Tres días antes del inicio de la edición 2015 de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó la Orden Ejecutiva que declaró a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad del país que gobierna. La realización de la Feria en ese contexto, con más de 328 000 visitas, 500 actividades realizadas, 152 expositores y la presencia de 44 escritores internacionales, fue una clara muestra del espíritu del pueblo venezolano. “La Filven es una oportunidad que nos permite desmentir ese país de mentiras que pinta Obama en su Orden Ejecutiva”, analizó el ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza. En ese mismo sentido, se manifestó la presidenta del Centro Nacional del Libro, Christian Valles, para quien esta fiesta del libro “se consolida como un espacio de estabilidad de la Revolución Bolivariana. No sólo de estabilidad entendida como sostenimiento de un Gobierno, sino como empoderamiento popular. Y muestra, una vez más, que este pueblo siempre derrota la violencia física y simbólica”.
Para la organizadora de la Filven, el Decreto norteamericano es un contrasentido: cómo puede ser una amenaza un país que hace quince años dedica sus mayores esfuerzos a garantizar la salud, la educación y la alimentación de su población.
“Somos amenaza porque leemos y producimos libros. En nuestra Constitución los derechos fundamentales son a la vida, al trabajo y a la cultura. No sólo al acceso de los bienes culturales, sino a la identidad, a la diversidad cultural, a los modos de ser. La cultura también entendida como cotidianeidad, como maneras de interpretar el mundo y cómo vivimos la vida”, aseguró Valles.
Quizás ésos no son los derechos que les interesa respetar a los Gobiernos imperiales, más preocupados por el libre mercado, la propiedad privada y la industria armamentista. Entonces, es necesario dejar de ver la realidad latinoamericana desde conceptos y estándares impuestos por la colonización europea, primero; y por la fábrica cultural gringa, después.
“Estamos garantizando que existan condiciones de equidad, ése es un derecho humano fundamental, no son los derechos construidos desde la burguesía y el liberalismo del siglo XVIII”, sentenció la Presidenta del Cenal.
Balance ferial
A pesar de los números positivos en cuanto a la participación del público, expositores y actividades realizadas, lo relevante para el Cenal no es lo cuantitativo, sino lo cualitativo.
“Lo importante no es la cantidad, sino la consolidación de la Feria: la presencia de la gente en la sala, el ánimo con que la gente va, la manera como nos encontramos, la felicidad que irradiamos, el hecho de que los libros se hayan agotado tan rápido”, explicó Christian Valles.
El reto a cumplir: la mejora editorial. Se consiguió la incorporación de once editoriales nuevas, dos representantes internacionales más en comparación con la Filven anterior, y un mayor cuidado en cuanto a la calidad de los expositores.
Sin embargo, la Presidenta del Cenal consideró que la extensión geográfica de las salas, hasta el Museo de Bellas Artes, se tradujo en menor participación en talleres, debates y presentaciones. En un total de 510 eventos realizados, se hicieron presentes más de 34 000 interesados.
Además, hubo “actividades no programadas, militantes, porque está claro que es un espacio de visibilización del debate”, reconoció la organizadora de la Filven.
Así también lo interpretó el presidente de la República, Nicolás Maduro, quien visitó la Feria dos veces, resaltando el valor político cultural que tiene este evento. Para fortalecer ese aspecto, aprobó la creación de la Biblioteca Nacional Antiimperialista, que llevará el nombre del luchador puertorriqueño Oscar López Rivera.
“Las dos visitas del Presidente nos muestra que está involucrado con la producción de contenido que nos permita enfrentar de manera más firme y crítica las modalidades que el imperialismo va adoptando para penetrarnos y desestabilizarnos”, explicó la máxima autoridad del Cenal.
En tanto, para el Ministro del Poder Popular para la Cultura, el Decreto de Barack Obama también dio mayores pretextos a la elección del invitado de honor. “El presidente Maduro decidió que fuera Puerto Rico por un interés expreso en defender la soberanía de la Isla”, aseguró Reinaldo Iturriza.
Diversidad hecha libro
El tema central de debate de la Filven 2015 fue la bibliodiversidad: la heterogeneidad cultural, la multiplicidad de voces, la pluralidad de contenidos, la riqueza de géneros expresados en los libros, y la posibilidad de la población para acceder a ellos.
Para Christian Valles, en estos foros “no tuvimos la participación de público que queríamos, pero se dijeron cosas importantes. Tomamos nota de esas angustias que se manifestaron con las editoriales independientes y alternativas”. Sin embargo, consideró que éstas no están actuando de manera orgánica, y que hay debilidad en la formación teórica.
Pero lejos de ahondar en el problema, la presidenta del Cenal explicó que esa situación los obliga “a generar las condiciones que faciliten ese flujo, ese intercambio, esos debates que se tienen que dar”.
Algunas de esas editoriales plantearon la necesidad de retomar los apoyos gubernamentales que antes brindaba el Cenal. Para eso, habrá que buscar nuevas modalidades que favorezcan el establecimiento de una plataforma de economía cultural, propuesta que se viene impulsando desde el Ministerio.
Es que en Venezuela los costos de publicación de libros para el sector no estatal “está llevando a la producción editorial a mínimos peligrosos, o son mínimas las ediciones o son mínimos los tirajes. En cualquiera de los dos casos, estamos hablando de la afectación de las capacidades de producción no gubernamentales o no trasnacionales del libro, es decir la vigencia de la bibliodiversidad”, enfatizó Valles.
El otro tema que la organizadora de la Filven consideró en deuda fue el de las librerías como espacios de bibliodiversidad. No alcanza sólo con publicar libros diferentes, sino también con crear espacios donde se fomente la lectura y no el consumo, es decir, entender la cultura como un bien intangible.
“Yo estoy convencida de que no se pueden ver las cosas si no las pasas por el tamiz de la conciencia de clase. Creo que hay una valoración muy precaria en torno al rol de la librería como espacio simbólico de la cultura y no como espacio comercial”, insistió la presidenta del Cenal.
El derecho al libro
La democratización del libro tuvo en Hugo Chávez su principal impulsor, no sólo promoviendo la distribución gratuita o sumamente económica de algunas obras, sino contando, leyendo, recomendando textos en cada una de sus apariciones públicas. Y, con su particular pedagogía, hizo de la lectura un acto de inquietud colectiva.
“El libro se convirtió en un bien cotidiano. Ya la gente no le tiene miedo a los libros, no cree que los libros sean para otros. Todo el mundo sabe que tiene derecho al libro, y hay un Estado que se lo garantiza, se lo garantiza subsidiándolo, con librerías en todo el territorio nacional, con ferias, con talleres de promoción de lectura, con espacios como el Festival de Poesía. Es decir, un conjunto de acciones que hacen un plan”, explicó Christian Valles.
La Filven es parte fundamental de ese plan. Por eso, el encuentro del pueblo venezolano en ella es indispensable para la salud cultural de la República. La presencia de hombres, mujeres, niños y niñas de los distintos sectores de Caracas, sumado al peregrinar de la Feria por los distintos estados del país, es su fundamento: un público activo que indaga, debata, recorra, y acceda a las obras que alimentan la conciencia.
Lo importante “es ir consolidando nuestra identidad, la identidad de nuestra Feria, que no sólo es la identidad de la Revolución, sino cómo el pueblo de Venezuela se incorpora a la lectura y al libro desde un espacio festivo”, indicó Valles.
De esta forma, la Filven reunió caras de alegría por encontrar el libro buscado, de ansiedad por descubrir historias hechas letras, de interés por el texto analítico y reflexivo, que se mezclaron con el gusto por la poesía, la música y otras artes.