Cada 28 y 29 de junio, bailadores y músicos acompañados de lugareños y visitantes, recorren las calles de Guarenas y Guatire, en el estado Miranda, con los rostros pintados de negro, cada quien vestido con traje de levita y sombrero de pumpá negro, similares a los atuendos que usaban en la época de la colonia española venezolana, para conmemorar la tradicional Parranda de San Pedro, en honor al santo.
Texto: AVN / Fotos: AVN (Rosalia Barreto)Inculcar en el corazón de nuevas generaciones el amor por la cultura y las tradiciones es el compromiso que han asumido los Parranderos de San Pedro, en su empeño por mantener viva esta tradición mirandina declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, señaló este miércoles Edgar González, coordinador cultural de la Parranda de San Pedro.
“Cada año trabajamos en conjunto en nuestra ciudad cumpliendo con todos los compromisos para que esta tradición siga adelante”, indicó desde la población de Guatire, una de las localidades en la que se celebra esta manifestación que ha pervivido por dos siglos.
Explicó que la Fundación Parranda de San Pedro realiza un proceso simple de captación de niños. Una vez dentro, se les imparten cursos de talla cultural como canto, tradición oral, danza, cuatro, entre otros. De allí pasan por diferentes niveles hasta conformar lo que es la parrandita infantil de San Pedro y al cumplir los 15 años, forman parte de la parranda adulta.
Las cinco Parrandas de San Pedro que conforman esta manifestación folclórica, resaltó González, trabajan con los niños de distintas comunidades “para mantener nuestra tradición en el tiempo, para que se mantengan su esencia, porque un pueblo sin cultura es un pueblo vacío”.
Esta emblemática festividad cultural y religiosa, que fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) el 5 de diciembre de 2013, llena de algarabía a Guarenas y a Guatire, poblados del estado Miranda que año a año reúnen a grandes y chicos para celebrar con alegría y agradecer los favores concedidos por el santo.