Este 3 de septiembre, en el marco del ciclo “SonARA”, la sala José Félix Ribas vibró con la magia afrocaribeña que guarda la percusión de nuestro país. En esta oportunidad, los artistas fueron Pibo Márquez, junto a Francisco Pacheco y su Pueblo. Compartimos con nuestros usuarios y usuarias una fotogalería de Miguel Pereira y el audio de ambos conciertos.
Prensa MPPC (Texto: Javier Bastardo / Fotos: Miguel Pereira)Concierto completo de El Pibo Márquez y Afrojazz
Concierto completo de Francisco Pacheco y Su Pueblo
El Pibo Márquez es un percusionista contrastado internacionalmente que se ha dedicado a promocionar los ritmos e instrumentos de percusión que llenan de vida la música de nuestro país. Por ello, Pibo organiza su propia batería eliminando tambores tradicionales del instrumento, agregando cumacos, pujaos, dyembés y distintos tipos de cueros empleados en el folklore afrovenezolano.
La propuesta del afrojazz de Márquez y su banda se basa en el valor diferencial que la percusión de estos instrumentos, ejecutada con maestría por Pibo, aporta a la composición musical, sin dejar de sonar como el más profundo y preciosista jazz contemporáneo, con complejas armonías y melodías ejecutadas con virtuosismo por los demás miembros de la banda.
Este esfuerzo musical no es vano, por lo que Pibo Márquez y su afrojazz han recorrido el mundo, ganando amplio reconocimiento y codeándose con los mejores músicos del género en tarimas de diversa índole, sin desentonar. En esta oportunidad, compartieron escena con el MC Nigga Sibilino, mostrando las múltiples posibilidades de realización que alcanza la propuesta del afrojazz.
“Estamos luchando para que nuestra cultura, nuestra cultura afro y, en general, toda la cultura venezolana pueda ser aplicada, porque muchas veces estamos contando sólo con el 24 de julio para hacer San Juan, para tocar tambores, pero después de eso, nada. Imagínense que tengan que pasar 365 días para volver a tocar el tambor. No tiene sentido”, afirmó Márquez.
Incorporar los instrumentos y valores estéticos de nuestra cultura en un lenguaje universal como el jazz es el gran objetivo de esta rica fusión. “Necesitamos tener nuestra cultura, disfrutarla, pero también aplicarla, fuera de los contextos de las efemérides, de los homenajes, porque nuestra música es muy rica”, subrayó.
Por su parte, Francisco Pacheco y su Pueblo se apropiaron de la escena, del público y de la fiesta. Iniciaron con un popurrí de muchos de sus más sonados éxitos, como “La matica”, “Quién ha visto negro como yo”, entre otros.
Pacheco, así como Pibo, agradeció la oportunidad de subir a tarima que el Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (IAEM), el Centro Nacional del Disco (Cendis) y el Ministerio del Poder Popular para la Cultura les brindan a los músicos de Venezuela, reconociendo el esfuerzo por enaltecer la música nacional.
El público estuvo sumamente receptivo, cantando a coro estas canciones, que son parte de la herencia musical viva del país. La agrupación hizo un recorrido por ritmos de Lara, Aragua, Miranda, Mérida, Zulia y El Callao, haciendo gala de un conocimiento y dominio vasto del folklore venezolano.
A la tarima de la sala José Félix Ribas se sumó parte del público presente, para no desaprovechar la oportunidad de bailar los ritmos de Francisco Pacheco. La parranda se prendió, los asistentes bailaron y gozaron de lo lindo, porque a nadie deja indiferente el sonido de los tambores, ni la melodía de temas que llevan más de veinte años sonando en todas nuestras fiestas.
Finalmente, la agrupación de Francisco Pacheco y su Pueblo interpretó “Viva Venezuela”, que fue coreada de principio a fin por los asistentes, llenos de júbilo y amor por lo que somos, por nuestra historia, arte y música.