De acuerdo con el historiador José Marcial Ramos Guédez, las modalidades de sometimiento a la esclavitud son un problema que sigue “vivito y coleando” en el siglo XXI. Detalló que actualmente se expresa a través de la trata de personas, el narcotráfico y la explotación infantil e indígena.
Texto: Prensa CNH (Jeylú Pereda)
En este sentido, Ramos Guédez considera que es fundamental conocer la problemática en todas sus dimensiones; entre ellas la histórica. Así lo abordó este jueves 9 de junio durante su participación en la Cátedra de Historia Insurgente Federico Brito Figueroa, que se llevó a cabo en la sede del Centro Nacional de Historia (CNH), en Caracas.
El profesor expuso los aportes que realizó el historiador Federico Brito Figueroa a través del estudio de los africanos esclavizados y sus descendientes en Venezuela. Recordó que ese es uno de los temas transversales en la obra y la labor docente de Brito Figueroa.
El número de esclavizados que llegaron a Venezuela desde el siglos XVI hasta las primera década del XIX, es uno de los elementos que puntualizó. Contrario a lo que se ha pensado —que eran millones—, en ese periodo solo se ingresó a unos 120 mil africanos sometidos a la esclavitud. Eso sin contar los que llegaron por la vía del contrabando.
Ramos Guédez señaló que Brito Figueroa analizó un conjunto de documentos que le permitieron comprender la trata de esclavizados desde la perspectiva de la acumulación primitiva de capitales.
Ese proceso implicó que muchos burgueses invirtieran en barcos y logística para que el tráfico se hiciera con un sentido capitalista; al punto que la muerte en los viajes —por las condiciones de insalubridad— de hasta el 50% de los esclavizados solo significó perdidas económicas.
Otro de los aspectos despejados a través de la investigación de Brito Figueroa, indicó Ramos Guédez, tiene que ver con los gentilicios africanos y los grupos étnicos. Eso permitió una aproximación a los lugares de procedencia de los esclavizados, y por lo tanto a sus tradiciones, lenguas y prácticas medicinales, entre otros. A su vez, esto ha dado luz para explicar otros fenómenos que se dan en la cultura venezolana.
Brito Figueroa destacó con interés las sublevaciones de los grupos esclavizados y su participación en el proceso de independencia, acotó Ramos Guédez. También se refirió a las áreas en las que fue utilizada la mano de obra africana: pesca de perla, minería, agricultura, artesanía y servicio doméstico.
El profesor hizo hincapié en que Brito Figueroa también dejó en claro que su obra aún está en proceso de expansión. Comentó que el historiador decía que “no hay verdad definitiva y hay que seguir investigando”.
En la cátedra también estuvo presente el vicecanciller para África, Reinaldo Bolívar. Durante su intervención enfatizó la importancia de la educación como una de las armas más importantes para erradicar las modalidades de sometimientos en contra de las personas.
Bolívar aprovechó la oportunidad para ratificar su propuesta de no celebrar más el decreto de José Gregorio Monagas, en 1854, como el día de la abolición de la esclavitud en Venezuela. A su juicio, en ese acto se priorizaron los intereses de la burguesía y no el verdadero sentido de la libertad, como sí lo hizo Simón Bolívar.
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