Abel Prieto: “I Bienal del Sur es un canto al humanismo”

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Editorial-El-Perro-y-la-RanaComo un canto al humanismo catalogó el exministro de Cultura de la República de Cuba, Abel Prieto, la I Bienal del Sur “Pueblos en resistencia”, evento cultural organizado por el Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes), que desde el pasado 1.° de noviembre expone el trabajo visual de más de ochenta artistas de 35 países de la esférica. La semana pasada el exministro, quien además es cuentista, escritor, editor y profesor, estuvo en Caracas, en esta visita no perdió la oportunidad de visitar la Bienal. Luego de pasear por las cuatro salas que componen la exposición que acoge el Museo de Bellas Artes de Caracas, nos concedió una entrevista sobre sus impresiones en torno a este encuentro de las artes visuales del sur político.

Texto: Prensa Iartes

¿Después de hacer un recorrido por toda la exposición, qué impresión le genera la I Bienal del Sur “Pueblos en resistencia”?
El resultado es muy impactante, me impresionó la variedad de países representados, ustedes se empeñaron en que el sur estuviera presente en esta primera bienal. Artistas del Caribe, del África, de Malí, Angola, estuvieran aquí con sus voces, ideas y pensamientos. Me parece muy interesante el concepto de Diálogos de la Tierra, Diálogos de la Identidad, Diálogos del Cuerpo. Esas diferentes salas cada una está definida, sustentada en un concepto bien logrado. Existe un diálogo con el público desde una posición inteligente y didáctica para generar una inquietud que lo impulse a acercarlo a las obras, algunas muy fuerte.

Me hubiera gustado tener más tiempo para ver algunas de las piezas con más detenimiento. En general, mi impresión es que ustedes han logrado, definitivamente, un homenaje a la cultura de la resistencia, un homenaje a la cultura no mercantil, porque uno de los dramas que estamos viviendo en este mundo tan envilecido y vergonzoso, es que la obra de arte se está viendo como una vulgar mercancía, para los mercaderes y los que definen los circuitos legitimadores más poderoso tiene el valor en la medida que se venda. No importa si dice algo que valga la pena, si no dice nada.

Hay un momento de decadencia cultural, crisis cultural y ustedes han logrado con esta I Bienal del Sur, presentar una aproximación muy valiosa de esa cultura de la resistencia que sigue apelando al humanismo, a la necesidad de colocar al ser humano a sus necesidades su relación como lo llaman los pueblos indígenas con la madre tierra; tan agredida, saqueada. Yo creo que esta bienal es un canto al humanismo, a la compasión, la solidaridad, y todo eso sin ningún melodrama sino a partir de un arte auténtico que no hace concesión. Hay un trabajo de curaduría muy notable en lo que vi y los felicito, me impresiono mucho.

¿Cuál es para usted la importancia de rescatar la relación entre el arte y la política?
Dentro del proyecto hegemónico está, efectivamente, mutilar todo aspecto político del arte; es decir, favorecer el arte comercial, la trivialidad, la frivolidad, el entretenimiento. Al favorecer todo eso lo que se está haciendo definitivamente es quitar la médula de provocación política en el sentido más profundo y más hondo que tiene el arte de mover el pensamiento crítico; que el hombre y la mujer se pregunte por sí mismo, por su entorno sobre la represión del ser humano, temas presentes en la bienal.

Lo que quieren lograr los mercaderes es que la gente no perciba eso, que la gente se sienta cómoda en su condición de rebaño. Se ve al ser humano como un consumidor que puede consumir o que sueña consumir, sencillamente para lograr desmantelar su inteligencia. Hay reductos de arte político, arte intelectualmente de un gran valor, de una gran fuerza, de una gran autenticidad haciendo cultura de la resistencia. Lo que tenemos que hacer es articularnos más y hacernos visibles en eso la red de artistas en resistencia, que puede incluso aproximarse a la red de redes intelectuales, de artistas, de movimientos sociales en defensa a la humanidad, que podría tratar de mover este arte político que no es panfletario ni de propaganda política.

En un arte como el que vimos en esta I Bienal del Sur, la política está de una manera muy sutil asumida desde las entrañas mismas de la creación en estas obras. Hay un trabajo muy serio que genera una reflexión desde esta estética sobre arte y política, muy útil a mi parecer.

¿Cómo visualiza el futuro de la Bienal del Sur en las próximas ediciones?
La selección que han hecho ustedes es muy buena y hay obras muy valiosas en la colección que se está mostrando; a pesar de las dificultades que presentaron en el traslado de las obras, en localizar a los creadores, a los artistas como me comentaba Morella. El reto estaría en trabajar con más tiempo en buscar aliados. Considero que hay obras de personajes importantes que debieron estar expuestas en esta primera bienal por el concepto que ella representa, en el campo de la cultura de la resistencia, antimperialismo y anticolonialismo pero sé que ustedes hicieron esta bienal en condiciones muy complejas, la revolución amenazada, hostigada, acosada.

Hoy la revolución bolivariana está siendo sometida a una presión enorme por parte de la derecha nacional e internacional y supongo que eso está reflejado en las posibilidades que pudo tener la institución para moverse por el mundo localizando estos núcleos de resistencia cultural. Creo que deben estar satisfechos con esta primera edición y estoy seguro que tienen un futuro importante como un evento que puede convertirse en un paradigma, que también necesitamos.

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