En “Tierra Santa”, el trabajo creador de sus habitantes “baña” de bendiciones sus actividades, cultivos y los impulsa a trabajar unidos, en colectivo, como ocurrió, hace 23 años, cuando nació este sector del municipio Lagunillas, en la Costa Oriental del Lago del estado Zulia, el 28 de agosto de 1998.
Texto: Prensa FMN-Yennys Rojas
La tierra no tenía un uso real, en ocasiones, en lo que ahora es la primera calle, “sacaban tierra” para llevársela al cementerio, pero del resto era “ociosas”.
Unidos, un movimiento vecinal y 17 familias, advirtieron cómo estos terrenos podían ser más aprovechables y decidieron cambiar esa situación.
“Esta comunidad surge producto de una invasión, llevada a cabo el 28 de agosto de 1998, por un movimiento vecinal junto con 17 familias, quienes veían que éstas tierras eran ociosas. Se organizaron y formaron una asociación de vecinos que, poco a poco, fueron luchando para mejorar las condiciones de vida”, expresa Mayrelis Cañizález, sobre el proceso fundacional de esta barriada.
Ahora se cuenta con facilidad lo ocurrido, pero la gestación y nacimiento del sector, como recuerda Cañizález transitó por momentos de desavenencias con las autoridades locales, en ese entonces, estaba como alcalde Albenis Arrieta.
“Se decía que las tierras eran de la Alcaldía, también se dijo que fueron donadas por Pdvsa. De allí entonces una comisión fue a buscar información, pero se consiguió que realmente eran de un señor llamado Francisco Álvarez. Él decidió no interferir y fue cuando agarran las personas más fuerza para luchar y consolidar esta comunidad”, indica Mayrelis con la intensidad que otorga ser parte activa de esa zona.
La cercanía con el cementerio municipal Jardines de Santa Lucía, terminó dando a los habitantes las señales para colocar el nombre al sector. “Decidimos ponerle Tierra Santa, porque por acá pasa un cementerio, estamos justo detrás”, expresa Elizabeth Rivera, una de las fundadoras de esta barriada anclada en la parroquia Libertad, que en su lado oeste está próxima a otra populosa barriada llamada Adelis Molina.
“Ha sido hermoso”, cuenta con complacencia Rivera sobre su permanencia en estas tierras, a sabiendas que ha sido fundadora de otros sectores fuera de la Costa Oriental del Lago.
Los suelos de Tierra Santa dan frutos y, en estas más de dos décadas, sus pobladores dan cuenta de esa ventaja que notaron de inmediato, al asentarse en la zona. “Primero comenzamos a sembrar, lo hicimos con muchos rubros”, destaca Rivera, quien también es responsable de la Casa de Alimentación en esa comunidad.
Durante un tiempo, la estatal petrolera evidenció su trabajo con los cultivos, al destacar sus huertos comunitarios y, mientras esas buenas cosechas se daban, sus habitantes también avanzaban en otros logros.
“Tras pasar los años se han logrado proyectos unos ya culminados y otros por lograrlos. También contamos con una Casa de Alimentación y una buena cantidad de casas. Con orgullo podemos decir también que somos comuna y ésta lleva por nombre Ezequiel Zamora tierra de mujeres y hombres libres”, enumera Cañizález sobre los alcances del trabajo en colectivo.
Rivera y Cañizález no solo conviven en la misma zona, ambas, van más allá de la labor comunitaria, comparten el don creador y la facilidad que tienen para dar forma con sus manos a materiales diversos.
Así Mayrelis con hábil destreza convierte las taparas en sonoras maracas y Elizabeth transforma cualquier material en un adorno, porque a ella “no me gusta estar sin hacer nada. Siempre estoy inventando”.
Las bendiciones aún siguen para esta comunidad, que ve entre su gente, sus siembras y sus casas renacer cada día la esperanza y la fe. Por ese camino viven y andan quienes transitan en esta “Tierra Santa” de Lagunillas.