Los espacios abiertos de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) se llenaron de ritmo y sabor este 5 de mayo cuando el investigador Daniel Benítez hizo una demostración y dictó cátedra sobre el origen y el desarrollo de los tambores de Tarmas, una población del estado Vargas. A decir del estudioso, en Venezuela los tambores no son originarios de algún pueblo particular, y aclaró que desde Maracaibo hasta Cabo Codera, las manifestaciones con tambores están influenciadas por los esclavos provenientes de Africa en la época de la Colonia. Según su ascendencia africana, la forma de realizar el canto, el toque y la danza en cada población tienen rasgos particulares.
“Hay estilos malí, mandigo y congolés, por citar algunos. El de Tarmas proviene de Costa de Marfil según las últimas informaciones”, diferenció Benítez, quien trabajó con estudiantes de Unearte durante más de un mes para presentar ayer el resultado de ese trabajo.
INGREDIENTES BÁSICOS
El investigador de esta tradición en Varguas dijo que los toques de tambor tienen tres ingredientes: canto, toque y danza. Siempre se comienza con un llamado al santo (en este caso San Juan Bautista). Respecto a la danza, se desarrolla en dos partes: el lejío y la ginca. El lejío es un canto suave que se baila con parejas que se toman de la mano en un estilo de pasodoble o guaracha, para celebrar la fertilidad. La ginca es cuando “se tranca” el tambor, las parejas se sueltan y bailan en solitario en un estado de euforia para agradecerle al santo.
En cuanto al vestuario, las personas utilizan sus mejores vestidos para ir a celebrar la fiesta de su santo: las mujeres trajeadas con hermosos vestidos floreados y los hombres con camisas de colores y diseños llamativos.
“El tambor (de Tarmas) en particular se ejecuta con una batería de 7 tambores cumacos, que se ubican uno al lado del otro acostados en el suelo, siendo ejecutados por los tamboreros, quienes golpean con sus manos el cuero llamado boca y otros músicos golpean con palos llamados laures el cuerpo de madera” del instrumento, señala en un trabajo el investigador Vladimir Ysturiz.
Daniel Benítez, autor de los libros Tarmas. Historia y tradición y Proyecto Vargas número 1, declaró que en su pueblo se mantiene la práctica de esta tradición todos los 23 y 24 de junio, día en que se celebra el nacimiento de San Juan Bautista: “Lo que estamos evitando es que no se desvirtúen los bailes y toques. Siempre estamos pendientes de esos detalles”.