Hace 516 años, la corona española intentó hallar nuevas vías marítimas para llegar a Las Indias, lo que ahora se conoce como el continente asiático. Para esto fue contratado Cristóbal Colón, quien emprendió una serie de expediciones hasta toparse con el continente americano; así lo describe Félix Ojeda, coordinador de Investigación y Formación del Archivo General de la Nación, quien afirma que primero se exploró el territorio, para luego intentar exterminar a la población indígena y comenzar propiamente la colonización.
Texto: Prensa MPPC (María Fernanda Pérez L.)
“Fue un proceso de sangre y fuego. Obviamente, no era un mensaje divino lo que más imperaba, sino la búsqueda de riquezas materiales por parte del imperio español. Fueron 300 años de explotación, de muertes, de desplazamientos, hasta la llegada de la generación de oro comandada por el Libertador Simón Bolívar”, aseveró el historiador.
Asimismo, Ojeda ratificó que “en estos 15 años de revolución ha ganado terreno la historia que de verdad merece ser contada, la que describe a una resistencia indígena fuerte ante un enfrentamiento encarnizado por la invasión de sus territorios; historia que por mucho tiempo se nos había mantenido oculta”.
Es por ello que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del Centro Nacional de Historia y el Archivo General de la Nación, trata de reivindicar los hechos, haciendo énfasis en que no se le debe llamar “descubrimiento” a lo que hizo Colón, pues sencillamente llegó a un terreno ya habitado, lo cual trajo como consecuencia un enfrentamiento que ha repercutido hasta nuestros días.
El cronista reconoce que tenemos que tomar más medidas para la descolonización de la memoria, proceso que viene dándose más recientemente que la colonización, que sí es de vieja data.
Para el Gobierno Bolivariano, este es un tema que se encuentra en constante discusión, en miras de darle a la historia una visión más revolucionaria, con un contenido donde lo popular sea visible, objetivo que, sin duda, se ha logrado en la última década.
Se trata de cambiar toda la historiografía por una verdaderamente descolonizadora y reconocer entonces la historia de los movimientos sociales en defensa de la justicia e igualdad social, en función de un relato insurgente, para poner al descubierto los mecanismos que han sido utilizados para presionar y controlar a nuestro pueblo venezolano y latinoamericano.