Foto: Brasil de Fato
El ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (PT), que intenta recursos en las cortes superiores para poder disputar la elección, aún sostiene liderazgo con el 33% de las intenciones de voto para la Presidencia de la República. El diputado Jair Bolsonaro (PSL), con el 20%, seguido por Ciro Gomes (PDT) con el 8% y Marina Silva (Red) con el 8% y Marina Silva (Red) con el 20% 7%.
Texto: Brasil de Fato
La investigación se hizo entre los días 2 y 5, antes, por lo tanto, del ataque a Bolsonaro – que ostenta la mayor tasa de rechazo: el 62% dice que no votaría en él de ninguna manera. Y antes también de Michel Temer divulgar su seria de videos en los que critica la “falsedad” de Geraldo Alckmin (PSDB) y de su partido por intentar ocultar el vínculo de los tucanes con el golpe y con el actual gobierno. Alckmin aparece con un 5%, en quinto.
En un escenario sin Lula, el candidato a vicepresidente, Fernando Haddad, con el apoyo del ex presidente, alcanza el segundo lugar, con el 14%. Bolsonaro asume la delantera con un 20%, Ciro y Marina empatan con el 8% y Alckmin va al 7%. Sin la mención del apoyo de Lula a Haddad, éste queda con el 8% y Ciro y Marina suben al 11%.
El levantamiento escuchó a 2.000 electores y tiene un margen de error de 2,2 puntos porcentuales.
El sitio de noticias relacionadas con el mercado financiero Infomoney evalúa que la agresión a Bolsonaro puede hacer que su rechazo disminuya y el diputado pase a ser más beneficiado por la decepción del electorado anti-lula con los demás adversarios del petista, como Alckmin, que no deslancha . El dólar cerró el día en caída y la Bolsa, en alza.
El analista de las inversiones de XP Richard Back dice que la cuchillada puede “aumentar la posibilidad de que Bolsonaro vaya a la segunda vuelta.” Él estaba perdiendo votos y, de repente, se volvió víctima casi del tamaño de Lula. El corredor Pablo Spyer observa que el diputado tenía 9 segundos de propaganda en la televisión y “ahora tiene 24 horas en todos los vehículos”.
El mercado, dice el sitio, ya venía simpatizando con el candidato de la extrema derecha por tener en la campaña un economista favorable a privatizaciones y reformas liberales.