelo Larriva y Enriqueta Arvelo eran ampliamente famosos en el mundo de la poesía.

Además de heredar la pasión por ese género literario, Arvelo Torrealba sustenta su obra en el amor por su tierra de origen. Resaltó la idiosincrasia de los llanos venezolanos, con un enfoque a la recuperación de la poesía popular, folclórica y con el uso de formas como la copla, el corrido, la décima y el romance.

El ensayista Alexis Márquez Rodríguez (1931-2015) en su texto “Aquellos Mundos Tersos” indica que la poesía de Arvelo “se manifiesta en la conjunción de tres elementos que en su caso resultan indisolubles: el tema popular, específicamente extraído del llano venezolano y de la vida del llanero (Hombre, Afán y paisaje); las formas métricas y estróficas populares, de ámbito nacional”.

Esa vocación literaria se demostró en “Música de cuatro” (1928), “Cantas” (1932), “Caminos que andan” (1952); “Lazo Martí: vigencia en lejanía” (1965), “Obra poética” (1967) y “Glosas al cancionero” (1940).

Entre sus poemas más reconocidos se encuentra “Florentino y el Diablo”, cuya primera versión se publicó en 1940. En esta obra se recrea la lucha entre el bien y el mal, que se dirime a través de una tradición que requiere sagacidad y rapidez: el contrapunteo.

Florentino es un llanero alegre, valiente y coplero. Cuando se dirige al pueblo de Santa Inés de Barinas a una fiesta, se percata de que un hombre vestido de negro lo persigue. Es el Diablo, quien lo reta a un contrapunteo para disputarse el alma del llamado “Catire quitapesares”.

“Florentino y el Diablo” le brindó tal fama a Arvelo Torrealba que en 1965 el cantante y compositor Juan de los Santos Contreras, “El Carrao de Palmarito”, junto al cantautor Juan Romero Bello grabaron el poema como pieza musical.

En 2004, el comandante Hugo Chávez rescató esta pieza para integrarla a la campaña para el referendo del 15 de agosto de aquel año, como una forma de representar la disputa en juego: el avance de un sistema de justicia social frente a factores que pretendían el retroceso del país.

Arvelo Torrealba no solo se dio a conocer por sus obras literarias, sino que se adentró en la política: en 1940 obtuvo la presidencia del Consejo Técnico de Educación y al año siguiente fue designado como gobernador del estado Barinas.

En la década de 1950 ejerció el cargo de embajador de Venezuela en Bolivia y en Italia, y fue ministro de Agricultura y Cría en 1953. 15 años después fue designado Individuo Número de la Academia de la Lengua y en 1966 se le concede el Premio Nacional de Literatura, mención prosa, por su trabajo al ensayista guariqueño Francisco Lazo Martí (1869-1909), “Lazo Martí: vigencia en lejanía”. Alberto Arvelo Torrealba falleció el 28 de marzo de 1971, en Caracas.

Rescate del manuscrito “Obra poética”

El pasado 13 de julio, un trabajador de la Biblioteca Nacional rescató un libro de Alberto Arvelo Torrealba dedicado de su puño y letra al compositor venezolano Vicente Emilio Sojo. El hallazgo ocurrió en un puesto de libros nuevos y usados ubicado en la avenida Fuerzas Armadas, en el centro de Caracas.

Actualmente este texto se encuentra en proceso de restauración y de autentificación de la identidad de la firma del poeta en el Servicio Técnico de Preservación y Conservación de la Biblioteca Nacional.

En caso de confirmarse la autenticidad de la letra, el texto podría pasar a la Colección de Libros Raros y Manuscritos de esta institución, donde ya reposan manuscritos de Arvelo Torrealba, así como su archivo personal, que contiene documentos personales, recortes de prensa y correspondencia recibida por él.

La Colección de Libros Raros y Manuscritos se encuentra en la Biblioteca Nacional, al final de la avenida Panteón, parroquia Altagracia, Cuerpo de los Servicios, nivel AP-2.

Suscribirse
Notificar en
guest

1 Comentario
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
Yoannys
Yoannys
3 años atrás

Me esncanto la escritura los felicito