Luego de ejercer su derecho al voto, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Fidel Barbarito, encabezó el recibimiento a los Parranderos de San Pedro la tarde de este domingo en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, tras ser declarados en Bakú, Azerbaiyán, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultua (Unesco). “La conciencia de estos compañeros como sujetos políticos es tal que llegamos al aeropuerto, les cantamos unos versos, y ellos mismos nos dijeron ‘Gracias, nos vamos que tenemos que ir a votar'”, señaló en entrevista en Alba Ciudad 96.3 FM.
Texto: Luigino Bracci, Alba CiudadFotos: @ipcBicentenario vía Twitter
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Barbarito, entrevistado por el periodista Randolph Borges luego de realizar el recibimiento, indicó que estuvieron desde la mañana pendientes de todo. “Fuimos a votar en el momento que nos tocaba (ver fotos), hicimos el acto de votación con la familia, revisamos el sector que habitamos para ver cómo iba todo. Por ejemplo, en el centro de votación (Unidad Educativa Popular Colegio El Alba, en Los Palos Grandes), en mi mesa hubo un poquito de retraso y empezamos un poco tarde, pero bien valió la pena el esfuerzo”.
“Luego, fuimos a recibir a los compañeros que fueron a representarnos en Bakú, Azerbaiyán, para defender el expediente que postulamos ante la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial nuestro”. Indicó Barbarito que fueron unas 20 personas a Azerbaiyán; “el expediente fue fruto de la organización popular, fue un ejercicio de resistencia cultural”.
Indicó que los sampedreros tienen 200 años de resistencia cultural y “hay algunos Diablos Danzantes de Corpus Christi que tienen más de 400 años, y otras tradiciones que tienen una larga y dilatada historia de resistencia cultural. La Unesco reconoce el ejercicio de la fe, de la devoción, del arte, de la música y la danza constituido como un todo. La fe desde lo popular”.
“Es la interpretación que le da el pueblo, y la Unesco reivindica la organización popular”. Indicó que hubiera sido imposible lograr el nombramiento “sin esos compañeros y compañeras que cada año le dan vida a esa representación de María Ignacia la esclavizada, que como promesa para salvar la vida de su hija Rosa Ignacia, le prometió a San Pedro bailarle todos los años. Si no hubiese una comunidad organizada, sensible, consciente de mantener esa tradición como sentido colectivo, esa tradición no se habría mantenido en el tiempo”.
“Luego de haber mantenido de forma permanente esa tradición, la única forma de que la Unesco la apruebe como patrimonio es que sea reconocida por su propia comunidad, que sea ella quien monte el expediente y que haya un Estado que la haya reconocido como patrimonio, y un gobierno que se comprometa a protegerla, promoverla y difundirla”. Resaltó que “es el Comandante Chávez quien pone sobre el tapete los poderes del pueblo. Es el cultor, es el cantor”.
También alabó la conciencia política de los sampedreros. “Su responsabilidad como sujetos políticos es tal, que llegamos al aeropuerto, cantamos unos versos, y ellos mismos dijeron ‘Gracias, nos vamos que tenemos que ir a votar’. Y había un dispositivo del Instituto de Patrimonio Cultural con una furgoneta para llevárselos a ellos y sus equipajes al centro de votación”.
“Pero no podíamos dejar por debajo de la mesa la llegada de esta delegación, que son como unos medallistas olímpicos. Es un reconocimiento a un país que es potencia deportiva, científica, cultural y son protagonistas sus pueblos”, resaltó.
Sobre las elecciones, Barbarito llamó nuevamente a todo el mundo a votar, e indicó que “no se cierra ninguna mesa mientras hayan electores a las colas. Si una máquina falla, todos firmes allí, porque eso debe ser subsanado para que todos voten. Ignoren los llamados a irse a y regresar más tarde, o a ir a votar sólo después de determinada hora”. Barbarito también alabó la organización del Plan República y del Consejo Nacional Electoral.
“Hoy, es una oportunidad para que las personas de bien avancemos en la construcción de ese modelo de país donde la inclusión social se profundice aún más, para fortalecer las misiones y erradicar de una vez cualquier forma de explotación, de discriminación, de egoísmo y de exclusión”, señaló.